sábado, 24 de marzo de 2018

Cosas de la lengua (12/2018 - 1ª parte)


Alex Grijelmo subtituló 'Algunas claves para no sentirse machista ante un ingenioso acertijo', su artículo El enigma de los dos padres publicado hace ya casi una semana. Un escrito que parte de un conocido relato que juega con nuestros arquetipos mentales. Los que resuelven las ambigüedades a partir de nuestras experiencias más significativas, por lo que, como bien dice el periodista, no debe echarse la culpa de algunas asunciones ni al hablante, ni al receptor, ni tampoco a la lengua, sino a la realidad. Y esta última es la que procede cambiar cuando se entienda inaceptable.

El artículo que, como enseguida veremos resulta extraordinariamente oportuno desde el punto de vista conceptual, nos ha recordado un relato corto del hoy olvidado Álvaro de la Iglesia. Uno cuyos protagonistas se llaman Leonor y Leandro, pero en el texto son sistemáticamente designados como Leo y Lea, creando un divertido desconcierto al lector. Si lo conocieran, sean tan amables de refrescarnos el título.

Un brutal ejemplo de errónea resolución de una situación ambigua es el que se ha vivido esta semana en Madrid. Ello cuando varios compatriotas del fallecido Mame Mbaye, al ver que había policías a su lado, que en realidad le estaban auxiliando tras ser avisados de que se había desplomado, dedujeron que había tenido un enfrentamiento con los agentes. Y de ahí nacieron las infundadas protestas que degeneraron en desbocada violencia (más sobre eso).

Con todo, el hecho de que ninguno de los detenidos por esos disturbios fuera inmigrante, también exige tomar en cuenta la colaboración en la fabricación de esa mentira por esos antisistema que viven expectantes de encontrar cualquier excusa para la bronca. Los de la caña de la viñeta que puede verse más abajo.

No menos lamentable es ver a portavoces de la comunidad de manteros siguen empecinados en la mentira: ¡policía asesina! Una nueva prueba de que la pobreza no inmuniza contra la estupidez ni contra la maldad.

[enlace a un video en el que uno de esos 'apóstoles de la posverdad' impide un vecino contar lo que ha presenciado]

Pero tremendo, sobre todo, que los responsables municipales no utilizaran para frenar el tumilto la verdad, de la que tuvieron, o pudieron tener si hubieran querido, pronta noticia. Si somos buenistas, diremos que fue porque dudaron de que la información que les daba la policía municipal fuera veraz. De hecho ese peligro público para la convivencia llamado Barbero se descolgó ayer con la capullada de que el finado venía huyendo...desde hace 14 años (más sobre eso).

Deplorables arquetipos los que condicionan esas mentes para las que un policía envuelto en un incidente sigue siendo un presunto culpable. Adjuntamos unos variados ejemplos de la atención prestada a la cuestión por el "humorismo de derechas".



Pero aún cabe ir más allá  ¿y qué si la policía realmente le hubiera perseguido como autor de un presunto delito, como es su obligación? Philmore A. Mellows lo planteaba así: "¿En serio hemos llegado al punto en que la Policía debe desmentir una actuación que sería no sólo legal, sino también obligatoria, como método defensa y disculpa?"

Añadimos nosotros, ¿tendrá que morir un agente para que lleguemos a ver un claro mensaje de apoyo a su policía del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid?

Cambiamos de asunto, porque menos lengua de la que nos proponíamos llevamos tratada en el primer tramo del apunte. Poco después de que 'subiéramos' la entrada del pasado sábado de esta serie, Fundéu publicó una relación de doce extranjerismos innecesarios relacionados con el motociclismo, un deporte cuyo campeonato del mundo arrancaba entonces. En la misma hemos descubierto que vivíamos ajenos a la existencia del chattering, el fenómeno producido cuando los amortiguadores vibran de forma brusca e incontrolada. Nosotros somos más de ¡menudo meneo!

El lunes nos enseñaron a distinguir entre Guerra Fría, con mayúsculas, el periodo histórico que tuvo lugar entre el final de la Segunda Guerra Mundial y la disolución de la Unión Soviética, y guerra fría, con minúsculas. Esta es, según el Diccionario, la ‘situación de hostilidad entre dos naciones o grupos de naciones, en la que, sin llegar al empleo de las armas, cada bando intenta minar el régimen político o la fuerza del adversario por medio de propaganda, de la presión económica, del espionaje, de organizaciones secretas, etc.’

Los urgentes publicaron al día siguiente una oportuna aclaración de que el primer elemento del nombre del líder chino Xi Jinping es el apellido, mientras que el nombre de pila es el segundo. Por ello desaconsejan el empleo en solitario de Jinping. Aunque se apellide usted Torrent y sea proclive a tomarse confianzas con otros dirigentes políticos.

El apunte del miércoles abogó por la utilización de minería de datos, o exploración de datos, en sustitución del anglicismo data mining. A nosotros nos gusta más decir tratamiento que exploración.Y es curioso que esa palabra haya sido la hoy representada en la viñeta de Ben Jennings.

El primero de los dos artículos publicados el jueves estuvo dedicado a recomendar las expresiones 'prueba de impacto' o 'test de choque' como alternativa a 'crash test'. El segundo apunte, específicamente orientado al 'mercado' peruano, se ocupó de la palabra kenjivideo con la que allí han dado en denominar aquellos en los que aparecen Kenji Fujimori y otros políticos.

El colofón semanal fueron unas claves de redacción para la Fórmula 1 cuya temporada arranca este fin de semana. La novedad más visible, el llamativo dispositivo de protección llamado 'halo', no ha necesitado comentario puesto que estamos ante un concepto que se escribe igual en español.

Te explicamos con colores por qué mucho de lo que pensamos de las lenguas es falso es un interesante artículo de Lola Pons Rodríguez publicado en Verne (El País). Pero nos ha sorprendido leer en el mismo que el color caqui "en última instancia tiene un origen oriental: el del árbol kaki o haki" (1). Y es que hay unanimidad entre los lexicógrafos en que el nombre de la fruta procede del japonés, mientras que el del color procede de un término hindi que significa "color suelo".

Concluimos esta primera parte con una mención al artículo de La Razón Algoritmos para la manipulación política y la discriminación. En el mismo hemos descubierto el libro de Cathy O´Neill titulado con el juego de palabras "Weapons of math destruction" que, lamentablemente, se pierde en la traducción al español ("Armas de destrucción matemática"). Y es que nuestro idioma que no tiene una alternativa para la paronimia math / mass. Más allá de este detalle, lo tratado es tan sugerente como actual.

 





Sugerencia: si este comentario final les deja con ganas de más sobre ese tipo de dificultades traductorias, bien pueden prolongar su lectura con El reto de traducir juegos de palabras.



Reflexión final: se la tomamos prestada a Philmore A. Mellows.




Y añadimos nosotros: seguramente nunca hubo prisiones preventivas que hayan hecho tanta labor en favor de la disuasión del delito. 



(1) Dicen que de sabios es rectificar: observamos que han sido suprimidas las últimas seis palabras del entrecomillado.






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