Pónsela, póntela

Sorprendente verbo el desplegado por el Ministro del Interior para anunciar la detención del pederasta que había sembrado la alarma en Madrid. Tratándose de un convicto por ese mismo delito parece que sobra lo de “podemos asegurar que las dificultades de la investigación no tienen precedentes en España". Vamos a permitirnos recomendarle que se lea alguno de los muchos e interesantes libros sobre la lucha contra Eta que hay publicados. Y es que aparte de los numerosos sacrificios relatados, si de dificultad se trata, podrá enterarse de episodios como la detención de Kubati. El brillante resultado de que los agentes de la Guardia Civil consiguieran controlar simultáneamente y sin levantar sospechas las 1.600 cabinas telefónicas que entonces había en Guipúzcoa. Impresionante forma de sacar partido de la bastante vaga información de que el etarra iba a efectuar una llamada desde una de ellas a una hora determinada.

En el caso ahora resuelto sería sorprendente que conociendo las características criminológicas de los delincuentes sexuales no se hubiese comenzado la búsqueda por quienes tienen antecedentes por el mismo delito. Y encima este se puso una cruz marchándose de Madrid.

No ponemos en duda que los agentes encargados hayan trabajado con intensidad y brillantez, pero da la impresión de que la tan exaltada dificultad no habrá consistido tanto en identificarlo como en probar su vinculación con los que han resultado ser cinco asaltos consumados y tres tentativas. Así que una primera cautela ante la anunciada condecoración de algunos agentes bien podría ser que esas pruebas lleguen a ser consideradas suficientes por un juez. Cierto que va a ser difícil que alguno se ponga muy tiquismiquis con lo sensible que anda la opinión pública. Por mas que actúen en sentido contrario los irresponsables esfuerzos de parte de la prensa para facilitar la anulación de las futuras ruedas de identificación intentado conseguir a cualquier precio fotos actuales del sospechoso (antiguas se han visto unas cuantas, pero parece que hay un cambio suficiente) .

Tampoco es mal momento para que dé algunas explicaciones el o la magistrada que tuvo lo que corresponda para dar el tercer grado a este monstruo en contra del criterio del juez de vigilancia penitenciaria y la junta de tratamiento, los que mas saben del reo. Sin apasionamientos ni tentaciones linchadoras debe rendir cuentas sobre los que tuvieron que ser poderosos motivos. ¿Falta formación criminológica en los jueces? Hemos oído decir a una supuesta experta que el índice de reincidencia en este tipo de delincuentes es del 90%, aunque mucho nos parece (ayer mismo se daba cuenta del intento del “violador del estilete”). Pues hay profesionales de la justicia que no se enteran.

Volvemos a lo de las medallas. Además de esperar a que se sustancie el resultado del trabajo policial en forma de condena, ¿se han fijado que en este caso ha desaparecido del lenguaje ese presunto tan obsesivo otras veces en los periodistas?, falta algo aun mas importante. Mas allá de lo que diga el correspondiente reglamento de condecoraciones parece que estas deberían reservarse para aquellos casos en que medie la asunción de especiales riesgos personales u otras circunstancias excepcionales, por mas que para algunos trabajar mucho lo sea.

Así que no podemos sino concluir que esto mas bien parece la forma que ha encontrado el Ministro de autoimponerse en pecho ajeno una simbólica condecoración. ¿¡Veis qué bien lo hacemos!?

Simbolismo por simbolismo, nosotros queremos enseñarle como era nuestro viejo “Baby Alice” para que, a su vez, tenga conocimiento de que hace bastante que hemos dejado de chuparnos el dedo.

P.S.-Una vez publicado el apunte nos enteramos de que los archivos policiales parece que son deficientes y, además, no están coordinados con los judiciales. Peor nos lo ponen a efectos de recompensar a los responsables. Si lo sabían mal, si no lo sabían peor.

También nos enteramos que los condecorados son nada menos que 56 (nota de prensa). ¡Qué barbaridad! Mira que no se habrán visto los Geos en "fregaos" mas peligrosos en los que no les han dado ni las gracias.