sábado, 29 de diciembre de 2018

Cosas de la lengua 52/2018


La semana pasada dejamos sin reseñar la presentación de las novedades del DLE realizada el día 21 por la académica Paz Battaner y el director en funciones de la RAE Darío Villanueva (el recién elegido Santiago Muñoz Machado tomará posesión como nuevo director en el pleno del 10 de enero). Y no queremos dejar de recordar que la edición 23.2 del DLE incorpora un total de 2.451 modificaciones, 1.680 de las cuales son enmiendas, 748 adiciones de nuevos términos y 23 supresiones (una cuenta que transcriben incorrectamente todas la reseñas periodísticas que hemos leído, incluida la que, a continuación, enlazamos en El País).

Como ejemplo de las modificaciones se ha destacado que feminicidio ha pasado de ser el “asesinato de una mujer por razón de su sexo” con que fue definido con motivo de su ingreso en el Diccionario en octubre de 2014 (más detalles), a ser el “asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia”.

Desconocemos cuantas de esas modificaciones puedan afectar a las notas etimológicas, nos imaginamos que muy pocas, pero nos ha hecho ilusión observar que, tras casi un lustro de espera, por fin ha quedado subsanado el error que poníamos de manifiesto en el apunte Un "falso amigo" escondido en el Diccionario (y que notificamos a la docta institución en el oportuno formulario). Con todo, nos preguntamos si costará tanto enviar un escueto correo, en plan Nos es grato comunicarle que, atendiendo a su ...


En relación con las novedades, las crónicas periodísticas han destacado voces como escrache, meme, viagra, viral, abrumante, ciberarte, femicidio, subtrama, selfi, feedback, multitarea, matematización, monitorear, multifunción, numerología, sismicidad, tercerización, autofinanciar o electro, y americanismos como gerenciamiento, guardiacárcel, efectivar, complotista, quechuista, aprestamiento, baipasear, sojero o ñeco.

Lo que no hemos encontrado es detalle alguno sobre las 23 supresiones. A ver si algún académico se anima a contar algo sobre esa cuestión.

Pese a coincidir su jornada de publicación con la festividad de Navidad, el Martes Neológico  acudió puntual a su cita. La palabra elegida fue crooner, la denominación que reciben cierto tipo de cantantes cuyo prototipo podría ser Frank Sinatra. Un término que deriva del verbo inglés to croon que, en primera acepción, es cantar o hablar de manera suave y murmurante y, en segunda, cantar de una manera íntima y suave adaptada a sistemas de amplificación.

Si en algunos comentarios anteriores hemos puesto de manifiesto, aportando nuestro propio análisis,  el insuficiente uso que esa sección suele hacer de significadas hemerotecas para datar la introducción de nuevas palabras, en esta ocasión Mercè Lorente señala que la voz tratada aparece por primera vez en La Vanguardia en 1933 y en ABC en 1954. Conforme con lo primero, una presencia en forma de repetido anuncio del espectáculo  del "famoso director, crooner y pianista Paul Carlyle" en la Granja Royal (enlace al del 31/10/33), pero en el caso del diario madrileño hay varias apariciones anteriores a 1954, con una primera en la reseña de la película "Camino del Río" del 23 de diciembre de 1949. Se nos hacen un tanto injustificables este tipo de imprecisiones.

Líder de liderazgo, o líder de liderato tituló Álex Grijelmo su análisis de las dos acepciones que tiene la palabra procedente del inglés leader. La que tanto designa a la “persona que dirige o conduce un partido político, un grupo social u otra colectividad” como a “la persona o entidad que va a la cabeza entre los de su clase, especialmente en una competición deportiva”. Dos variantes cuyo ejercicio convencionalmente designamos, respectivamente, con los sustantivos “liderazgo” y “liderato”.

