Retomamos el recorrido por el "humor de cine" de julio, iniciado aquí, con una viñeta de Idígoras publicada el sábado 13 en el diario Sur. Una pieza que recrea una escena de 'El apartamento' (1960) para cuestionar la celebración de la próxima gala de los Goya en Málaga.
Saltamos a Estados Unidos para ver el uso que hizo Mike Luckovich de 'La Guerra de la Galaxias' para representar la confrontación que viven los demócratas, para regocijo del presidente cuyo flequillo señala la asignación del papel del malvado Darth Vader.
Nos vamos ahora al Reino Unido, donde Graheme Bandeira se sirvió de uno de los leones del monumento a Nelson de Trafalgar Square para poner imagen a la parodia del título de 'El Rey León' que utilizó para tildar de mentiroso a Boris Johnson.
En Estados Unidos, el mismo juego de palabras fue aplicado por Mike Peters a Donald Trump en una viñeta publicada el 25 de julio, cuya iconografía sí que ya evocaba la del film.
Volvemos a España donde el día 15 Gallego y Rey convirtieron a Pedro Sánchez en el protagonista de la versión cinematográfica de 'Misión Imposible' (1996), que presentaron colgado de un arnés representativo de los 123 escaños del Psoe.
El dibujante apuesta por la conservación de la tradicional fórmula de los martinis de Bond, “Shaken, not stirred” (“"agitado, no revuelto"”, en francés “[mélangée] au shaker, pas à la cuillère” [lit. a la cuchara]) que el doblaje español, ¿se encargaría de la traducción un purista de la coctelería?, cambió por el ortodoxo “mezclado, no agitado”. Increíble falsificación de esa sibarita transgresión.
Proseguimos con el inglés Brighty que utilizó a la villana Úrsula de La Sirenita de Walt Disney como modelo par representara su tocaya recién nombrada presidenta de la Comisión Europea. No ha sido una muy cortés bienvenida, pero lo cierto es que no hay disponibles muchas úrsulas famosas.
Bill Bramhall y Tom Stiglich buscaron en los dibujos animados de televisión sus modelos para representar al fiscal Mueller, cuyo rostro no es precisamente un modelo de jovialidad. Y optaron, respectivamente, por el perro Droopy (enlace a un vídeo que concluye con su peculiar forma de proclamar que está feliz) y Elmer Gruñón (en inglés Elmer Fudd), el cazador que aparece en muchos episodios de Bugs Bunny y del Pato Lucas.
Son incontables los dibujante que han subido a Donald Trump a una bomba, a imitación de la famosa escena final de "¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú" (1964; título original "Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb"). La aportación de John Cole al cliché que se analiza el apunte Cabalgamombas es el nombre de odio que dio a su artefacto. Añadimos algunas otras presidenciales interpretaciones.
Más recreada aún, aunque esta con mucho más diversos protagonistas, ha sido la escena del derribo de la puerta de 'El resplandor' (The Shining, 1980). Peter Brookes, que ya la ha utilizado previamente en diversas ocasiones, se la ha aplicado esta vez al nuevo primer ministro de su país.
Nutrida colección de interpretaciones de King Kong las que acumula el rubio premier. El dibujante Oliver Schopf añadió una más desde el diario austriaco Der Standard (26/7), pero ya se ve que no estimó necesario potenciar el gorilesco aspecto de su caricatura.
El norteamericano Pat Bagley optó, por su parte, por recrear el famoso acceso de la estación londinense de King's Cross al Expreso de Hogwarts de Harry Potter. Habrá que esperar a ese brexitario límite del 31 octubre para ver como acaba este cruce de la pared.
Y a la vista de todo lo que aún nos queda por mostrar, nos detenemos aquí, emplazándoles a volver mañana para leer la tercera y última parte del recorrido por el humor de cine de julio.
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