sábado, 8 de diciembre de 2018

Cosas de la lengua 49/2018


Comenzamos con el artículo Donde llueve 'harinilla': palabras que nos ha dado Andalucía subido por Lola Pons Rodríguez al suplemento Verne de El País un par de horas después de nuestro último repaso lingüístico. Muy interesante colección de andalucismos encabezada por la denominación que la autora prefiere contraponer con el vasquismo chirimiri al asturianismo orballo (orbayo / orbayu).

Los denisovanos también tenían sexo es el peculiar título que Alex Grijelmo dio a su artículo del pasado fin de semana. Una pieza dedicada a las expresiones que utilizamos para denominar el acto sexual. Se nos ha hecho llamativa la ausencia de explicación de que el gentilicio del título procede de la región de Denisova, en los montes Altai del sur de Siberia, donde se encontraron los restos del fruto de la relación de una homínida y un neandertal. Muy oportuna resulta, en cambio, la aclaración de que “hacer el amor” ha tenido considerable uso con el significado de “cortejar” o “enamorar”, como ilustra con un ejemplo de la novela 'Fortunata y Jacinta' de Galdós.

El periodista de El País hizo doblete lingüístico con un más enjundioso texto titulado ¿Invisibiliza nuestra lengua a la mujer? En el mismo encontrarán reflexiones como quienes entienden que el masculino genérico “invisibiliza” a las mujeres ponen en juego factores emocionales legítimos, basados en una realidad injusta, y proyectan sobre la lengua algunos problemas y discriminaciones que se dan en ámbitos ajenos a ella. Algún esclarecedor ejemplo, como que la ausencia de género del magiar (o casi, del turco), no hace a sus hablantes menos machistas. Como no son matriarcales ni igualitarias a las sociedades que hablan lenguas que tienen el femenino como genérico (apunta caribeñas como el guajiro, además del koyra de Malí y el afaro etíope).

Lo cierto es que esta semana ha venido cargada de artículos sobre esa misma cuestión. Otro ejemplo es Política, machismo y privilegio: lo que hay más allá del debate del lenguaje inclusivo, publicado por Luis Alemán y Darío Prieto en La esfera de papel de El Mundo acompañado del suelto "Lentejas" de Elvira Navarro. Diríase que sobra pasión en este debate.

El Martes Neológico se ocupó de la vigorexia, que es el ‘trastorno caracterizado por la obsesión patológica por desarrollar los músculos’. Marina Berri explica que la formación de la versión española de lo que en inglés es bigorexia, formada a partir de big (grande), copiando la estructura de anorexia (del griego, an-, que significa ‘sin’, y orexis, ‘apetito’), buscó naturalizar la formación tomando como raíz la palabra vigor. Pero se observa una haplología (omisión de fonemas), porque en puridad debería ser vigororexia.

Algunas denominaciones alternativas de ese trastorno son anorexia inversa (porque quien padece anorexia se percibe obeso y en el caso de la vigorexia se percibe débil), dismorfia muscular, que es la denominación médica habitual, y complejo de Adonis o complejo de Hércules.

Pasamos al Laboratorio del Lenguaje del Diario Médico con el artículo Néctar y ambrosía que José Ignacio de Arana dedicó el domingo a la bebida y comida de los dioses griegos.

Fernando Navarro subió al blog médico el martes una semblanza biográfica de Émile Littré (1801-1881), originalmente publicada en la revista Panace@. Y es que el autor de uno de los más famosos diccionarios del francés era médico de formación.

Ciencia compartida: el Instituto de Salud Carlos III lanza un catálogo biomédico abierto es el descriptivo título del artículo publicado el jueves en el que se reseña la disponibilidad pública de un catálogo que contiene 140.000 registros bibliográficos, 19.194 revistas, 67.927 fondos en papel y 382.377 fondos electrónicos.

Y hoy mismo, Fernado A. Navarro explora posibles españolizaciones de ‘Big Data’. Interesante su propuesta de miriadatos, pero mucho nos tememos que permanecerá el anglicismo.

