Ya adelantábamos ayer que la Alta Velocidad Española es uno de los mayores despropósitos que el mundo ha visto en cuestión de planificación de infraestructuras. Como este país hubo un momento en que se creyó no rico, sino muy rico (¡que además paga Europa!), no faltaron los iluminados políticos que con Paco Cascos a la cabeza alumbraron el disparatado concepto de "Ave para todos" (1) con el que no se ha atrevido ningún otro país del planeta, ni siquiera los que fabrican la tecnología que permite a nuestros trenes "volar" por suelo patrio a más de trescientos km/h. Como la entrada de hoy pretende desarrollarse en un tono ligero tenemos que dejar para otro momento el comentario más serio, casi funerario, que requiere esta locura nacional, porque estén seguros de que veremos reventar la "burbuja Ave" que estamos creando (tengan en cuenta, por ejemplo, que el mantenimiento de un km. de Línea de Alta Velocidad cuesta entre 100.000 y 200.000 € anuales y tenemos 9.000 planificados, 3.000 de ellos ya en servicio). Como aperitivo adjuntamos unos mapas con el estado actual de las cuestión y el disparatado objetivo 2020. Si dedicáramos el dinero asignado a construir lo que se ha pintado en ese mapa a investigación de la de verdad, no a lo que algunos denominan así, seguro que convertíamos a nuestro país en el líder europeo de I+D.
El avance de la técnica ferroviaria ha tenido la curiosa consecuencia de que el tren haya pasado por diversas onomatopeyas hasta llegar a carecer de una acorde con su realidad actual. Porque, ¿cómo suena el Ave? Coincidirán con nosotros que desde dentro a nada y desde fuera a una cosa parecida a un poco distintivo !zuuum! La onomatopeya tradicional, la que aparece en los cuentos infantiles que generalmente no sólo están sin electrificar, sino que aún viven en la era del vapor, es chú-chú, la imitación de los silbatos accionados por la liberación de gas a través de una válvula que el francés reproduce con algo más de fidelidad con su tchou-tchou. Si tiene interés en comparar más idiomas puede hacerlo en este interesante enlace.
Sin embargo, el sonido clásico que agotadoramente percibían los pasajeros ferroviaros es el que los integrantes del grupo musical El Consorcio cantaban en "El chacachá del tren". Esa es la onomatopeya del golpeteo de las ruedas en las juntas que era necesario disponer para permitir la dilatación térmica de los antiguos carriles cortos. Esto cambió radicalmente con la llegada en los años 30 de la tecnología del carril continuo soldado que ha permitido espaciar esas juntas varios kilómetros y ha dejado a los modernos trenes carentes de aquel característico soniquete para alivio del pasaje.
El transporte y la colocación de los carriles largos soldados ponen a prueba su flexibilidad |
Ya que hemos llegado al asunto de las canciones onomtopéyicas podemos recordar el también obsoleto ring ring al que cantaban los suecos de Abba (Ring, ring,
the happiest sound of them all, decían; no debe ser muy falso porque el "llámame" tan apropiado en castellano para chistes de recién casadas ha dado título a canciones que van del "Call me" de Blondie al reciente "Call me maybe" de Carly Rae Jepsen). Constatemos que el clásico sonido de los teléfonos parece vivir un cierto "revival" en algunos móviles cuyos propietarios se han cansado de no enterarse de las llamadas que se anuncian con toda suerte de melodías indefectiblemente iguales a las de algún otro ciudadano próximo.
Para cerrar esta digresión sobre los sonidos de la tecnología musicalizados no podemos olvidar La Máquina de Escribir (1950) del compositor Leroy Anderson (1908-1975) que suele dar pie a divertidas puestas en escena con una poco habitual comicidad en la música sinfónica.
Volvemos a los trenes de alta velocidad para recordar que este es un invento japonés. El llamado Shinkansen que literalmente significa "Nueva Línea Troncal", fue creado para unir Tokyo y Osaka con la línea conocida como Tokaido (Camino del Mar del Este) con motivo de la Olimpiada de 1964. Curiosa coincidencia de motivación con la de nuestro Ave nacido para la Expo de Sevilla. La diferencia es que el corredor japonés de 515 km. mueve más de 150 millones de pasajeros por año mientras que Madrid-Sevilla (471 km.) no llega a 3 (se lo masticamos: el tráfico de menos de una semana del Tokaido) y Madrid-Barcelona (659 km.) anda sobre 5. Igualito ¿verdad? Ya ven que no nos hemos aguantado en dejar algunos números para otro día.
