Hemos dejado para una segunda oteadora entrega (enlace a la primera) el repaso de las aves de compañía de mayor porte. Aquellas que ya no cabe llamar pájaros. Como es el caso de las galliformes entre las cuales los escogidos son, preferentemente, los vistosos machos.
Arrancamos con un par de ejemplares que han podido verse en Vogue, el primero en una ilustración de Helen Dryden de julio de 1918 y, el segundo, ya fotográfico, de octubre de 1939. Junto a este puede verse a Mary Jane Russell vestida de Balenciaga, fotografiada por Louise Dahl-Wolfe para Harper´s Bazaar de diciembre de 1951.
Hay que recordar que el gallo es animal simbólico de Francia (y el cerámico de Barcelos, el de Portugal), lo que justifica apariciones como la del que sostenía en brazos de Platini en Paris Match de julio de 1982 con motivo del Mundial de España. O la tapa del suplemento O de L' Obs de marzo de 2015 que ilustraba el aterrizaje en Francia de la diseñadora norteamericana Jenna Lyons.
Georges Léonnec llevó con cierta frecuencia al campo a las coquetas francesitas de las portadas de La Vie Parisienne. Y en el adjunto número de 1919 ubicó en una granja a la minifaldera protagonista. A su lado podemos ver la interpretación del cliché que Henry Clive plasmó en 1927 en la portada de la revista Smart Set. Debajo, otras variantes animales de Léonnec que van del pato (1926) al pavo (1929).
Mucho menos glamur hay en versiones como la de la revista Woman's Own de mayo de 1941. La contraponemos con el uso erótico del concepto que hizo la edición polaca de Playboy en agosto de 2009 con Iza Sala como desnuda protagonista.
Proseguimos con algunos ejemplos moderno que encabeza, por partida doble, la modelo Crista Cober en el Harper’s Bazaar turco de marzo de 2017, fotografiada por Kristian Schuller con estilismo de Sarah Gore Reeves.
Debajo, Zhanna Brass fotografiada por Alikhan en L’Officiel de letonia de mayo del propio 2017, emparejada con una foto de Sara Daykin tomada por Tim Walker que fue portada de la francesa Photo de junio de 2008.
Siempre cabe la perversión del concepto, como en el caso de este bello animal se encargó de hacer la cantante islandesa Björk en la ceremonia de entre a de los Oscars del año 2001. No tenemos la imagen en forma de portada, pero no es difícil que haya alguna, porque fue un 'cante' que tuvo considerable eco mediático.
Quizá sirviera de inspiración al cadavérico ansárido con que se tapaba Lena Perova en el número de mayo del año 2000 de la edición rusa de Playboy.
Inquietante portada, verdadera pesadilla para un animalista, que contraponemos con la mucho más conseguida del número de agosto de 2010 de la edición checa de esa publicación en la que Alisa Karaliute recrea algunos célebres pasajes de 'Alicia en el País de las Maravillas'.
Vamos a finalizar con unos pocos flamencos más, comenzado por una ilustración de John Saxon para The New Yorker de enero de 1972, porque nos toca pasar a los pavos reales y esas aves de espectacular cola requieren un apunte para ellas solas.
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