El Salón de 1853 recibió amplia atención por parte de los principales ilustradores satíricos de la época. Cham publicó una 'Revue du Salon' cuyo facsímil pueden consultar en el siguiente enlace.
La viñeta de la portadilla interior hacía referencia al traslado de la exposición al Hôtel des Menus-Plaisirs próximo al Palacio de Versalles. En la misma, la personificación de la pintura decía 'menuda caminata me han hecho dar desde el Palais Royal [la sede previa] hasta aquí...y todavía habrá gente que diga que la pintura no marcha' (un juego de palabras con el doble sentido de marcher, andar y funcionar, que es mas claro en francés que en español).
Las primeras páginas del álbum estaban dedicadas a realizar variadas apreciaciones sobre el propio certamen. La primera volvía con la personificación de la pintura que achacaba lo manifiestamente sucia que llegaba al polvo del firme de macadam del bulevar donde se ubicaba la nueva sede. A su lado la pintura moderna aparecía representada como una despeinada mujer a quien el jurado, aun reconociendo su franqueza al confesarse carente de cualidades, instaba a presentase con un aspecto menos descocado.
Mas adelante un prototípico burgués se lamentaba de que el jurado hubiera rechazado a su esposa, incluso en pintura. Añadía que bien le habían superado en astucia a el que se había casado con el original.
Notable debió ser la epidemia de gripe de aquel año a juzgar por el número de viñetas en que se hacía referencia a la misma. En la primera dedicada al asunto se temía que todos los retratos presentados lucieran el entonces preceptivo gorro de cama. A su lado un burgués añadía unas gafas verdes a su retrato para evitar que su acreedores pudieran reconocerle y embargar el cuadro.
Notable debió ser la epidemia de gripe de aquel año a juzgar por el número de viñetas en que se hacía referencia a la misma. En la primera dedicada al asunto se temía que todos los retratos presentados lucieran el entonces preceptivo gorro de cama. A su lado un burgués añadía unas gafas verdes a su retrato para evitar que su acreedores pudieran reconocerle y embargar el cuadro.
Seguía vigente la limitación de tres obras por autor impuesta en la edición precedente. En este caso se hacía referencia a a la misma por medio de un artista que había suplido esa restricción aumentando al longitud de sus creaciones.
Se continuaba con algunas chanzas sobre los ardides que se gastaban los pintores con sus clientes. Desde el que representaba desnuda a la esposa del encargante alegando que el pago acordado no daba para ropa, al que pretendía cargar al suyo el coste del apartamento en que había situado el retrato.
En este punto resulta oportuno introducir el 'Voyage a l´Exposition' dibujado por Quillenbois, sobrenombre de Charles-Marie de Sarcus, que constaba de diez páginas con referencias a mas de setenta de las obras expuestas. En la última plancha (enlace a la misma en el Museo Carnavalet) incluía su propia visión del tratamiento de la negritud a través de una escultura que no hemos podido identificar. Pero el humorista veía en ella al sobrino del Tío Tom aprendiendo a hacer el lagarto, una pieza que manifestaba que habría sido comprada por la creadora del personaje, la sra. Stowe.
Volvemos con Cham, porque no es hasta la sexta página de su álbum cuando comienzan las parodias de los cuadros expuestos. Y lo hace con dos de Courbet, 'Las Bañistas' y 'La hilandera dormida', ambos expuestos actualmente en el Museo Fabre de Montpellier.
Pero fue la rechoncha bañista quien se convirtió en la presa mas codiciada de los humoristas. En el caso de Quillenbois ya se incluía una parodia en otra colección de viñetas publicada en el Journal de Paris con el título 'Croquis de la saison'. El pie proclamaba que 'la femme forte' de Courbet había sido comprada por el Gran Turco a cambio de su peso en oro y que, tras ser blanqueda, iba a pasar a ornar su harén.
En el 'Voyage a l´Exposition' aun había otras dos viñetas dedicadas al cuadro, en la primera, que la calificaba como la Venus d´Ornans (ciudad natal del pintor), colocaba una camisa a las protagonista para hacerla apta para el público familiar. En la segunda tan solo se incluía un esbozo de las piernas para centrar la escena en la supuesta modelo que no se reconocía ante su representación.
El repaso gráfico del trimestre recién concluido que entonces realizaba periódicamente Nadar en el 'Journal pour Rire' (enlace a Gallica) incluía en el del segundo, publicado el 2 de julio, numerosas referencias al Salón. Y a este cuadro estaban dirigidas dos de ellas, la primera también con una alusión a una hipotética portera utilizada como modelo y la segunda con una poltrona (bergère, que también significa pastora) a la medida de la representada por Courbet que se habría impuesto entre los aprendices de tapicería.
