miércoles, 7 de noviembre de 2018

Marcas que han llegado al Diccionario (3ª parte)


En el apunte precedente de esta marquista serie repasábamos ocho nombres de fármacos que se han abierto camino hasta el Diccionario de la RAE. A ellos hay que sumar la heroína, que no está en la lista que hemos tomado como referencia por carecer del identificador marca reg. Las palabras de esa relación que dan nombre a productos utilizados en la atención sanitaria se completan con vaselina, que tiene tanto o más uso cosmético que propiamente farmaceútico, y la dupla tirita / curita utilizada, respectivamente, en España y América. Vamos con algunos detalles.

El término vaselina es un derivado del nombre comercial Vaseline, que se cree fue formado a partir de wasser, 'agua' en alemán, y elaion (έλαιον), 'aceite' en griego, por Robert Chesebrough. Una palabra que utilizó para denominar la mezcla de hidrocarburos cuyo proceso de producción patentó en 1872 (U.S. Patent 127.568). Pero la marca en sí fue no fue registrada hasta 1877 en el Reino Unido y el año siguiente en Estados Unidos. Una documentada historia, en inglés, de la Chesebrough Manufacturing Company,  fundada en 1874 por el químico americano y participada mayoritariamente desde 1881 por la Standard Oil, puede encontrarse en el siguiente enlace.

Actualmente, la marca Vaseline es propiedad de la multinacional Unilever que en 1986 que adquirió la compañía Chesebrough-Pond's, formada en 1955 por fusión de las dos empresas incluidas en su denominación.

Anuncio de 1881 en que se pone de manifiesto que Colgate & Company comercializaba una pomada Vaseline (por un acuerdo de distribución formalizado en 1873) 

Tirita
y curita son voces derivadas, respectivamente, de las marcas Tiritas y Curitas. Ambas tienen idéntica definición en el Diccionario: Tira adhesiva por una cara, en cuyo centro tiene un apósito esterilizado que se coloca sobre heridas pequeñas para protegerlas.

La historia de los apósitos para las heridas merece todo un estudio sobre los sesgos nacionales que tienen las diferentes versiones de la WikipediaPero, con permiso de los parches denominados Guttaperchapflastermulle que ya patentara en 1882 el farmaceútico alemán Paul Beiersdorf, la que cabe considerar como primera tirita es la combinación de esparadrapo, gasa y desinfectante ideada en 1917 por Earle Dickson. Este era un ejecutivo de compras de la compañía Johnson & Johnson, que se propuso mejorar los vendajes que utilizaba su mujer, Josephine Knight (que ha pasado a la historia como más torpe de lo que probablemente fue), cuando se cortaba o quemaba en la cocina. Johnson & Johnson comercializó el producto a partir de 1920 con el nombre de Band-Aid y , tras unas discretas ventas iniciales, en 1924 ya se hizo necesario mecanizar la producción para atender la creciente demanda. A continuación enlazamos la U.S. Patent No. 1.612.267 fechada el 28 de diciembre de 1929, que había sido solicitada un año antes.

En el siguiente anuncio del año 1921, que combinaba publicidad con pedagogía de uso, puede verse como en su primera presentación aquellos apósitos debían cortarse a la medida de las necesidades.


Anuncio de Band-Aid del año 1921

La Vanguardia, 13 junio de 1948 (página 14) 
El producto fue introducido en España por el empresario Gerard Coll, el fundador de Laboratorios Unitex de Mataró, que venían produciendo el esparadrapo Imperial y los parches Sor Virginia. El nuevo producto fue comercializado inicialmente con el nombre  Espárapractic Unitex, del que junto a estas líneas puede verse un anuncio de 1948.

Es curioso que la propia web oficial de marca, que es propiedad de la empresa alemana Hartmann desde que en 1988 comprara Unitex, establezca 1954 como el año en que fue registrada y se hizo la primera publicidad, cuando en La Vanguardia del 20 diciembre 1952 ya se publicó el anuncio que puede verse a continuación. Lo hemos emparejado con otro, encabezado por un ripioso lema, aparecido el 8 de febrero de 1953.


