Mientras escribíamos la reciente entrada "Gord@s & flac@s" reparamos en lo llamativo que resulta el número de portadas del semanario The New Yorker inspiradas en una acción tan trivial como es la de llamar un taxi. Y lo que ya no cabe embutir en un solo apunte son las numerosísimas en que aparecen representados esos vehículos de servicio público. Así que tan solo vamos a repasar hoy cómo se para un taxi en Nueva York según esa publicación.
Tras la ya vista aplicación del cliché por parte de Ian Falconer a la adaptación de un modelo de ropa a muy diferentes perchas corporales, vamos con otras dos brillantes piezas que ya hemos mostrado en el apunte El rebrote de la cuestión racial en USA.
El resto de la colección de llamadas de taxi lo presentamos en orden cronológico inverso, sin más explicaciones. Hoy poco rollo.
Una observación final. Igual les ha llamado la atención, como a nosotros, que hasta la década de los ochenta la escena fuera interpretada exclusivamente por personal de servicio que, sin embargo, ya no aparece en ninguna de las versiones posteriores.
Adenda 8/17: pues nos han demostrado lo incorrecto de nuestra última afirmación por mor de la ilustración de Harry Bliss del 26 de enero de 2004.
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