Como todos los años cuando llega el 'Orgullo', que este año es World Pride Madrid, la prensa se hace acrítico eco de los millones de visitantes que, según los organizadores, atrae este festejo a la capital de España. Para esta edición elevan la disparatada cifra a casi tres.
Por mucho que, a estos efectos, cuenten hasta los vecinos de Móstoles que cruzan divisoria municipal para divertirse, basta comparar esa cifra con los 75 millones de turistas extranjeros que España recibió el año pasado, o con las poco más de ochenta mil camas hoteleras con que cuenta la capital, para concluir que, por mucho que aporte airbnb y sean de acogedores los amigos, la cifra es un sinsentido. Pero es una mentira que viene de antiguo como ya tratamos en su día en el apunte Un espíritu crítico (armado con una calculadora y algo de sentido común) lee el periódico. Y lo más preocupante quizá sea la acrítica acogida que recibe por parte de los medios de comunicación. No dejará de influir algo en ello el auténtico miedo que hay a que pueda parecer que se rema en contra del movimiento gay&co. (1) Así que terreno idóneo para la llamada posverdad, hechos alternativos,...
Tendría su interés hacer una lista con las cifras erróneas más arraigadas. En los primeros lugares inevitablemente habría que colocar ese millón de muertos de la Guerra Civil que tanto popularizó la novela de J. Mª. Gironella que los utiliza como título. Hoy en día las cifras más aceptadas de sobre la mortalidad derivada de tan sangrienta contienda, posguerra incluida, se sitúan en algo mas de la mitad de ese redondo millón de los que los muertos en combate no pasarían de 150.000. Añadimos un enlace a un desglose de esas cifras que sirve de contrapunto al realizado en el artículo Víctimas de la Guerra Civil Española de la Wikipedia (2). Una disparidad que muestra lo improbable de llegar a contar algún día con unas cifras de consenso.
Volvemos a la actualidad para reseñar un dato que, inopinadamente, hemos encontrado en un artículo sobre la presentación por parte de la firma Thyssenkrupp de la nueva tecnología de ascensores sin cables (el inalámbricos que utiliza El Mundo en su crónica nos parece bastante desafortunado). Y es que no deja de ser curioso habernos enterado ahí de que cada día se construyen en el mundo 87,5 kilómetros cuadrados de edificios. El tamaño de Manhattan, según nos ilustran (enlace a la noticia).
Un primer matiz sobre esto último. Aunque es cierto que administrativamente el distrito neoyorquino de Manhattan tiene esa superficie, en la misma se incluyen 28 km² de aguas interiores del territorio de Norteamérica, mientras que la superficie propiamente de la famosa isla es de 59,5 km². Así que nos hacen imaginarla casi un 50% mayor.
En cuanto al dato sobre los edificios que se construyen a diario, tenemos que poner de manifiesto que supera con dificultad el test del sentido común. Aun sin perder de vista que solo una parte será residencial, asignando unos generosos 20 m² por usuario (el opulento occidente solo alberga una pequeña fracción de la humanidad), resultan 4,375 millones de 'dotaciones' diarias que habilitarían espacios para unos 1.600 millones de personas cada año. Luego tardaríamos menos de 5 en renovar esas nocionales unidades de 20 m² de cada habitante del planeta. No nos convence mucho.
(1) Sobre esto de ir a contracorriente es interesante, y ciertamente valiente, el artículo de hoy en El País de Javier Marías titulado Más daño que beneficio. Se avecina polémica.
(2) El artículo de la Wikipedia incluye ya en la introducción la sorprendente afirmación España, con más de 114 000 desaparecidos, es "el segundo país del mundo, tras Camboya, con mayor número de personas víctimas de desapariciones forzadas cuyos restos no han sido recuperados ni identificados". ¿No habrán oído hablar nunca sus autores, por ejemplo, de la Rusia de Stalin? ¿O mísmamente del genocidio de Ruanda que tan solo es del 94?
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