La semana parecía comenzar tranquila con las noticias sobre la campaña andaluza como referente de la información política, cuando se filtró el Whatsapp enviado por Cosidó a los senadores del PP. ¡Qué miedo da pensar que la policía estuvo a las órdenes de tan inmoral como torpe personaje! El caso es que solo lo hemos visto caricaturizado por Ferreres.
Luego vino la renuncia del magistrado Marchena, que tantos odios indepes concita, y la inmediata recusación de ese magistrado por los acusados de rebelión.
En medio de todo ese lío, las líneas maestras de los presupuestos de Sánchez recibieron objeciones de la UE, pero es un grave asunto que pronto fue desplazado de la actualidad por la mucho más anecdótica expulsión de Rufián del pleno de la Cámara Baja y el inmediato incidente del escupitajo.
JM Nieto convirtió a los leones del Congreso en llamas, mientras que Puebla y Vergara coincidieron en vincular el asunto con la poco transparente aprobación de una interesada normativa sobre el uso de datos personales por parte de los partido políticos. Juan Carlos Ortega se ocupó, por su parte, por la institrucesca actuación de una presidenta del Congreso demasiado empeñada en meter mano al diario de sesiones.
Sansón reclamó un novedoso tipo de órdenes de alejamiento. Pero mucho más grave fue la partidista censura practicada por Roger Torrent en la cámara catalana, que no hemos visto reflejada gráficamente. Un escándalo del que los adalides de la no crispación parecen entender que no se debe hablar.
Y, a todo esto, nuestros socios europeos nos colaron un gol de última hora sobre Gibraltar, en el acuerdo sobre el brexit pactado con el Reino Unido (enlace a la explicación del asunto por García-Margallo). Menuda prueba para el peso de Sánchez (y de España, ciertamente) en Europa.
Tomás Serrano se sirvió del sonado sonado de Dani Mateo para ilustrar el cambalache que ignora lo previamente comprometido con España, pero la admisión el viernes de una demanda contra el humorista reactivó la apelación a esa cuestión en las viñetas de ayer, como comprobarse en las de Fontdevila y Anthony Garner.
De las visiones extranjeras sobre la oposición española al preacuerdo alcanzado nos traemos la torera Spanische Interaktion del austriaco Mayerhofer. Ayer llegó un arreglo de alambicada redacción que, en general, es considerado suficiente.
Si la semana pasada reseñábamos la parodia de Morten Morland de la famosa imagen de Neville Chamberlain mostrando el acuerdo con Alemania alcanzado en Munich en septiembre de 1938 (ver "Peace for our time"), esta ha sido Dave Brown quien la ha recreado, haciendo sostener a Theresa May un acuerdo con forma de unicornio.
Entre tanto lío, la visita del presidente de gobierno a Cuba no ha tenido, demasiado eco humorístico, aunque una excepción fue la adjunta pieza de Ricardo.
No podían faltar algunas referencias al Black Friday, como la adjunta de JJ Aós que pone de manifiesto como ya pocos se molestan en leerse una sentencia para permitirse calificarla de escandalosa.
Antes de pasar a ocuparnos de la actualidad internacional, no queremos olvidar reseñar que Argote fue el único dibujante al que vimos reflejar la celebración, el lunes, del Día mundial de la prevención de abusos sexuales y maltrato a la infancia. Como también queremos destacar la pieza dedicada por Dávila a los bancos de alimentos. Muy oportuno y sin sensiblerías navideñas.
En la vecina Francia la semana estuvo marcada por los bloqueos de carreteras de los chalecos amarillos, una asunto que Plantu vinculó con la sorprendente detención del presidente Renault, acusado de fraude fiscal. El caso es que las protestas alcanzaron ayer en París un feo cariz violento.
Pasamos a Estados Unidos donde fue noticia el negligente uso del correo electrónico privado realizado por Ivanka Trump para asuntos oficiales. Tom Toles destacó el sorprendente alegato de desconocimiento, cuando una práctica similar fue uno de las acusaciones estrella de Trump contra Hillary Clinton durante la campaña presidencial.
La festividad de Acción de Gracias del jueves hizo inevitable la adición de unos cuantos pavos al bestiario de Trump. Adjuntamos los de Dale Cummings, Phil Hands
y David Pope (este desde Australia, en el diario Canberra Times).
También hemos visto varias viñetas sobre el eco de la creciente fractura que vive la sociedad norteamericana en la festividad que es el momento de reunión por excelencia de las familias de Estados Unidos. Nos hemos traído la de Benjamin Slyngstad a modo de colofón.
P.S.- Curioso que haya un diario belga, Le Soir, el único en el que hemos visto a un humorista gráfico ocuparse de las filtraciones sobre los análisis de Sergio Ramos. Esta fue la viñeta de Kroll del sábado:
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