Proseguimos el recorrido por los aviones que han encontrado una segunda actividad anclados a tierra (enlace al apunte inicial y al primero y segundo de los artículos complementarios).
No hemos encontrado información precisa sobre cuando comenzó a funcionar el restaurante instalado en un 707 del Aeropuerto Mehrabad de Teherán, que es el que atiende los vuelos nacionales de la capital iraní. Pero como bien ponen de manifiesto las adjuntas imágenes, es una instalación que ha vivido dos épocas y creemos que su explotación debió cesar hacia el año 2007 (más fotos).
Otro es La Tante DC 10 Restaurant, también conocido como el avión verde, que fue inaugurado en 2013 en el aeropuerto de Accra (Ghana). El que presume de ser el primer restaurante-avión de África está instalado en un espacioso DC-10 (si quieren localizarlo con Google maps, sus coordenadas son 5.602877, -0.174780).
Al año siguiente un Boeing 737 fue convertido en restaurante en la ciudad etíope de Burayu situada a unos 15 km al oeste de la capital Adis Abeba. Leemos que una de las especialidades de la casa es el vino de miel.
Tampoco es un dechado de amplitud el birreactor Caravelle, el primero de uso comercial que montó los motores en la parte posterior, que ha sido el modelo elegido para albergar la pizzeria de Sant'Egidio alla Vibrata en la provincia italiano de Teramo. Un negocio inaugurado en 2006 con el nombre, que significa carabela, de ese modelo de avión de origen francés en el que está instalado.
En 2012 se inauguró el "Jet Res" del centro de ocio Excalibur City de la pequeña localidad checa de Chalovice, muy próxima a la frontera con Austria. Un detalle interesante de este caso es la decoración que luce el fuselaje de ese Illuschin IL-62, una obra pictórica realizada por el artista Ernst Fuschs.
Ese mismo año otro ejemplar de ese modelo ruso, en este caso de la más moderna variante M, un aparato que voló para la compañía Interflug de la DDR, abrió sus puertas en el distrito de Marienbrunn de Leipzig. En este caso lo más llamativo es la amplia terraza que se extiende por toda la superficie de su ala de estribor. En el siguiente enlace encontrarán una amplia colección de fotos del proceso de instalación.
Los dos últimos citados nos traen a la memoria el caso de otro ejemplar de ese mismo modelo ruso que desde comienzos de siglo está instalado en un polígono industrial de la localidad austriaca de Heidenreichstein, aunque desconocemos si mantiene actividad como restaurante.
Sí que lo hace como como cantina de la empresa de reciclado de metales Stolwerk Metaal B.V., ubicada en la ciudad de Breda, el último fuselaje de un Fokker 100 ensamblado por la quebrada compañía aeronaútica neerlandesa. Un aparato que nos sirve de punto final a esta antepenúltima entrega de la serie. Y es que el asunto de los aviones reconvertidos ha resultado ser bastante más extenso de los que inicialmente habíamos imaginado.
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