jueves, 15 de marzo de 2018

Imaginando formas con la d


Comenzamos imaginado en una D las formas de una vela hinchada por el viento. Y, en particular, las de una de las embarcaciones de origen árabe conocidas como dhow que son características del Mar Rojo. Un símbolo muy querido en los países ribereños, que inspira las formas del hotel Burj Al Arab‎ ("Torre de los árabes") y también es la base del logotipo del Doha Bank. Una entidad que ha llevado esas formas a la fachada de su sede catarí inaugurada en 2011. 


La que asímismo es inicial de Donald, marca también las formas de la Trump Ocean Club International Hotel and Tower finalizada en 2011. Con sus 70 pisos y 284 metros de altura es el rascacielos más alto de Panamá y el segundo de Latinoamérica


Una corona creó a partir de la inicial de su apellido Vladimir A. Denissov, el relojero ruso que en 1951 dejó el puesto de director de diseño de la "Primera fábrica de relojes de Moscú" (rebautizada “Poljot” - vuelo - cuando Gagarin llevó uno de sus relojes al espacio) para crear la firma Denissov. Un símbolo que, modernamente, ha sido sustituido por otro, en nuestra opinión, menos interesante.


Es necesario recurrir a la colaboración de una pareja de puntos, a modo de ojos, para crear un emoticono como el que desde 2012 utiliza para su promoción turística la ciudad de Düsseldorf, un diseño de la agencia BBDO. Y un concepto similar aplicó al año siguiente la consultora Wolff Olins para crear el logotipo del desarrollador japonés de aplicaciones para móviles DeNA.

Una D girada un cuarto de vuelta más cabe ver en símbolo de Dacia, la marca rumana creada en 1966 para fabricar coches con tecnología Renault. Una empresa que tomó su nombre del que se daba en la época del Imperio Romano a la región de los Cárpatos ocupada por las tribus de los dacios y los getos. Territorio hoy en día repartido entre Rumanía, Moldavia, Serbia, Bulgaria, Hungría y Ucrania. Uno de sus modelos más exitosos fue el Dacia 1.300, equivalente al R-12, cuya parrilla lucía una moldura cromada con la que se creaba una cuna para el símbolo de la compañía y, en algunos casos, para el de la propia Renault que en 1999 se hizo con la propiedad de la empresa rumana para convertirla en una filial.


Volvemos a los añadidos, porque con algunos otros crea un oportuno enchufe, a a partir de su inicial, la cooperativa de distribución eléctrica norteamericana Dakota Electric Association.

El asta de la mayúscula ha dado bastante juego. Convertida, por ejemplo en espiga, en la marca de panadería Délifrance o en doble árbol en la enseña Double Tree de Hilton. El equipo de baloncesto
Dynamo de Moscú creó para su sección femenina una interesante variante del logotipo utilizado por los chicos de 1923, mientas que en el de la  ciudad de Denver ese trazo caligráfico aparece convertido en un rascacielos.


El nemotécnico "la luna miente" nos recuerda que la que evoca la inicial de la productora Dreamwoks en su logotipo está en cuarto creciente. A su lado otra cinematográfica D, la que forma con flexible celuloide la productora creada por John Davis en 1984.


La inicial de la poderosa inmobiliaria japonesa Daiwa House se convertía en una mano que forma un corazón al asir una puerta en el antiguo símbolo de esa compañía, o al menos eso queremos ver nosotros. Más difícil resulta evocar aquel corazón en el moderno logosímbolo.


En el segmento de parques zoológicos tenemos una D-oso en el de la ciudad checa llamada Děčín, mientras que el interior de su inicial acogía unos elefantes en el antiguo logotipo del Dickerson Park Zoo de Springfield (Missouri). Por su parte, The Rufford Foundation saca provecho de la cola de uno de sus protegidos para completar el rótulo de su nombre.


Minúscula es también la que letra creada con un dodo, la extinta ave que ejerce de símbolo de la fundación creada por el naturalista Gerald Durrell (1925-1995). Su instalación más significativa es el zoo de la Isla de Jersey fundado en 1958 y hoy conocido como Durrell Wildlife.


El símbolo principal del equipo de béisbol Arizona Diamondback o D-backs de Phoenix es una reptiliana A que ya hemos visto al tratar esa letra. Pero también utilizan un logotipo secundario en el que el ofidio que les da nombre forma la inicial de la denominación de esa peligrosa variedad de serpiente de cascabel. Este equipo aún utiliza otro símbolo más, un monograma que a partir de la d y la b recrea las formas de la cabeza de ese intimidante crótalo.



En este punto cabe señalar que, como muestran los adjunto ejemplos, las combinaciones de la d y la b minúsculas son bastante peligrosas. Pero también puede comprobarse que, cuando hay voluntad evocativa, casi cualquier letra redondeada puede servir de pícara compañera.

Proseguimos con otros monogramas, como el de Blue-ray Disc en el que una b y una D dan forma a uno de esos discos. A su lado puede verse el logotipo del Aeropuerto Charlotte-Douglas de Carolina del Norte que recurre a la estela de un avión para formar su monograma. Un diseño muy próximo al que utilizaba el aeropuerto de Denver para crear una solitaria D. Pero este hace años que abandonó ese, como puede verse debajo, muy manido concepto, para pasar a utilizar la representación de un fragmento de su característica cubierta acompañada de su identificador IATA que es DEN.



Otra estela con forma de letra D, aunque en este caso sea la invisible que dibuja una libélula en su vuelo, fue utilizada durante años por la ciudad australiana de Darwin. Pero en 2016 fue sustituida por un nuevo logotipo que da mayor protagonismo al nombre de la ciudad y a su representativo insecto. 




Finalizamos, como ya es habitual en esta serie, con una colección de enlaces a los apuntes de las letras anteriormente tratadas: a, b, c, e, f, h, m, o, q y t.




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