jueves, 16 de mayo de 2013

Políticos pedagogos: lección de paralipsis


No es frecuente que tengamos la oportunidad de que alguno de nuestros dirigentes políticos asuma protagonismo en la instrucción de los ciudadanos, aunque tendemos a disculpar esa falta de implicación pedagógica (no digamos ya de involucración; seguro que ya conocen lo de la gallina, el cerdo y los huevos fritos con chorizo; si no es así, vean la versión catalana en castellano) de tan ínclitos personajes porque no es menguado empeño el que tiene por presunto objeto salvar la patria. Tampoco es uno de los menores retos de cualquier docente conseguir ejemplos que, sin llegar a lo de la letra con sangre entra, tengan la capacidad de, ciclos biológicos aparte, fijar conceptos en los discentes.

Así que hoy no podemos sino reconocer la fuerza expresiva de la contribución de la Alcaldesa de Gijón Carmen Moriyón, accedida al cargo por cortesía de ese invento casquerista (no confundir con casquista, esta palabra aplícase a lo relativo a las pezuñas de los ungulados, p.ej. "coz casquista") llamado Foro por Asturias, con la que no dudamos que el concepto de la figura retórica conocida como paralipsis (del griego pará, a un lado y  leípein, dejar), praeteritio, preterición (del latín praetereo, dejar atrás) o pretermisión se incorporará indeleblemente al acervo cultural de numerosos ciudadanos. Esta figura habitual en la erística (del griego eris, disputa o querella, y techne, procedimiento), el arte del debate o la controversia, consistente en declarar que se omite algo cuando se aprovecha la ocasión para destacarlo. Veamos el enunciado del anunciado pedagógico ejemplo que no les permitirá olvidar el citado recurso retórico:


La Nueva España 16/5/2012

Nota: si están interesados en el asunto de las figuras retóricas aprovechamos para comentarles que las resaltadas en color verde se llaman lítotes. Borges era un famoso adicto a esta figura muy apropiada para expresar falsa humildad.

Otra nota: reconocemos que en esta entrada se nos ha espesado bastante el lenguaje, pero es tan cortita que ya nos lo disculparán.



Adenda: Omitimos en su momento el oportuno complemento que aporta nuestra versión humorística preferida de la figura tratada, que es la viñeta de Pont publicada en la revista Punch del 23 de marzo de 1938. La pitonisa dice ¿Preferiría que no mencione el fatal accidente?




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