- No tenía dinero, ya está - declara el protagonista de la noticia.
- Le operaron de la rodilla derecha en el Hospital de Valencia, le pusieron una prótesis y se la han quitado porque no la puede pagar. Son apenas 130 € pero los ingresos familiares no llegan - nos aclara la presentadora.
Tenemos que reconocer que recibimos la segunda parte de "Recortes en Sanidad", subtítulo "500.000 firmas por la sanidad pública", entre sobrecogidos e indignados ¿será posible? ¡Muerte a quienes recorten un duro más en sanidad o privaticen la prestación de cuarto y mitad de servicio!
Como hemos tenido que repasar el metraje (este vínculo funcionará por tiempo limitado) para hacer la transcripción literal, sabemos que tuvimos que esperar 16 minutos y 21 segundos para adivinar que la culpa del susto que nos habíamos llevado la tenemos nosotros por saber diferenciar una prótesis de una férula. Resulta que la primera es el "aparato o dispositivo destinado a reparar artificialmente la falta de un órgano o parte de él" como la de un diente, un ojo, etc nos aclara el Drae, mientras que la segunda, aquí nos apartamos de la docta casa porque anda un poquito desactualizada, es una ayuda que no sustituye a ningún órgano o miembro. Y es que la retirada de una prótesis de rodilla requiere una nueva cirugía, que es lo que nos habíamos imaginado a fuer de entender correctamente el titular.
No les entretenemos con menudencias sobre la increíble escayola que solo aguantó dos días. O las disquisiciones sobre si la ortesis, tampoco les pedíamos que llegaran a este nivel de precisión, porque las noticias tienen que ser comprensibles para una mayoría, costaba poco más de 100 euros (D. Hilario), 130 (Dª Marta) o 152 (locución en off). La noticia, lo que se dice muy trabajada, no estaba.
La secuencia de los acontecimientos nos dejó claro que la única función de esta gacetilla convertida en titular era crear el clima propicio para soltar la siguiente noticia sobre un auditorio ya indignado. Este era el clímax al que nos referíamos. Sentimos si algún lector ha llegado engañado hasta aquí. Ya puestos, ¡tire hasta el final!, que no queda nada y tenemos un bonito remate.
Mal asunto cuando hay que recurrir a estas artimañas para defender una tesis, aunque en este tipo de programas llamados noticiarios preferiríamos que nos informaran más y nos adoctrinaran menos. Tendrán un título que diga que son Licenciados en Periodismo, pero para nosotros esto no son periodistas.
Como primera medida les recomendamos un mayor uso del diccionario, porque probablemente ellos mismos se molestarían un poquillo si un médico les pusiera una cadera de cerámica cuando necesitaran una venda compresiva para las varices. ¡Huy qué despiste!, como nos las sirve la misma empresa y las guardamos en el mismo armario. De igual manera, a nosotros, que somos sus clientes, casi pacientes, también nos mosquea un tantico que no distingan una prótesis de una férula, máxime cuando la equivocación es inequívocamente finalista.
Por lo pronto, que vayan poniéndose en el marco de la pantalla de sus ordenadores un recordatorio con una copia del cartel del ferretero (de momento con el inferior vale):
Marta, Hilario: para un periodista hablar con precisión es un deber.
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