sábado, 11 de marzo de 2017

Las estadísticas de la violencia de género


El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) publicó el pasado jueves el informe 'La violencia sobre la mujer en la estadística judicial: Anual 2016' del que ayer se hacían eco la mayor parte de los medios de comunicación con un análisis, en general, bastante epidérmico.

Y eso que hay quien se lo ha currado. El País, por ejemplo, ha confeccionado unos cuantos gráficos interesantes como los adjuntos que hemos tomado prestados. Pero el bienintencionado titular que trata de acercar el dato de las denuncias transformándolo en una cifra diaria es de los que suscitan un ¿y? que solo contesta parcialmente el subtítulo.



Las comparativas interanuales siempre son muy socorridas, y a una de ellas recurre La Nueva España, eso sí, con datos restringidos a la Comunidad asturiana. No vaya a ser que algún lector se les despiste enterándose de que pudiera estar pasando en España.


Ya puestos, bien podían haberse dejado de poco significativas diferencias entre víctimas y denuncias para haber enfatizado que la tasa de crecimiento registrada en Asturias (20,9%) casi triplica la nacional (8,5%). Lo que no es fácil dilucidar es si detrás de esos crecimientos realmente hay un aumento de la violencia, o si son el resultado de una mayor tasa de los casos denunciados (se estima que tan solo se denuncia uno de cada cuatro).

Lo que permanece estable es el 12% de mujeres que se acogen a la dispensa legal de la obligación de declarar con una sorprendente variabilidad regional que va del 5% de Baleares al escandaloso 25% de La Rioja (bueno, en Asturias estamos en un no menos avergonzante 17%). Un controvertida posibilidad que podría fomentar las presiones por parte de los agresores. Pero sobre la procedencia de modificar esa disposición apenas se escucha debate. 

No habría sido mal titular en clave regionalista "Las asturianas no se atreven a declarar ante las agresiones machistas".

Claro que la que, a pesar de haberse tomado un día más para escribir su crónica no ha entendido nada, es Dª Chelo Tuya de El Comercio. Lo suyo roza el terrorismo informativo.


Y es que no sabemos de donde ha sacado que todas las absoluciones se deban a que no declaren las víctimas. Porque ese 3 de cada 10 lo que es en realidad es la tasa de absueltos. La de las víctimas que no declaran es un 12% (total España) y en ningún sito nos dicen en cuantas casos son determinantes para la absolución. Hay otros medios de prueba.

A ese error une la disparatada afirmación de que "ningún familiar respaldó a las 2.747 asturianas [ese nº es el de las denuncias] que denunciaron una agresión" que es tan falsa como estúpida. Lo que ha ocurrido es que en Asturias no ha habido denuncias a iniciativa de familiares que, como puede verse en el primer gráfico que hemos insertado, son una mínima parte del total (el 1,4%). ¿A qué se dedican el Director y Redactor Jefe de ese diario?¿no les ha llamado un poquito la atención semejante barbaridad?

Aparte de denunciar disparates, el otro motivo que nos ha impulsado a escribir esta apunte es la poca atención que prestan la práctica totalidad de las crónicas a dos variables tremendamente significativas. Por un lado, la enorme disparidad regional de las tasas de víctimas en relación a la población. Y es que la más alta, que es la de Baleares, es tres veces superior a la más baja, la de La Rioja. El adjunto mapa que tomamos del citado informe del CGPJ muestra la existencia de un claro patrón regional con una notable menor incidencia en el Cantábrico y centro peninsular, que en las comunidades mediterráneas e insulares. Interesante tarea para los sociólogos.

Añadimos un segundo gráfico de factura propia que da una mejor idea cuantitativa de esas diferencias. Véase como las barras mediterráneas, que son las de de color azul claro, superan a las oscuras del Cantábrico salvada la pequeña 'anomalía' Cataluña-Asturias. Así que tampoco sería mal titular localista "Asturias tiene menos incidencia de la violencia de género que la media nacional pero mayor que las comunidades de su entorno" (ya vemos que es muy largo, pero para trocear los mensaje extensos están los subtítulos).


La segunda variable que resulta aun más discriminante es la nacionalidad de las víctimas. Y es que la tasa entre las extranjeras, que estimamos en 186 (1), más que cuadruplica la de las víctimas españolas que es 44Este es un dato particularmente difícil de interpretar porque los especialistas reconocen una mayor tasa de denuncia en extranjeras por los beneficios asociados como son los permisos de estancia y trabajo temporal.

Pero con no ser en modo alguno consuelo, y aunque es seguro que habrá acasos de nacionales ejerciendo violencia sobre extranjeras, parece que los españoles no se encuadran, comparativamente, entre los más violentos. Hay quien piensa que señalar estas cosas no es políticamente correcto, pero no explotar la información que se tiene para analizar cabalmente los problemas y focalizar con efectividad las medidas para afrontarlos es algo peor, es estúpido. Y en este asunto nos da que la educación es mucho. A ver si la enfocamos bien.




(1) Desconocemos el tratamiento estadístico de las denuncias de no residentes 



P.S.- Abc publica un artículo sobre la situación de este problema en Alemania que deja bien claro lo por delante que va España en combatirlo. Aunque siempre haya para quien nada es bastante.




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