sábado, 22 de enero de 2022

La lengua en la semana 3/2022

 

“Centrales sindicales”, camino del olvido es el provocador equívoco utilizado por Álex Grijelmo para titular su reflexión del pasado domingo sobre lo mucho que ha tardado en ser desplazado del lenguaje, sobre todo periodístico, ese sintagma. Fórmula aplicada durante mucho tiempo para evitar la peyorativa connotación que arrastraba la palabra “sindicatos” por asociación con los verticales del franquismo.

Una pena la final caída en la tentación del mistificador eslogan que invita a recordar los perversos efectos de las malas compañías. Su compañero Juan Cruz, cierto que con un empujón de por medio, acaba de poner remedio.

Y llega la mojiganga tituló Lola Pons su columna del lunes en el propio diario El País. Porque, en la opinión de la catedrática sevillana que compartimos, la actividad preelectoral de los partidos se asemeja a la teatral farsa así denominada. Pero mucho nos tememos que no es que venga para quedarse, como apunta en su frase final, sino que lleva cómodamente instalada mucho tiempo.

Pasamos al Cervantes Virtual, donde Mònica Vidal Díez trató en el Martes Neológico sobre confrontacional. Un adjetivo con registros lexicográficos fechados ya en 1984 que compite con confrontativo. Y en 1975 documenta el Oxford English Dictionary (OED) su equivalente inglés. Vocabulario para la mojiganga.

De lo publicado en la sección Rinconete vamos a destacar Ad astra (12). Aquellos maravillosos cincuenta… y sesenta de Rodolfo Martínez.  Acompañamos la mención con un recordatorio gráfico de «La Gioconda está triste», el relato de José Luis Garci citado en el texto que fue llevado a la pantalla por Antonio Mercero

Una inquietante muestra de la degradación de la calidad de las instituciones es la que pone de manifiesto el artículo publicado en la Diario La Ley por el catedrático de Derecho Civil Ramón Durán Rivacoba y la profesora Verónica del Carpio sobre el garrafal error del nuevo artículo 914 bis del Código Civil donde se confunde «causante» con «causahabiente».

Un desatino que los autores ven equivalente a utilizar el término «empleado» en una ley laboral cuando se quiere aludir a «empleador», o «arrendatario» por «arrendador» en una norma sobre alquileres. O sea, el intercambio de términos jurídicos íntimamente relacionados, pero conceptualmente opuestos. 

Si hubiera una figura retórica de la semana, la de esta seguramente sería la paralipsis: expresión que aparenta que se quiere omitir algo (DLE). La forma de tirar la piedra y esconder la mano tan mal teatralizada por un miserable concejal de Zaragoza apellidado  Cubero (enlace vídeo). 

También queremos dar cuenta de que una vez que cisgénero acaba de ingresar en el diccionario, ahora es cisfobia la que parece presentar candidatura con el impagable apoyo de algún programa de televisión. Lenguaje para emergentes metaversos (y clickbaits para prensa deportiva).

Pasamos al lenguaje del humor con la visión de Bernardo Erlich de un televisivo asesor que bien podría apellidarse Carballo o López Guerrero (este autor del inefable artículo 'Coronavirus, más que un catarro, menos que una gripe'publicado cuando en Wuhan ya habían entrado en servicio dos hospitales de emergencia construidos en tiempo récord). ¿Qué podía salir mal?


Buen complemento resulta sobre los opinadores televisivos, porque el humor se había centrado en la parte menos cualificada del gremio, como ocurre en la tira de JL Martín del pasado mes de mayo o los que ese mismo dibujante confrontaba un año antes con auténticos especialistas.

También nos parece oportuno recordar a Ángel Manuel Sabedor Bocón, un héroe descubierto por Oroz. O, ya al margen del ámbito sanitario, el practicante de beachsplaining de la tira de Sansón del 20/8/21. Este asunto de los sabihondos va pidiendo un monográfico.

Padylla proponía el pasado domingo una hiperbólica forma del coloquial "sujétame el cubata" que invita a recordar su versión de la expresión original del pasado mes de octubre.

El comentario de la volcánica versión nos llevaba en su día a recordar el  "¡Sujétame el cubata!" de  Guillermo en una portada de 2020 de la revista granadina El Batracio Amarillo.  

Y hoy la complementamos con dos ejemplos de uso humorístico de la versión inglesa de la expresión, que es "hold my beer". No se puede decir que el estadounidense Branco no barruntara hace algo más de un año de lo que venía, mientras que la viñeta de los sudafricanos Dr Jack & Curtis del 1/3/20, ojo a la fecha, escogía la marca que tanto tuvo que soportar en los primeros compases de la pandemia.


Volvemos al humor nacional con Gallego y Rey, que dibujaron la expresión "quedarse a cuadros" en una de las cuatro viñetas que vimos el jueves sobre la nueva vida sentimental de Urdangarín


Qué penosos resultan, por cierto, esos presuntos periodistas en busca de carnaza al intentar provocar alguna airada reacción de un chaval de 20 años. Pero esta vez toparon con esa poderosísima arma que es la educación. 

