Comenzamos este séptimo repaso del año con una escueta referencia al artículo Lo inacabado, publicado por Fernando Savater hace ya una semana en El País. Un breve texto en el que hace uso del muy poco utilizado término pornosofía, que se utiliza para hace referencia a las reflexiones que pueda suscitar la pornografía. Las carcaterísticas de este blog nos impiden aportar ejemplos.
La detención de un narcotraficante que se borró las huellas de las manos ha propiciado algunas referencias a la lofoscopia, que es el estudio de las formas individualizadas que adoptan las crestas papilares. La Policía incluso emitió una nota de prensa sobre su gabinete de especialistas en la materia. E indagando sobre ello, hemos descubierto la existencia de una rara condición genética conocida como adermatoglifia, que provoca la total carencia de huellas dactilares.
El domingo nos llamó la atención el alcance geográfico del doodle dedicado a Molière, una animación que incluía referencias a cinco de sus obras, que fue utilizada por Google en gran parte de Europa Occidental e Hispanoamérica, pero no en la península ibérica. ¡Universal Molière, sres. buscadores!
Vamos con Álex Grijelmo, que dedicó el artículo Les comparto el verbo compartir a señalar el aumento de uso registrado por el verbo con que juega en su título. La que, en su opinión, se produce por sustitución de otros más precisos. Entre los ejemplos que cita, resulta particularmente significativo el que toma de la gala de los Goya, donde apenas se oye ya “dedico este premio a...”, habitualmente sustituido por “quiero compartir este premio con...”.
Concluye que tal vez se consoliden dos verbos “compartir” distintos. Por un lado, "el viejo y solidario verbo de buen rollo" con régimen preposicional (compartir con) y, por otro, el de nuevo cuño que se usa acompañado por un pronombre de segunda o tercera persona (te comparto, les compartí) y hace recaer el esfuerzo en quien recibe.
El propio lunes, Lola Pons Rodríguez publicó en el suplemento Verne de El País Torturas, gripes y pajaritos: lo español fuera de España. Un interesante recorrido por algunas de las cosas que otras lenguas califican como español.
En lo referido al habla, explica que decir que algo es para uno "un pueblo español" en eslovaco (To je pre mňa španielska dedina) o en checo (španělská vesnice), equivale a declarar que suena incomprensible. Lo que no aclara la autora es en que consistió la influencia de Goethe que apunta en el segundo caso. Y tampoco nos lo deja muy claro la traducción automática del correspondiente artículo del wikcionario checo.
Lo que suena raro o poco fiable se dice en alemán que "me suena a español" (das kommt mir spanisch vor), mientras que en francés "hablar como una vaca española" (parler comme une vache espagnole) es hablar muy mal la vecina lengua. En el artículo dedicado a esa expresión en el Wikcionario se cita un ejemplo de uso por Honoré de Balzac del año 1847 (en Splendeurs et misères des courtisanes, Troisième partie : Où mènent les mauvais chemins). Así que no ha sido cosa de los pobres españolitos exiliados o emigrados en la posguerra.
Como ejemplo de españolismo positivo, la lingüista aporta que "hablar en español" se aplica en Estados Unidos a quien desarrolla capacidades de seducción asociadas al estereotipo del latin lover. Pero, no se vengan demasiado arriba, también usan "llorar en español" para aludir al lamento exageradamente dramático.
En el artículo también se habla de la famosa gripe española, de la expresión francesa "el albergue español" (l'auberge espagnole), que da título a una película de 2002 aquí titulada Una casa de locos, de algunos instrumentos de tortura o de las defensas militares que nosotros llamamos caballos de Frisia.
Particularmente curioso es el caso de biombo, un término que de origen japonés (byómbu, variante de byóbu, y este de byó 'protección' y bu 'viento'), que nos llegó a través de portugués, con el que denominamos lo que en alemán (spanische Wand) y eslovaco (španielska stena) se dice "pared española". Cosas de la presencia española en Filipinas, donde tan bellas piezas se produjeron.
