Suele decirse, a modo de definición exprés, que un disfemismo es lo contrario de un eufemismo. Este último es, según el diccionario, 'una manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante', mientras que su presunto contrario aparece definido como 'modo de decir que consiste en nombrar una realidad con una expresión peyorativa o con intención de rebajarla de categoría, en oposición a eufemismo'.
Simplifiquemos diciendo que uno quita y otro pone hierro al lenguaje, por más que luego topemos con que la Wikipedia incluye 'criando malvas' como ejemplo de disfemismo aplicado a 'estar enterrado o muerto'. Vds. qué opinan de esa floral metáfora, ¿quita o pone aspereza?
Veamos ahora un titular de ayer que tuvo una formulación bastante similar en casi toda la prensa tanto nacional como extranjera. Lo tomamos de El País.
Inducidos por lo incompleto de la información, algo que no ocurre en otros textos como el publicado en El Mundo, la mayoría de los comentarios que acumula esa noticia hacen una crítica referencia a la aplicación de la cadena perpetua en uno de esos países nórdicos en los que, de forma muchas veces bastante papanatas, tendemos a ver referentes sociales.
Y el caso es que hasta hay un artículo de la Wikipedia, lamentablemente solo en inglés, que explica con notable detalle a qué se llama cadena perpetua (Livsvarigt fængsel) en Dinamarca. Una mal denominada pena que viene traduciéndose en una estancia media en prisión de unos dieciséis años.
Pero no es nuestra intención transitar hoy por el enconado debate sobre la PPR (prisión permanente revisable). Una medida que referida en forma de sigla sí cabe considerar un eufemismo. Escribimos en clave lingüística, y lo hacemos sorprendidos por el hecho de que esa cadena perpetua danesa que no es, imposte una falsa severidad que, sin embargo, encaja mal en la definición de disfemismo anteriormente transcrita. ¿Cómo denominar a estos lingüísticos corderos con piel de lobo?
Ahí lo dejamos para ocuparnos de otro asunto. Arrancaba ayer la portavoz de Bildu Marian Beitialarrangoitia su intervención en el debate de los presupuestos con un extemporáneo 'La votación de las enmiendas a la totalidad mañana, coincidirá con el 81 aniversario del bombardeo de Guernica, primer bombardeo masivo contra la población civil...' (enlace al video; ir al min 4:49:45).
Nos ha llamado poderosamente la atención que ignorase en su calificación de ese lamentable episodio de la Guerra Civil, no ya los bombardeos de Madrid de noviembre de 1936, que seguramente no cabrán en su libro de historia, sino el casi un mes anterior bombardeo de Durango. Un episodio bastante más sangriento que el de Guernica según el actual consenso de muchos historiadores. Curioso empeño en falsificar la historia a mayor gloria de la villa que alberga la Casa de Juntas y el emblemático roble que ya va por el quinto ejemplar.
Descartada la ignorancia en gentes tan aferradas a su tradición, a esto no cabe llamarlo sino mentir al servicio del mito.
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