En América fue Beiersdorf (Nivea, Eucerin,...), una compañía que fecha en 1922 el lanzamiento de su primer apósito adhesivo con gasa (Hansaplast), la que acabó por convertir en denominación genérica su marca Curitas.

Proseguimos con tres sustancias de uso sanitario, pero ya relacionadas con la profilaxis: DDT, lisol y zotal.

DDT es la sigla con la que habitualmente se denomina al dicloro difenil tricloroetano, un compuesto organoclorado que fue sintetizado por primera vez en 1874 por el científico austriaco Othmar Zeidler. Sus propiedades insecticidas fueron descubiertas por el químico suizo Paul Hermann Müller, una investigación que le valió el Premio Nobel de Medicina de 1948. Aunque este producto desempeñó un papel decisivo en la lucha de enfermedades como la malaria, los efectos de su acumulación en las cadenas tróficas llevaron a su prohibición en los años setenta del siglo pasado.

Anuncio de Flit de 1947 que indica
la presencia de DDT en su fórmula
Con ser bien conocido que los procesos de producción del DDT estuvieron protegidos por diversas patentes, a los lingüísticos efectos de esta reseña, tenemos que señalar que no hemos encontrado ningún registro de esa sigla como marca.

Los laboratorios suizos J. R. Geigy, en que trabajaba  Müller, comercializaron a partir de 1941, con los nombres Gesarol y Neocid, los primeros insecticidas a base del entonces considerado casi milagroso compuesto. Pero el resto de fabricantes hacía libre uso de su nombre en la publicidad de sus productos, como puede comprobarse en el adjunto anuncio del popular Flit (una marca que llegó a ser toda una denominación genérica de los aerosoles insecticidas, pero eran tiempos en que la Academia era más severa en la admisión de palabras con origen en nombres comerciales) 

Vamos con el lisol, que el Diccionario define de la siguiente forma: De Lysol®, marca reg., 1. m. Líquido rojo parduzco mezclable con el agua, el alcohol y la bencina, considerado como buen desinfectante e insecticida. Este desinfectante y antiséptico, que no tiene artículo en español en la Wikipedia [ausencia finalizada en octubre 2020: enlace], fue desarrollado en 1889 por Gustav Raupenstrauch en una institución de sanidad alimentaria de Wiesbaden. El producto comenzó a ser producido al año siguiente por la compañía Schülke & Mayr de Hamburgo y en 1892 alcanzó notable popularidad cuando fue utilizado con éxito para combatir la epidemia de cólera que se desató en esa ciudad. 


La compañía Lehn & Fink Inc. de Nueva York comenzó a importar el Lysol tras descubrirlo en la Exposición Universal de París de 1889 y a producirlo por sus propios medios en 1912, para acabar por comprar Schülke & Mayr en 1919 (más sobre eso, en inglés). Al año siguiente se introdujo una variante para la higiene femenina y resulta destacable que entre los años 30 y 60 se hizo muy popular su uso como anticonceptivo, aplicado por irrigación vaginal. La marca es propiedad de la británica Reckitt Benckiser desde 1994 en que compró la compañía Sterling-Winthrop que en 1967 había absorbido Lehn & Fink.

Finalizamos esta tercera entrega con el zotal, que el Diccionario define como Desinfectante o insecticida que se usa generalmente en establos o para el ganado

Se trata de un producto creado por la compañía Burgoyne Burbidges, fundada en Londres en 1741, cuya comercialización en España concedieron en 1909 a José Tejera de la Torre, que estableció su negocio en la localidad sevillana de Camas. Hoy en día, el nombre de la empresa, que continúa en manos de la familia Tejera-Olivares, es Laboratorios Zotal SL (más sobre ese producto).






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