jueves, 27 de junio de 2019

El revistero de junio (4ª parte): glamur


El sector editorial que solemos etiquetar como glamur es, pese al significado de encanto sensual que fascina otorgado por el Diccionario a esa palabra, el que menos atención nos ocupa. En parte porque es el más reseñado en otros muy variopintos canales, ¿todavía no han visto a Rosalía en la portada de Vogue?, y también porque nos agota su infatuada monotonía. Pero un juego que nos parece particularmente divertido es comparar cómo lucen un mismo modelo diferentes portadoras. Como es el caso del caperuzado Lagerfeld de Rosie Huntington Whiteley en el Harper's Bazaar británico de este mes, que ya pudo verse en mayo a Dua Lipa en ELLE.

 

Sin llegar a lo del Gucci de la colección de primavera de 2011 que reseñábamos por sextuplicado en el apunte Unos “tuquoques fashionistas” más, Kim Kardashian protagoniza en el Vogue japonés de julio la tercera portada en que hemos visto el rosado Valentino que tanto recuerda a los sacos de dormir tipo momia. Blogs más sesudos  seguramente les hablarán de autorretratos de Frida Kahlo como tehuana. Pero este es un modelo que en el apunte Revistas de abril (4ª parte) veíamos lucir a la modelo sudanesa Adut Akech en Vogue París y a Taylor Hill en el Harper's Bazaar neerlandés. Todo un catálogo de planos fotográficos: medio corto, americano y entero. Nos quedamos con el de la srta. Colina.

 

Llamativa es la diferente forma en que lucen el mismo plisado Gucci las modelos Blesnya Minher, esta en Numéro de junio-julio (foto del reportaje 'Lost Paradise' de Txema Yeste), Sylvia Hoeks en el Vogue neerlandés de julio-agosto (foto de Daniel Lucas Bouquet) y Ruth Bell en la edición tailandesa de esa misma cabecera, que ya lo hizo allá por el mes de marzo fotografiada por Natth.  Pero antes que ellas ya lo había hecho Jennifer Lopez en el número de febrero de 2019 de la edición Usa de Harper's Bazaar


  
 

Pues Ana Belén no ha querido ser menos y se lo ha puesto para declarar a Vanity Fair que ya no se considera comunista. Ya se ve que le ha costado darse cuenta de lo que es bien patente hace bastantes años. En todo caso, ha sido el ejercicio de topiaria de Beatriz Moreno de la Cova, fotografiado por Félix Valiente, el que ha dado pie a que el personal se divierta un poco con ese jardinero meme.

 

Al margen ya de eso que nos gusta llamar tuquoques, no podemos dejar de señalar que Pamela Anderson por fin ha conseguido, a los 51 años, su primera portada de Vogue. Que en realidad son tres, porque ese es el número de cubiertas que este mes ha presentado la bastante joven edición checa. Traemos la del escalador postureo porque comparte el toque ridi de Pilar Cuesta.

Verazmente esforzado es el posado de Bruna Marquezine para el Vogue portugués (foto de Branislav Simoncik). Una tapa que hemos emparejado con el afectado estilismo que luce Julianne Moore en el Tatler de julio. Y es que lo hace dotada de un ciliar aparejo que suponemos tenga cierta utilidad para practicar eso que dan en llamar besos de mariposa.



El penúltimo Vogue que vamos a reseñar hoy es el polaco de julio en que Edita Vilkeviciute [1] interpreta para el fotógrafo Chris Colls la efectista pose de "la dama de la mano en el (desnudo) pecho" (un blog que antes hubiera citado a Frida Kahlo, quizá optaría por un afectado 'El Greco meets Botticelli'). Una creatividad que nos permite recordar que en el apunte Las portadas de 2016 (IV) coleccionamos algunos otros ejemplos de ese meme que hoy ampliamos con versiones de Irina Shayk (Madame Figaro, octubre 2016), Nina Agdal (Editorialist, febrero 2015) y Lucia Mokráňová (Playboy Eslovaquia, agosto 2015).

Las que repiten apunte son Lesya Nikityuk, en la ucraniana XXL de enero de 2016, una modelo que no tenemos identificada en la edición húngara de ELLE de abril de ese año, Laureen F en la versión brasileña de esa misma cabecera de diciembre de 2015 (un número con otras tres tapas que pueden verse aquí) y Leticia Spiller en la también brasileña VIP de mayo del propio 2015.

  
    

Mortecina vemos a Madonna interpretando en el Vogue británico, fotografiada por Mert & Marcus, la variante vestida del posado en la bañera, que es la más habitual en esa cabecera (aunque Sara Sampaio protagonizó una notable excepción en diciembre de 2014 en un especial de joyas de la edición española). Nos ha resultado llamativo recordar que tan solo en enero veíamos a Emily Ratajkowski inmersa en ese mismo cliché en la versión australiana de la cotizada cabecera. Cualquier día tendremos que dedicar un monográfico a esta húmeda categoría de portadas. 

 

Los paradigmas del glamour evolucionan y Halsey se apunta a las nuevas tendencias en el Rolling Stone de julio con una versión axilar de la barba de dos días. Pues aquí esos cañones le cuestan ser castigada a dar paso a los habitualmente algo hirsutos travestis.

No tenemos muy claro qué publicación ostenta el, en esta era digital, bastante inflacionista récord de mayor número de portadas para un número. Pero no debe clasificarse mal en esa lista la revista New York con las 37 que ha presentado con posados de seguidores de la Ru Paul’s Drag Race fotografiados por Martin Schoeller. Nos hemos traído solo dos, pero pueden encontrar el resto en el siguiente enlace


Y como aquí somo muy de Margot Robbie, vamos a finalizar con su portada de julio en Vogue USA que, como suele decirse, no tiene nada. Salvo, nada más y nada menos, que una mirada.






[1] Nota para Edita: a nosotros también nos contraría que no puedas enseñar las tetas en el mojigato InstragramPero ese impedimento no justifica la foto de tu perfil, que es susceptible de otras ofensivas interpretaciones.





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