Los últimos modelos de los trenes de alta velocidad japoneses, inicialmente llamados tren bala por las características formas de las primeras locomotoras fabricadas por Kawasaki que fueron retiradas en 2008, presentan un pronunciadísimo morro que entronca con la abundancia de las representaciones fálicas existentes en Japón.
Para cerrar esta digresión sobre los sonidos de la tecnología musicalizados no podemos olvidar La Máquina de Escribir (1950) del compositor Leroy Anderson (1908-1975) que suele dar pie a divertidas puestas en escena con una poco habitual comicidad en la música sinfónica.
Volvemos a los trenes de alta velocidad para recordar que este es un invento japonés. El llamado Shinkansen que literalmente significa "Nueva Línea Troncal", fue creado para unir Tokyo y Osaka con la línea conocida como Tokaido (Camino del Mar del Este) con motivo de la Olimpiada de 1964. Curiosa coincidencia de motivación con la de nuestro Ave nacido para la Expo de Sevilla. La diferencia es que el corredor japonés de 515 km. mueve más de 150 millones de pasajeros por año mientras que Madrid-Sevilla (471 km.) no llega a 3 (se lo masticamos: el tráfico de menos de una semana del Tokaido) y Madrid-Barcelona (659 km.) anda sobre 5. Igualito ¿verdad? Ya ven que no nos hemos aguantado en dejar algunos números para otro día.
Los últimos modelos de los trenes de alta velocidad japoneses, inicialmente llamados tren bala por las características formas de las primeras locomotoras fabricadas por Kawasaki que fueron retiradas en 2008, presentan un pronunciadísimo morro que entronca con la abundancia de las representaciones fálicas existentes en Japón.
Evolución de los trenes de alta velocidad japoneses: segundo por la izquierda el primer tren bala |
Como en la foto anterior no se aprecia bien les facilitamos otra del diseño realizado por Pininfarina. ¿Qué nos dicen de esta perspectiva del Shinkansen E5 que está en servicio desde 2011?
Las llamadas películas de serie B suelen malcopiar todo aquello que ha dado que hablar, y así es como en "Emanuelle negra" (1975) encontramos una referencia ferroviaria bastante chusca vinculada con el funcionamiento de las bielas de las máquinas de vapor. A falta de un corte más ajustado a lo que nos interesa mostrarles les recomendamos que vayan directamente al minuto 4:15 del siguiente vídeo. Ya verán que Bitto Albertino estaba lejos de gozar de la capacidad para la sutileza del "Mago del suspense".
Cerramos esta breve incursión en las metáforas sexuales ferroviarias con la imagen de una campaña realizada en 2008 por la agencia australiana Spinach Advertising para el lubricante "Durex Play" que es todo un homenaje a Hitchcock.
Creemos que hasta el propio Alfred Hitchcock habría desechado por excesívamente explícito el uso de este modelo en su aclamada metáfora sexual que pone fin a la película "North by Northwest" (1959) titulada en castellano "Con la muerte en los talones".
Las llamadas películas de serie B suelen malcopiar todo aquello que ha dado que hablar, y así es como en "Emanuelle negra" (1975) encontramos una referencia ferroviaria bastante chusca vinculada con el funcionamiento de las bielas de las máquinas de vapor. A falta de un corte más ajustado a lo que nos interesa mostrarles les recomendamos que vayan directamente al minuto 4:15 del siguiente vídeo. Ya verán que Bitto Albertino estaba lejos de gozar de la capacidad para la sutileza del "Mago del suspense".
(1) Plan de Infraestructuras (PIT 2000-2007) presentado por el ministro Álvarez-Cascos con obras por valor de 19 billones de pesetas.
La propuesta para el ferrocarril que absorbía el 40% de la inversión planteaba
que “todas las capitales quedarían a menos de cuatro horas de Madrid” para lo que se preveía construir 7.200 km de Líneas de Alta Velocidad.
El "Plan de Cascos" sustituía al Plan Director de
Infraestructuras (PDI 1993-2007) promovido por el Psoe, que también
presupuestaba 19 billones de pesetas pero para ser invertidos en 15 años. Las Líneas de Alta Velocidad propuestas "sólo" sumaban 1,616 km.
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