El regalo del Met a la Academia del cine español

La entrega de los Goya nos ha hecho advertir la ausencia de alternativas a la palabra photocall en las claves de redacción para esos premios publicadas por Fundéu. Y mirando ese publicitario decorado que les mostramos ocupado por una espléndida Amaia Salamanca nos vinieron a la memoria dos cosas. La primera que el cine sigue sin ser coherente con su reivindicación de la lucha contra la piratería (el asunto Saphir). Y la segunda, el indudable parecido del logotipo de la Academia con otro que en ese mundo que tanto se llena la boca con la palabra cultura debería ser bien conocido.

Hace tiempo que nos llamó la atención la descarada imitación del símbolo adoptado en 1971 por el Metropolitan Museum of Art de Nueva York que en su día hizo la que, calcando el nombre de su poderosa colega norteamericana, fue rimbombantemente denominada  'Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España' (AACCE). De la tiopografía aplicada a tan largo nombre, con unos espaciamientos que deben causar pesadillas a mas de un diseñador, ni hablamos. ¡Ay! ese 'delas' frente al ' y las'.

Lo cierto es que el diseño del Met tampoco es original. Está tomado de los tipos creados en 1509 por Fra Luca Pacioli, siguiendo los diseños de Leonardo da Vinci, para el libro "De Divina Proportione" (ya referenciado anteriormente en este blog en el apunte Rombicuboctaedros). Pero al menos ese museo custodia un ejemplar, algo que nuestro cine no puede aducir. Veamos esos tipos en el original.

 

Probablemente habrán notado que nuestra cinematografía borró algunos de los trazos de apoyo, quien sabe si víctima de una cierta mala conciencia. La buena noticia para ellos es que hace ya casi un año que el museo neoyorquino ha implantado un nuevo y discutido logotipo que pone fin a la odiosa comparación.

Pero la mala es que algún día repararán, como ya ha hecho el Met, en que ese tipo de símbolos con sutiles trazos se adaptan mal a la era de internet. Básicamente por la limitada resolución que es posible dar a los ahora indispensables iconos.

A ver que tal anda de originalidad para entonces nuestro cine y si aprovecha para dejar su nombre en 'Academia del cine español'.

¡Ah!, y a ver si también han conseguido bajar la poco estimulante ceremonia de los Goya de las tres horas.






P.S.- Una vez metidos en los Goya, insertamos un enlace al artículo en el que Santiago González nos ahorra el trabajo de rehacerle las cuentas del 'iva del cine español' al vicepresidente de la Academia, aunque correctamente corregidas por RedRackham en un comentario.

También le aclara a Rovira, que debió despistarse mientras contaba ojos, el conteo de los Hermanos Marx.