Abundaban ayer los tuits que acusaban un cierto hartazgo del repetidísimo "orange is the new black". El asunto mismamente fue objeto de un artículo de El País en el que, sin embargo, no se explica a fondo el juego de palabras implícito.
La descriptiva referencia a la sucesión de un presidente negro por un manifiesto usuario de una artificiosa pigmentación anaranjada, algo que todo el mundo entiende, efectivamente se sirve del título de una serie de Netflix. Pero lo que no se aclara es que la expresión “... is the new black” es una locución inglesa utilizada para referirse a lo que está de moda. Su origen basado en el hecho de que ese color nunca se considera "pasado de moda" no debía ser desconocido por los responsables de las tarjetas de Cajamadrid.
El título de la serie "Orange Is the New Black" (OITNB) cobra pleno sentido al advertir que su protagonista Piper Chapman, un papel interpretado por la actriz Taylor Schilling, es una mujer neoyorquina de buena posición, muy fashion si quieren, que ingresa en prisión por transportar dinero procedente del narcotráfico. Y como la vestimenta de las prisiones americanas es naranja, ese color se convierte en su "new black".
Si en la nota aclaratoria del apunte de ayer hacíamos referencia al clip de los Simpson Trumptastic Voyage, hoy vamos a reseñar el titulado "3 a.m." que fue colgado en la red a finales de julio. Este es un corto en el que se satiriza con mucha más dureza al ya presidente electo.
Lo que se pretendía era cuestionar la experiencia de Obama en asuntos de estado frente al "oficio" de Hillary. La cuestión alcanzó suficiente relevancia como para inspirar una portada del semanario The New Yorker cuyo editorialismo gráfico, como bien saben los lectores habituales, seguimos estrechamente. Y, por cierto, qué desalentadora respuesta ha dado la sra. Clinton ocho años después al mostrase durante largas horas incapaz de comparecer para reconocer su derrota.
Para comentar el resto vamos a incluir algunas capturas que permiten apreciar interesante detalles, como los últimos contactos que refleja el teléfono de Trump. Ahí aparecen su hija Ivanka (de la que este blog se ha ocupado al final de un apunte de hace más de un año), la "escritora de los discursos de Michelle Obama", les imaginamos al corriente del plagiario incidente, y el mandatario ruso Vladimir Putin. El pasado domingo recordábamos como The New Yorker le había colocado en una portada como testigo de la jura del nuevo presidente.
No falta en el video que comentamos una referencia a la famosa pigmentación naranja que ha inspirado el apunte de hoy. Y tampoco la por estos pagos poco entendida referencia a las manos que explicábamos en el apunte del pasado domingo.
El caso es que vamos a tener que comprar un disco duro nuevo para almacenar todo el trumpiano material que se avecina.
PS - Curiosas referencias a la actualidad la que hoy ofrece en su portada el diario más leído de España. Se dice que Moncloa incluida.
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