También cita la autora el nombre alemán de la cantárida, Spanische Fliege (mosca española), pero olvida mencionar que lo mismo ocurre en inglés, donde spanish fly se aplica, tanto al insecto (Lytta vesicatoria), como a los preparados de cantaridina, particularmente populares por su uso como afrodisiaco. Pero no solo. En el artículo de la Wikipedia anteriormente enlazado encontrarán la descripción que hace Gabriel García Márquez en “El general en su laberinto” (1989) de la intervención de esa vesicante sustancia en la muerte de Simón Bolívar.
Vamos con Álex Grijelmo, que dedicó el artículo Les comparto el verbo compartir a señalar el aumento de uso registrado por el verbo con que juega en su título. La que, en su opinión, se produce por sustitución de otros más precisos. Entre los ejemplos que cita, resulta particularmente significativo el que toma de la gala de los Goya, donde apenas se oye ya “dedico este premio a...”, habitualmente sustituido por “quiero compartir este premio con...”.
Concluye que tal vez se consoliden dos verbos “compartir” distintos. Por un lado, "el viejo y solidario verbo de buen rollo" con régimen preposicional (compartir con) y, por otro, el de nuevo cuño que se usa acompañado por un pronombre de segunda o tercera persona (te comparto, les compartí) y hace recaer el esfuerzo en quien recibe.
El propio lunes, Lola Pons Rodríguez publicó en el suplemento Verne de El País Torturas, gripes y pajaritos: lo español fuera de España. Un interesante recorrido por algunas de las cosas que otras lenguas califican como español.
En lo referido al habla, explica que decir que algo es para uno "un pueblo español" en eslovaco (To je pre mňa španielska dedina) o en checo (španělská vesnice), equivale a declarar que suena incomprensible. Lo que no aclara la autora es en que consistió la influencia de Goethe que apunta en el segundo caso. Y tampoco nos lo deja muy claro la traducción automática del correspondiente artículo del wikcionario checo.
Lo que suena raro o poco fiable se dice en alemán que "me suena a español" (das kommt mir spanisch vor), mientras que en francés "hablar como una vaca española" (parler comme une vache espagnole) es hablar muy mal la vecina lengua. En el artículo dedicado a esa expresión en el Wikcionario se cita un ejemplo de uso por Honoré de Balzac del año 1847 (en Splendeurs et misères des courtisanes, Troisième partie : Où mènent les mauvais chemins). Así que no ha sido cosa de los pobres españolitos exiliados o emigrados en la posguerra.
Como ejemplo de españolismo positivo, la lingüista aporta que "hablar en español" se aplica en Estados Unidos a quien desarrolla capacidades de seducción asociadas al estereotipo del latin lover. Pero, no se vengan demasiado arriba, también usan "llorar en español" para aludir al lamento exageradamente dramático.
En el artículo también se habla de la famosa gripe española, de la expresión francesa "el albergue español" (l'auberge espagnole), que da título a una película de 2002 aquí titulada Una casa de locos, de algunos instrumentos de tortura o de las defensas militares que nosotros llamamos caballos de Frisia.
Particularmente curioso es el caso de biombo, un término que de origen japonés (byómbu, variante de byóbu, y este de byó 'protección' y bu 'viento'), que nos llegó a través de portugués, con el que denominamos lo que en alemán (spanische Wand) y eslovaco (španielska stena) se dice "pared española". Cosas de la presencia española en Filipinas, donde tan bellas piezas se produjeron.
También cita la autora el nombre alemán de la cantárida, Spanische Fliege (mosca española), pero olvida mencionar que lo mismo ocurre en inglés, donde spanish fly se aplica, tanto al insecto (Lytta vesicatoria), como a los preparados de cantaridina, particularmente populares por su uso como afrodisiaco. Pero no solo. En el artículo de la Wikipedia anteriormente enlazado encontrarán la descripción que hace Gabriel García Márquez en “El general en su laberinto” (1989) de la intervención de esa vesicante sustancia en la muerte de Simón Bolívar.
La autorización del uso del lazo amarillo a los encausados en el juicio del Procès ha llevado a los medios de comunicación la expresión 'rango axiológico', que fue utilizada por Manuel Marchena en su argumentación (1). Mismo rango en la jerarquía de valores también habría servido.