Los propios humoristas del diario El Mundo tiraban ayer del repertorio de Chiquito de la Calzada para poner un "CIStro" en boca del desnortado Pablo Casado, mientras que el canario J. Morgan apoyaba en el identitario ¡pecadorlrr! su viñeta sobre la pederastia en la Iglesia católica.


Tuiteábamos anteayer que pocas veces se ve una viñeta con tanta carga semántica como la de Morten Morland del pasado lunes. Y es que la pieza cuyo titulo parafrasea 'Operation Red Meat' [1] combina la adjudicación a la ministra de Cultura Nadine Dorries de un quijotesco aspecto, con referencias a la expresión inglesa flogging a dead horse (perder el tiempo con una causa imposible) y a la argucia conocida como dead cat strategy, que consiste en introducir algún elemento impactante para desviar la atención de un tema que resulte perjudicial (no confundir con el bursátil rebote del gato muerto, dead cat bounce, tratado en la semana 49/2021). La felina denominación de tan viejo truco suele asociarse con el uso del mismo por parte del asesor político australiano Lynton Crosby, que fue director de campaña de Boris Johnson en las elecciones que le llevaron a la alcaldía de Londres en 2008 y 2012.


Procede añadir que Dave Brown también dedicó una de sus viñetas a eso gatos muertos que, en su opinión, ya habría agotado el premier británico.

Tricoteuse, que es tejedora en francés, tiene un significado histórico muy específico derivado de la denominación dada a las mujeres (primero conocidas como «enragées» o «furies de la guillotine») que se entretenían tejiendo junto a la guillotina mientras presenciaban las ejecuciones que tanto se prodigaron en la Revolución francesa. Peter Brookes dio humorístico uso al concepto colando en el grupo al ex asesor Dominic Cummings entregado a una práctica bien diferente. [2]


Charles Dickens incluyó entre los personajes de su 'Historia de dos ciudades' (A Tale of Two Cities, 1859) un furioso personaje llamado Madame Defarge. Una tricoteuse que ayudó a popularizar entre el público británico a esas revolucionarias que John McLenan representó en la ilustración que encabeza la 30ª entrega de la publicación de la novela en forma de serial en la revista americana Harper's Weekly (incluida en el número del 3 de diciembre de 1859; p. 781). No contó con ilustraciones. en cambio, la publicación seriada realizada en el Reino Unido por la revista All the Year Round que fue la que encargó el relato a Dickens (una edición simultánea con entregas mensuales fue ilustrada por Hablot Browne, pero los resultados no convencieron al escritor, que no volvería a contar con el).

Complementamos las referencias iconográficas de las tricoteuses con un gouache de Jean-Baptiste Lesueur (1749-1826) titulado 'Les Tricoteuses Jacobines, ou de Robespierre' (1793) que se conserva en el Museo Carnavalet de Paris. 

Andy Davey apoyó en la famosa obra de teatro Esperando a Godot de Samuel Beckett su viñeta sobre la impaciente espera del informe encargado a Sue Gray sobre las transgresiones de la normativa covid en Downing Street.


Y concluimos con 'James Joyce y la bibliotecaria',  el  Trampantojo que hoy publica Max en El País. Una tira en la que se desmarca de la controvertida teoría de que James Joyce inspiró el personaje de Molly Bloom, la esposa del protagonista del famoso 'Ulyses', en su propia mujer Nora Barnacle






P.S.- Se nos había pasado la referencia de Steven Camley al monólogo “Friends, Romans, countrymen, lend me your ears” que pronuncia Marco Antonio en el 'Julio César' de Shakespeare. Enlazamos la interpretación de Marlon Brando en el film de Mankievicz de 1953 en V.O. y en doblaje español.




[1] La jerga política británica anda muy carnívora, porque uno de los movimientos dentro del Partido Conservador para sustituir a Boris Johnson es conocido como 'pork pie plot'. Y ello porque se fraguó en una reunión convocada por la diputada Alicia Kearns, que lo es por la circunscripción de Rutland & Melton, famosa por el Melton Mowbray pork pie (pastel de cerdo). A ello se suma que "pork pie" o "porkies" es la expresión de rhyming slang que significa mentiras. De ahí la viñeta de Christian Adams del pasado día 19. Y Morten Morland recordó en Twitter su viñeta del 27/8/19 que tachaba de mentiroso a Johnson con similar metáfora. 


Matt publica hoy mismo en el Telegraph una necrológica ironía que vincula ese "complot" con la muerte del cantante Meat Loaf, sobrenombre de Michael Lee Aday que significa pastel de carne.



[2] Nos ha traído a la memoria el uso que JL Martín dio el pasado mes de octubre a esa práctica vudú.



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