Observa el periodista que en la política hay dos tipos de líder, el que se limita a interpretar lo que el público quiere que haga, y el que se dedica a convencer al público de qué es lo que conviene hacer.  Sostiene que la mayoría de los líderes actuales prefiere renunciar a un acuerdo, que renunciar a una sola idea de las que sostienen sus correligionarios, aunque algunas de ellas las vean inconvenientes para la situación de hoy. Discrepamos ampliamente, por mucho que los ahora pactados, generalmente sean acuerdos de corto alcance y no los grandes consensos constitucionales de la Transición.

El Laboratorio del Lenguaje del Diario Médico publicó el día de Nochebuena una reseña del especial navideño del British Medical Journal (BMJ), que da continuidad a la tradición de publicar algunos estudios cargados de humor. Como el que analiza si los paracaídas reducen la mortalidad tras saltar de un avión (enlace al artículo y al índice de ese número). El importante detalle es que fue realizado con saltos ejecutados desde una altura de 0,6 m. Pero ese ejemplar de la revista no sólo incluye artículos cargados de ironía, puesto que también presta atención a cuestiones como la humanidad en medicina. Esto por medio de un compendio de opiniones de médicos que explican cómo pequeños actos de amabilidad ayudan a forjar un día a día más llevadero.


Fernado A. Navarro hace en Nuestro sistema universitario cumple ocho siglos un breve recorrido por el nacimiento de la enseñanza superior en español a partir de la fundación de la Scholas Salamanticae por una cédula del año 1218 del rey Alfonso IX de León.

En el artículo escuetamente titulado EstrafalarioIgnacio de Arana reflexiona sobre lo habitual, incluido el campo de la medicina, de las conductas cuya denominación tiene como raíces extra y falar. Lo que etimológicamente es, por tanto, “lo que no se puede describir con palabras”.

Y ayer viernes, Navarro tomó el relevo con Palabras para el cabello. Un artículo en le que reproduce una lista de olvidadas palabras capilares coleccionadas por Xosé Castro. Si tuvieran interés en profundizar en el término tolanos, no tienen más que seguir el siguiente enlace al blog palabraria

Fundéu hizo puente y retomó su actividad el miércoles con un doble apunte. El primero un recordatorio de que o sea se escribe en dos palabras, y no en la forma osea ni en la variante popular o séase, que estuvo seguido por un apunte sobre la correcta escritura del nombre del volcán Estrómboli. Al que también cabe hacer referencia por medio de su topónimo italiano Stromboli, mientras que desaconsejan el híbrido Strómboli, sin e inicial y con tilde.

El jueves explicaron que la palabra bebé puede ser femenina (la bebé, una bebé) cuando se alude a una niña, mientras que ayer publicaron unas claves de redacción sobre la elecciones que se celebrarán el domingo en la República Democrática del Congo, que la violencia y el ébola han obligado a aplazar en algunas zonas del país (más detalles).

Y hoy sábado, los urgentes han dado a conocer su elección como palabra de año, que ha sido microplástico, la voz que designa los pequeños fragmentos de plástico que se han convertido en una de las principales amenazas para el medioambiente y la salud de los seres humanos. Nos alegramos de haber errado nuestro pronóstico.

Aprovechamos para recordar que la del Diccionario Oxford ha sido toxic. Una elección que tiene mucho que ver con el ataque, con toda probabilidad ejecutado por el espionaje ruso, sufrido por el ex-agente de ese país Serguéi Skripal y su hija. Interesante la lista de habituales compañeros (collocates) incluida en la reseña.

En relación con el lenguaje del humor, nos ha llamado la atención la frase 'we are being tweeted out of Syria' que hemos visto en una viñeta de Patrick Chappatte. Una buena muestra del neológico juego que dan en los phrasal verbs del idioma inglés.

Poco que reseñar, en cambio, en el humorismo nacional, se nota que Postigo está de vacaciones, pero resulta destacable la irónica expresión que Argote puso en boca del rey emérito aplicando una oportuna dilogía.






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