Tampoco faltaba una referencia al cuadro en la primera plancha de Bertall en Le Journal pour Rire. En este caso convertida en una luchadora que ofrecía quinientos francos y un calzón de honor a quien pueda tumbarla. Junto a estas líneas añadimos una versión polícroma, aunque de pequeño tamaño, de esa viñeta que se presentaba emparejada con el 'Tasso en prisión' de Louis Gallait. Hay que aclarar que el poeta italiano, en propiedad, había sido recluido en el Hospital de Santa Ana de Ferrara a causa de su desequilibrio mental que hoy se considera debía ser esquizofrenia. Allí fue visitado por el famoso autor francés Michel de Montaigne que menciona ese encuentro en sus Ensayos. Una escena que aparece representada en el grabado que puede verse en el siguiente enlace, una obra también de Gallait.
El cuadro sobre Tasso también contaba en el álbum de Quillenbois con una versión similar, reducida a las manos, que mostramos emparejada con el original. En este caso el lienzo era calificado como un estudio del claro muy oscuro.
El tercer cuadro presentado por Courbet fue el titulado 'Los luchadores' (Les lutteurs) que, como puede verse, no sin dificultad, en la siguiente foto de Gustave Le Gray, se exhibía colocado encima de 'Las bañistas'.
Junto a estas líneas mostramos una imagen de original seguida de la amputada versión de Bertall que especulaba en el pie con que se trataba de ver quien acababa mas sucio. Un texto en el que se añadía que ninguno de los músculos se encontraba colocado en su sitio, un desorden que estaría explicado por el esfuerzo de la lucha. Concluía con un sentencioso 'a menudo, un bello desorden resulta en un efecto artístico'. En la viñeta contigua los representados son otros luchadores, estos esculpidos, que fueron presentados por Auguste Ottin con el título 'Lutteurs, le coup de hanche' (Luchadores, el golpe de cadera).
El ya citado repaso gráfico del trimestre realizado por Nadar en el 'Journal pour Rire' del 2 de julio también incluía referencias a este cuadro. En la primera enfatizaba las varices de los combatientes, mientras que en la segunda el presentador de un espectáculo callejero inquiría a su público sobre quien preguntaba para qué podía servir la pintura de Courbet.
Pero las alusiones al pintor no acababan ahí porque en otra viñeta se equiparaba al pintor con´el 'hombre del saco' con el que se asustaba a un niño para que no se portara mal.
En la revista trimestral de Nadar también había dos ilustraciones dedicadas a realizar comentarios generales sobre el Salón. En la primera se criticaba la calidad de muchas de las pinturas que indicaban a través de la marca EX que habían sido eximidas del examen del jurado. Esto era aplicable, según el artículo 10 del capítulo II del Reglamento, a los miembros de la institución organizadora y a los anteriormente premiados. Otra viñeta se ocupaba de los cuadros colocados, ya sea muy altos, o bien demasiado bajos. Una cuestión que era objetivo habitual de las críticas de los humoristas (1).
En la revista trimestral de Nadar también había dos ilustraciones dedicadas a realizar comentarios generales sobre el Salón. En la primera se criticaba la calidad de muchas de las pinturas que indicaban a través de la marca EX que habían sido eximidas del examen del jurado. Esto era aplicable, según el artículo 10 del capítulo II del Reglamento, a los miembros de la institución organizadora y a los anteriormente premiados. Otra viñeta se ocupaba de los cuadros colocados, ya sea muy altos, o bien demasiado bajos. Una cuestión que era objetivo habitual de las críticas de los humoristas (1).
Vamos a finalizar esta primera parte introduciendo un cuarto 'salón cómico', el titulado 'Nadar Jury Au Salon De 1853' que también realizó el ilustrador y fotógrafo cuyo auténtico nombre era Gaspard Félix Tournachon. En la imagen de que disponemos, lamentablemente de muy escasa calidad, puede apreciarse como también en esta publicación se emparejaba a los luchadores de Courbet con los de Ottin.
(1) Véase, por ejemplo, la referencia de Quillenboise en su repaso del Salón de este mismo año y, bajo estas líneas, la de Bertall en la revista del segundo trimestre de 1852 realizada publicada en 'Le Journal pour Rire' del 3 de julio.
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