Retomamos esta serie en suspenso desde hace dos meses en el Salón de 1859 cuyo repaso comenzamos recorriendo las ilustraciones publicadas por Honoré Daumier en Le Charivari a partir del 6 de abril de aquel año. Como en otras ocasiones, iba preparando a los lectores para la gran cita parisina con el arte que ese año sería inaugurada inusualmente pronto. El día 15 de abril se celebraba la ceremonia de apertura en el Palais des Champs-Elysées, anteriormente conocido como Palais de l’Industrie por la función que desempeñó en la Exposición Universal de 1855. Junto a esta líneas puede verse la primera página de Le Monde Illustré del 23 abril en que se daba cuenta de esa inauguración. La imagen de portada era un grabado de Gustavo Doré que representaba la espera de los artistas ante la entrada a ellos reservada.
En la primera ilustración publicada por Daumier también era un artista el protagonista, pero este se quejaba de que el jurado, que admitió 3.887 obras (enlace al catálogo), hubiera rechazado su cuadro. En la siguiente un burgués comentaba ante su busto lo halagador que resultaba saber que todo París iba a verle expuesto. Su esposa mostraba, en cambio, su enfado porque el artista le hubiera representado sin corbata e instaba a su marido a que le pidiera que, cuando menos, le colocara un cuello de camisa.
La tercera ilustración ya tiene lugar dentro de la exposición en la que un matrimonio valora la imposibilidad de ver tan extensa muestra en un solo día. Por ello acuerdan que uno mire los cuadros del lado izquierdo y otros los del derecho, para comentarse lo visto al llegar a casa.
Tenemos una versión en color de la ilustración nº 4 en la que un artista se queja de la colocación de su obra empotrada entre otras. Pero el espectador replicaba que debería estar encantado porque sus pequeños cuadros estaban colocados por encima de los de Meissonnier (quien, por cierto, no estuvo presente en el Salón de ese año).
La quinta lámina, publicada el 22 de abril, contraponía la reacción de dos artistas, el admitido que alababa el gusto del jurado, y el rechazado que los tildaba de cretinos.
Pasamos a la número siete, no tenemos certeza de que llegara a publicarse una identificada con el seis, en que un artista maldecía la imagen de su casero, que era la que había representado en el cuadro que resultó rechazado.
En la numerada con el ocho, publicada el 27 de abril, un artista rechazado muestra su queja de que hubieran admitido una representación vegetal que consideraba horrible. Sin embargo, el espectador lo consideraba encantador y valoraba el talento de su autor. Una afirmación que le valía una irónica réplica del artista: ya veo que el señor es amigo del pintor y, sin duda, incluso habrá posado para el cuadro.
En la última que conocemos, que es la identificada con el nº 11, nuevamente desconocemos si hubo 9 y 10, un farmaceútico discrepa de su esposa ante un cuadro que no la gusta. Ello porque creía que podría tratarse de la prueba de un nuevo medicamento, una suposición que se dispone a confirmar en el catálogo.
El parodiado es 'L´amour en visite' de Jean-Louis Hamon (nº 1.395 de catálogo), un cuadro del que el Museo de Bellas Artes de Lille conserva una copia al carboncillo que nos sirve para hacernos una idea de la humorística distorsión aplicada por Daumier. Volveremos sobre el mismo en la próxima entrega de esta serie. En una de las planchas que cierran este apunte encontrarán la caricatura que nos dará pie para ello.
Nadar hizo diversas menciones al Salón en el repaso gráfico del primer semestre que hizo conjuntamente con Darjou en el número del 16 de abril del Journal Amusant. Barriendo para casa, no olvidemos que Nadar también era fotógrafo, el humorista reseñaba que, por fin, la fotografía tenía un pequeño espacio en la muestra. De hecho el fue uno de los grandes responsables de que la tercera exposición de la Société française de photographie (SFP) se celebrara en el marco del Salón de 1859 (más sobre eso, en francés).
En otra viñeta representaba las prisas de última hora que, con ironía, consideraba normales dado que tan solo hacía dos años que los artistas tenían noticia de la celebración de esta muestra que había pasado a ser bienal desde 1850. Debajo, unas viñetas con referencias a los rechazados y las hipotéticas presiones de un escultor sobre el jurado.
Añadimos el resto de viñetas de ese repaso trimestral con referencias a la muestra. El artista que se aplica a finalizar la 'Virgen del cerdo' ('Vierge au cochon') es una típica caricatura de Courbet (véase Caricaturarte 23) quien, sin embargo, no participó en ese Salón. Siguen alusiones a la altura de los cuadros, los peligros de la pintura fresca o de los empastados. Cierra la serie unos ganadores de honores que son calificados como resultado de una lotería.
El siguiente trabajo de Nadar sobe el Salón, este ya en solitario, se publicó en el Journal Amusant del 4 de junio. Anticipamos las dos primeras planchas, pero su análisis detallado lo realizaremos ya en una próxima entrada.
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