El propio martes nos llamaron la atención unas declaraciones de la Ministra de Hacienda, archirreproducidas en los medios de comunicación, en las que utiliza el condicional donde procede el subjuntivo. ¡Como rasca ese “Si el presupuesto no saldría, pues evidentemente se acortaba la legislatura”!
Tras apuntar la segura influencia del anglicismo revisit, también recoge la línea de opinión de autores como Aurelio Arteta, quien sostenía en 2005 en El País que se trata de un ejemplo de la proliferación de los archisílabos. Un afán por estirar palabras más cortas con el mismo significado, porque al alargarlas adquieren un tinte más «exuberante».
Como ludolingüística conclusión final, la autora sostiene, con un punto de ironía, que quizá sea hora de que las entidades normalizadoras “revisiten” su postura frente a la inclusión de revisitar en sus diccionarios normativos.
Fundéu comenzó la semana recomendando la expresión flujo de trabajo para evitar el anglicismo workflow. En nuestra opinión, el sencillo término proceso también hace muy bien el papel en numerosas ocasiones.
Prosiguieron los urgentes con 7 claves de redacción para el juicio del procés, para pasar a señalar el miércoles que es preferible decir porcentaje de la representación, a de la representatividad, cuando se pretende hacer referencia al conjunto que secunda una opción o escoge una alternativa.
El jueves reconocieron como voces bien formadas el sustantivo sintiencia y el adjetivo sintiente, crecientemente empleados para aludir a la capacidad de sentir de los seres vivos.
Y ayer viernes, con Trump como imagen del apunte, explicaron que tachar y tildar son verbos introductorios de juicios negativos, que se construyen con la preposición de, y no con como.
Pasamos al Laboratorio del Lenguaje del Diario Médico. Fernando A. Navarro expone en Científicos con nula creatividad (I) algunos ejemplos de rutinaria denominación de especies animales. Pero, como bien dice, puede explicarse por la carga onomasiopoyética que deben soportar algunos científicos, como el aracnólogo alemán Carl Friedrich Roewer que describió y dio nombre a más de dos mil especies.
En la segunda parte, publicada el jueves, refiere el recurso a la guía telefónica de Papúa Nueva Guinea realizado por el equipo de Alexander Riedel en 2013. Pues tiene su punto de creatividad, como también lo tiene el uso de nombres de casco en idiomas diversos realizado por Katherine C. Nesheim para dar nombre a cinco nuevas especies de avispas caracterizadas por tener una gran cabeza con la forma de esa protección craneal.
José Ramón Zárate inicia Sapos y gusanos contra las demencias con la cita de una sorprendente receta de Jean Favre, uno de los médicos de Luis XIV, publicada en 1652 y recogida por el catedrático Francisco Javier Puerto en el libro 'Los remedios contra la peste negra' (2013). Pero el meollo del artículo es la denuncia del preocupante aumento de las pseudomedicinas para las demencias, así como de los suplementos dietéticos, que muchas veces son defendidos en base a una inocuidad que solo es aparente, porque tienen un coste evitable, distraen de otras acciones y refuerzan la citada pseudociencia.
Enclave Rae propuso ayer en su Twitter un nuevo reto, con sendos zascas incluidos para timoratos y osados. Buena introducción para nuestro habitual humorístico final, que proseguimos con las paronimias propuestas por Postigo en El Periódico de Aragón. Debajo, la reflexión inetrlingüística de JJ Aós en Notcias de Navarra (aunque urna, en propiedad, es ballot box)
P.S.- Con notable retraso hemos tenido noticia de la versión del poema de Ann Telnaes, realizada en clave política estadounidense.
(1) La referencia a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre casos en Bélgica y Bosnia y Herzegovina es la que sigue: "En los dos casos, tanto Bélgica como Bosnia y Herzegovina fueron condenadas por no permitir la utilización de símbolos que en aquel momento fueron considerados por el tribunal como símbolos religiosos. Es cierto que no se trata de un símbolo religioso, pero el rango axiológico por el que lo contempla el Convenio de Roma es el mismo: símbolos religiosos e ideológicos."
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