Fundéu se sirvió del superfluo neologismos complejizar, que nada aporta sobre complicar, para advertir en su apunte del lunes sobre la tendencia a crear términos que no añaden ningún valor semántico, que parecen pretender dar enjundia al discurso con el mero expediente de aumentar las sílabas de las palabras

Al día siguiente, con motivo del inicio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Sáhara, publicaron unas claves de redacción sobre el territorio que fue provincia española entre 1958 y 1976.

El miércoles se ocuparon de la expresión Alto Comisionado, y el jueves dieron su visto bueno al sustantivo mena formado por lexicalización de la sigla MENA (‘menor extranjero no acompañado’).

Ayer se ocuparon en primer lugar de la expresión barra brava, que también puede escribirse como una sola palabra. Un penoso derivado de la 22ª acepción de barra (público que asiste a las sesiones de un tribunal, asamblea o corporación), posteriormente aplicada (23ª) a los grupos duraderos de amigos que comparten intereses comunes y suelen frecuentar los mismos lugares y a (24ª) el conjunto de seguidores de un partido político.

Y finalizaron su serie semanal con la reproducción de unas claves de redacción, fechadas con notoria errata (10/12/0201), motivadas por la Conferencia de las Partes (COP24) sobre el cambio climático que se celebra en Katowice (Polonia).

El Institut d'Estudis Catalans ha anunciado las diez c y la Fundación del Español Urgente (en castellano) o los diccionarios Oxford (en inglés) han tomado como costumbre en los últimos años elegir la palabra del año, o el neologismo del año, para señalar los fenómenos sociales más recientes que han irrumpido con tal fuerza que han dejado impronta inmediata en el lenguaje. Oxford ya ha decidido su palabra del año del 2018 ('toxic'). La Fundéu aún no ha comunicado sus finalistas.

El catalán también elige desde el año 2014, en que se optó por estelada, su palabra del año. La condición es que sea un neologismo no presente en el 'Diccionari de la Llengua Catalana' o que, si ya estuviera en el mismo, presente un nuevo significado. El Institut d'Estudis Catalans (IEC) y la Universitat Pompeu Fabra (UPF) han anunciado las diez candidatas de este 2018 que serán sometidas a votación popular: 'criptomoneda', 'demofòbia' (aversión a la democracia, con una referencia en las reseñas a su "lanzamiento" por Romeva; nada resiste en la Cataluña actual el tinte groc), 'èpic' (épico, con la acepción de grandioso, en nuevo uso coloquial), 'migrant', 'microplàstics', 'narcopís', 'pis rusc' (piso colmena, por las viviendas minúsculas que un promotor pretende construir en Barcelona), 'seriòfil' (aficionado a las series; puro homenaje a Netflix), 'sororitat' y 'sostre de vidre' (techo de cristal). Más detalles, en español y en catalán.  

Además de la ya citada 'estelada' (2014), las palabras elegidas en ediciones anteriores fueron 'dron' (2015), 'vegà' (vegano, 2016) y 'cassolada' (cacerolada, 2017). Pare sta edición apostamos por una delas dos últimas, porque el feminismo es el vehículo idóneo para obtener un resultado à la page, a la par que políticamente correcto.

En la neología humorística vamos a destacar el susanatorio ideado por Postigo para 'el Periódico de Aragón'mientras que Idígoras optó por el 
calambur confianza / con fianza en una de las que publicó en el diario Sur y Mortiner recurrió a la dilogía en su visión para 'El Comercio' de la corporación municipal gijonesa.

Finalizamos con una homenaje a la Constitución de JM Nieto publicado en Abc, que nos da pie a finalizar recordando el texto íntegro original del soneto 'Miré los muros de la patria mía' de Francisco de Quevedo. Una composición que fue dada a la imprenta en el cancionero religioso Heráclito cristiano (1613). 


Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.

Salime al campo: vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,
mi báculo más corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.



No hay comentarios:

Publicar un comentario