jueves, 15 de diciembre de 2016

Exportaciones bélicas españolas


Vaya por delante que solo de exportaciones lingüísticas vamos a ocuparnos aquí. Ello en línea con la atención que hemos prestado en alguna otra ocasión a las palabras que el inglés ha tomado de nuestro idioma (enlace al apunte "Las palabras que le prestamos al inglés"). Y es que año y medio después seguimos sin haber encontrado una clasificación convincente de las palabras de origen español mas utilizadas en la moderna lengua franca (que es angla). Imaginamos que guerrilla aparecerá en los lugares de privilegio, mientras que armada, un término que ese idioma utiliza en ocasiones con tono humorístico, estará peor colocada.

Otra de nuestras mas afamadas exportaciones lingüísticas bélicas no es una palabra sino un expresión que sido adoptada traducida en la mayor parte de las lenguas. Nos referimos a "quinta columna" que en inglés es fifth column y tiene correlativas versiones en los principales idiomas.

Es unánimemente aceptado que la expresión "quinta columna" fue acuñada en una locución radiofónica de octubre de 1936 en que se daba cuenta del avance de las tropas sublevadas hacia Madrid en el curso de la guerra civil española. El general Emilio Mola (1) proclamó en la misma que además de las cuatro columnas militares que se dirigían hacia la capital (una desde Toledo, otra por la carretera de Extremadura, una tercera desde el norte y una última desde Sigüenza) contaba con una quinta formada por los simpatizantes del bando sublevado residentes en la ciudad.

William P. Carney, el corresponsal en Madrid del diario The New York Times, pasa por ser el primero que adaptó al inglés la expresión en una de sus crónicas de la guerra española publicada el 17 de octubre de 1936.

Y desde entonces se usa para designar a quienes apoyan desde dentro a las fuerzas que asedian un territorio en una confrontación bélica, aunque el énfasis puesto en la deslealtad es diverso según las simpatías del usuario. Lo cierto es que el concepto pronto encontró terreno abonado para su uso en la Segunda Guerra Mundial, comenzando con el curioso caso francés, un país que, según donde y cuando, tuvo quintacolumnistas filonazis y antinazis. Un espinoso asunto para esa historiografía gala que cuenta tantos resistentes.

Como ejemplos de uso propagandístico del concepto adjuntamos un cartel de Manuel Gallur que fue publicado en Valencia en el ultimo tramo de nuestra guerra civil. Ya se ve que no hubo reparos en hacer uso de una acuñación del enemigo. A su lado otro utilizado en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial en el que se escenifica el concepto con un saboteador que intenta derribar uno de las otros cuatro pilares que se identifican con valores de esa nación.

 

"La quinta columna" (1937) es el título de uno de los dos únicos textos que Ernest Hemingway escribió para el teatro, pero es una pieza que dista de situarse entre lo mejor de su obra y tardó mas de setenta años en ser estrenada conforme al original. Antes lo fue, y con dirección nada menos que de Lee Strasberg, una versión que el autor calificó de bastarda. Mas detalles en el siguiente artículo de Abc.  

Como ejemplo del uso en viñetas humorísticas traemos dos de Dr. Seuss (Theodor Geisel). En la primera, que es de febrero de 1942, satirizaba el recelo que se levantó en Estados Unidos respecto a los ciudadanos de origen japonés. Una situación que derivó en el poco conocido confinamiento de mas de cien mil personas en campos de concentración (enlace a La Wikipedia).


La segunda, pocos meses posterior, muestra la facilidad del inglés para generar verbos a partir de sustantivos. En la misma se ve a Hitler mandar al soldado Schmidt, en presencia de un logradísmo Goebbels convertido en perrillo, a quintacolumnear por el infierno al asumir que pronto acabarán allí.

Una buena muestra de hasta que punto prendió el concepto en Estados Unidos es que llegara a publicarse, aunque no durante mucho tiempo, una revista mensual con el título de "Fifth Column Stories".

 

También es curioso reparar en que la película de Alfred Hitchcock estrenada en 1942 en Estados Unidos con la palabra francesa Saboteur como título, no confundir con otro film del mismo director llamada Sabotage (1936), lo fuera en Francia como "Cinquième Colonne". Una buena prueba de la popularidad que adquirió esa expresión en el país vecino como podemos comprobar en la adjunta foto de una consigna rotulada en un café durante la guerra.

 

Para finalizar, una emisión filatélica realizada en Cuba en julio de 1943 que instaba, de forma ciertamente vistosa, a desenmascarar, atacar y destruir la quinta columna. Por lo descriptivo nos gusta especialmente el de 10c.





 
 





(1) hay una poco aceptada teoría que sostiene que la alocución fue del general Varela. La base es un más que probable lapsus cometido en uno de sus escritos por Mijail Koltsov, el delegado de Stalin en España que también ejercía de corresponsal del diario Pravda.





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