Uno de nuestros colaboradores tiene un amigo ((;-) cuya hija menor comienza en pocas
horas sus exámenes de acceso a la universidad, la famosa PAU que empezó a conocerse por esa sigla (que nos advierten que no
es de uso general en todo el territorio nacional) después de que dejara de existir
el COU. Un hecho que se produjo con
motivo de la implantación de la ESO
que, como recordarán, se llevó por delante el BUP y la EGB. No hay
diccionario de siglas capaz de seguir el ritmo de los gestores de la educación.
La lectura de un artículo de José Ignacio Gracia Noriega sobre “Los Hermanos Karamazov”que sentimos no poder enlazar porque
solo es accesible a suscriptores de nuestro, a
fuer de único, querido periódico local nos
ha generado una duda. No es otra que imaginar qué ocurriría en la tal PAU, no ya si se hiciera la canalladita
de preguntar sobre tan voluminosa novela, ni siquiera si se interrogara sobre
el número de los hermanos intervinientes, sino en el caso de que símplemente se
propusiera escribir unas líneas sobre el tema de la alienación. ¿Se imaginan
las caras de los chavales (1)?
Mira que estuvieron pesados los marxistas con el asunto, que
el pobre Santo Tomás redivivo no
habría entendido una sola línea de sus textos anclado como vendría en las expropiaciones
demoníacas. Y curioso que el artículo “Teoríamarxista de la evolución” solo tenga entrada en la Wikipedia
en español mientas que el mas genérico “alienación”
está desarrollado en 35 idiomas. Somos irreductibles. Luego Podemos.
Perdonamos al citado Gracia
Noriega que de por recién aparecido un libro editado por el grupo editorial
del periódico que acoge sus escritos aunque ya fuera reseñado por un
redactor-jefe del mismo hace casi un semestre (este propagandístico enlace sí
que funciona para todo el mundo).
Hasta su crítica del uso del inglés como lingua
franca pasamos por alto, aunque bien podría darse un paseo un paseo por el
Parlamento Europeo en busca de cura, a
cambio de la tan sencilla como diáfana definición de alienación que sirve a sus
lectores: “la tiranía de las cosas”.
Coincidimos, además, con su apreciación de que la caída en desuso del término es
una mera consecuencia de su masiva implantación, algo parecido a la falta de
necesidad de aclarar que hablamos en prosa.
A diferencia del pasado año en que este blog prestó bastante
atención a los Premios Príncipe de
Asturias, en esta edición no andamos demasiado pendientes. Lo que está claro que unos galardones tan al servicio de sí mismos que este año ya tendrán que pasar a
llamarse Princesa de Asturias entrañan un grave peligro de alienación
de los jurados. Su puesta al servicio de “la cosa”, vamos. Y es que estos días
se ha conocido la caída de las segunda de las siete premiadas en 1998 en representación de “la causa de la defensa y la dignificación de la mujer” (enlace al acta del jurado). Como había que reunir con premura un variopinto ramillete de activistas que
diera color a la celebración, a los promotores de tan políticamente correcta como
desalienadora candidatura se les
colaron gentes como Rigoberta Menchú
de quien pronto se pusieron de manifiesto inaceptables incoherencias
curriculares. Similares a las que ahora también han forzado la dimisión de Somaly Mam de los cargos que ocupaba en
la fundación que lleva su nombre. Un pelín de ego ya se le notaba a esta otra
mentirosa compulsiva. Valga como contrapunto positivo que fuera la propia Fundación Somaly Mam quien promovió una investigación para aclarar las denuncias del periodista Simon Marks. Como nuestro periódico local
tampoco permite el acceso público a la crónica del asunto (en la
que, por cierto, se equivocan de fundación porque no se ha hecho público que
haya dimitido de sus cargos en AFESIP) les remitimos al
texto de la noticia publicada el pasado 30 de mayo en El País. ¡Cómo siguen tardando las noticias en cruzar el Pajares! Y venga a salir agua
por esos inutilizados túneles.
Si añadimos que la mas popular de las entonces premiadas fue la italiana Emma Bonino que
colecciona negros nubarrones en su extensísimo currículo de política de la cuna
a la tumba, no les resultará extemporánea la comparación de la suerte de aquel
septeto con el discurrir de la novela de “Diez
Negritos”. Confiamos en que la cosa no llegará tan lejos porque no es fácil
equivocarse tanto. Además, los
lectores de Agatha Christie saben
que cabe alguna sorpresa final.
Un toque frívolo para terminar esta croniquilla de los
contenidos mas llamativos de nuestra prensa local. Nuevamente se ha puesto de
manifiesto como no hay periodista capaz de resistirse a un juego de palabras.
Dicho sea sin que osemos poner en duda la estricta veracidad de que el bautismo es el acto iniciático que convierte
en cristiano. Por mas que para algunos, que aun reputamos franca minoría, se trate de una primera alienación. Qué pena que los actuales códigos de composición periodística hayan
excluido el uso de unas versalitas que tanto habrían reforzado la ambigüedad de la madridista alineación que sigue:
Por cierto, ¿alguien sabe por qué se ha precipitado el
asunto que nos ha saturado de bromitas gráficas el Whatsapp?
(1) si vd. o vda. es de quienes echa en falta “y chavalas” dé por escrito, a escoger según gustos, “la feligresía” o la "la basca".
No hay comentarios:
Publicar un comentario