lunes, 5 de junio de 2017

CLIPDA CLVIII: 'La Ola de Kanagawa' (4ª y última parte)


Proseguimos el recorrido por las ilustraciones basadas en la ola más famosa con algunos ejemplos en los que la espuma toma formas animales. Conejos en el caso de la ilustración de la pareja de artistas Kozyndan que fue creada para ser portada del nº 28 de Giant Robot Magazine. Junto a un detalle de tan peculiar espuma mostramos la versión tridimensional que se comercializa como 'tope' para sujetar libros. 


Debajo la "Great wave moonkey" que firma un artista conocido como Thinkforward que presentamos seguida por "The Great Wave (of pugs)" de Huebucket.

 

Más convencional es la recreación del icono realizada por la ilustradora Anne Montel que puede verse debajo.

La mostramos seguida de la versión, con el pato Donald de por medio, realizada por el colaborador español de Disney, Tony Fernández y de una de las características creaciones de Adam Lister basadas en los gráficos de los primeros videojuegos Atari. Con esta propusimos hace poco más de un año un trucadillo reto de identificación en el apunte 'Palabras de la semana 19ª con acertijos gráficos'.



Ya hemos visto en un apunte precedente diversos carteles publicitarios basados en el icono que estamos repasando. Por la particular componente de diseño gráfico que tienen, hemos dejado para hoy otros como el de la Semana de Kiel de 1960 obra de Walter Brecker o el de Yamashiro Ryūichi del mismo año para el Museo de Arte Moderno de Tokio. Debajo el de la exposición 'Learning from Japan' realizada en 2015 por el Designmuseum de Dinamarca creado por el Studio Claus Due.

 


La recreación más antigua del grabado de Hokusai que tenemos registrada es la realizada por Henri Gustave Jossot en 1894. Se trata de una crítica de la moda japonesista que vivió París en el último decenio del siglo XIX. Una ola asociada a esa 'fiebre' es la de la escultura "Las bañistas" de Camille Claudel, también conocida como "La ola", cuyo modelo en yeso presentó en el Salón de 1897 para ejecutarla posteriormente en mármol y bronce. 

Debajo una creación de 1898 del artista checo Arnošt Hofbauer para una exposición de la asociación de artistas Manes que mostramos emparejada con una moderna serigrafía de Lim Heng Swee.

  

La ola es un elemento compositivo que forma parte de un buen número de los psicodélicos carteles de Tadanori Yokoo. Traemos dos ejemplos, pero pueden entretenerse buscando más en el siguiente tablero de Pinterest.

 

El uso del icono es bien patente en la obra 'Slash with a knife' (1998) perteneciente a la serie 'In the floating world' del artista japonés Yoshitomo Nara.

Misma nacionalidad tiene Sagaki Keita cuyas peculiares ilustraciones son el fruto del ensamblando de multitud de dibujos elementales a modo de piezas de un puzle. Una técnica, de la que mostramos un detalle que pueden ampliar considerablemente clicándolo, que entronca con la utilizada por Randal Roberts, un artista que busca su inspiración en la simbología del hinduismo.

 

Pocos cuadros famosos ha dejado sin versionar el costarricense Munguía cuya interpretación de la ola hemos emparejado con la del artista Marco Athié. Debajo la versión del videojuego The Legend of Zelda.





Con no ser un cuadro muy apto para ser vinculado con personajes famosos, no falta en el cuaderno de arte para colorear del los Muppets. Del mismo modo que también hemos encontrado una más bien sosa versión de Snoopy.

La obra es, por contra, óptima para los especialistas en pixelización. Adjuntamos la versión realizada con cubos de Rubik por el artista conocido como Invader acompañada de uno de los trabajos con piezas de Lego característicos de Nathan Sawaya. Mismos elementos constructivos que utiliza Peter Laven, aunque en su caso ya en una disposición completamente plana.

 

Kristen Cumings creó su réplica con golosinas con forma de grajea (jelly beans), mientras que la escultórica reproducción de Keita Sagaki está hecha con vinilos. Debajo unas delicadas piezas de papel recortado realizadas por Bovey Lee y Jeff Nishinaka. Ya se ve que cabe casi cualquier tipo de material.

 

Y si quiere construir su propia ola bien puede optar por el tatebanko, el arte de crear dioramas y perspectivas en papel que floreció en la era Edo.



Utilizando el cuerpo como soporte cabe recurrir al bodypaint, pero este es un motivo particularmente exitoso en el arte del tatuaje como ilustramos con un puñado de ejemplos de los muchos que es posible encontrar en la red.


Y si no se quiere establecer un vínculo personal tan duradero con la ola, no es difícil encontrarla en artículos de moda o, incluso, como decoración de vistosos coches. Incluso puede comerse alguna, porque el pastelero Fauchon produce deliciosos eclairs decorados con la famosa imagen.



Lo que si hay que constar es que prácticamente el único territorio creativo donde no abundan las referencias a la ola es en la fotografía. Aunque alguna hay, como la adjunta que fue realizada en 2010 por el fotógrafo británico Tim Walker para al revista W.

Vamos a finalizar con una pequeña muestra de las numerosas portadas de libros que explotan la fama de la obra de arte de hoy. Y si se han quedado con ganas de saber más sobre este icono, sepan que el que cierra el apunte es una documentada biografía de la ola realizada por Christine M. E. Guth (2015, University of Hawaii Press).






P.S.- Si tienen ocasión de visitar Londres en las próximas semanas no olviden que la exposición del verano del Museo Británico es "Hokusai: Beyond the Great Wave".






Adenda 12/2020: 50.000 piezas y 400 horas de trabajo ha requerido la recreación realizada con piezas de Lego por el artista japonés Jumpei Mitsui (que es uno de los 21 "liberados" de la firma danesa dedicados a tiempo completo a crear obras de arte con esos bloques de plástico). 






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