jueves, 14 de diciembre de 2017

Esquizocarbofrenia


La esquizocarbofrenia es una variedad de disociación mental, recordemos que el término esquizofrenia procede de las palabras griegas schizein (dividir) y phrēn (entendimiento o mente), que se produce en algunos individuos al manejar conceptos relacionados con el carbono. Una patología que tiene carácter endémico en Asturias.

Si usted le pregunta a un esquizocarbofrénico típico si está a favor de la reducción de gases de efecto invernadero, entre los cuales es bien sabido que el más importante cuantitativamente es el CO₂, con C de carbono, invariablemente le contestará que por supuesto. Y eso si no se lanza lleno de indignación a extenderse sobre la desidia con que algunas autoridades abordan esta gravísima cuestión.

Pero si una empresa eléctrica se plantea cerrar una central de carbón para mejorar su huella medioambiental, como Iberdrola quiere hacer en el año 2021 con la central de Lada (1), a un esquizoC inmediatamente se le activará otra sección cerebral que le llevará a defender esa forma del carbono como irrenunciable fuente de energía. Y cuente con que quien así se pronuncie probablemente ignorará que tan solo algo más del 10% del carbón que se quema en las centrales asturianas es de producción nacional. Eso incluyendo el de importación que colaban por muy subvencionado producto astur los golfos de la mina La Camocha. Una estafa de 17 millones de euros que lideró un ya fallecido bon vivant exconsejero del Principado.

En este punto puede ser interesante recordar que la generación de un kWh con carbón produce 364 g de CO₂, una cantidad que es un 80% superior a los 202 g que se emiten haciéndolo con gas natural. Una clara ventaja medioambiental que no impide que, por razones de diversificación del suministro ante posibles crisis internacionales, sea prudente mantener algunas centrales de carbón. Pero la siguiente tabla deja bastante claro que, aun con ese cierre, el parque termoeléctrico astur que, por cierto, exporta energía al resto de España, no tendrá problema para seguir quemando carbón (siempre y cuando se acometan las costosas inversiones en plantas de desnitrificación que, de momento, solo ha realizado Aboño).


Pero lo que realmente nos ha llamado la atención es descubrir que el presidente del gobierno también es esquizocarbofrénico. Y, además, muy en su estilo cachazudo. Les traemos un recorte del diario El Comercio de anteayer.

¿De un día para otro? Este hombre no hace más que dar argumentos para creerse lo de esa pasión por utilizar el Marca como lectura de cabecera que se le atribuye.

La reconversión de la poco competitiva minería española del carbón empezó, de hecho, desde el mismo ingreso en la que entonces tan solo era Comunidad Económica Europea. Una organización con un enfoque eminentemente económico, como bien proclamaba su nombre, que era una evolución de la precursora CECA. Así que no perdamos de vista que todo este asunto de la Unión Europea empezó con el carbón (y el acero).

Pero es que desde 1990 se vienen desarrollando continuados planes para paliar el impacto del cierre de la minería que han puesto encima de la mesa miles de millones (unos 25.000 acumulados en el caso de España). Lamentablemente, en buena parte gastados en ocurrencias y no en crear un tejido productivo alternativo. Y lo peor es que, aunque ya estemos en las migajas, se sigue sin rectificar.

A título de ejemplo, leíamos hace un momento (aquí y aquí) algunas de las propuestas del Ayuntamiento de Langreo para la última partida de fondos anunciada. En esa carta a los reyes magos encontramos cosas como el acondicionamiento de dos playas fluviales en el río Nalón,  la recuperación de un área deportiva, la puesta en marcha de un carril bici, la mejora de la eficiencia energética en edificios municipales o la construcción de depuradoras de aguas residuales en la zona rural. Actuaciones todas ellas, sin duda, estupendas, pero que no son las que requiere la transición económica que Asturias necesita. Esas propuestas tiene que pagarlas el presupuesto ordinario, sres. políticos. Los Fondos Mineros son, ya más bien eran, para otra cosa.

Qué trágico resulta ver como todo lo que el carbón dio a esta región, que fue mucho, ahora se lo está quitando de la mano de unos gestores con una insoportable cortedad de miras. Otro gallo nos cantaría si se hubieran dedicado partidas sustanciales de esos fondos a dotar líneas de investigación biotecnológica, que es una de las áreas en que destaca la Universidad de Oviedo, desarrollo de nuevos materiales, de productos agroalimentarios premium,...

En eso sí que es imposible conseguir resultados de un día para otro, Presi.








(1) Tampoco está de más recordar que en 2011 se desechó la ampliación de Lada con un grupo de gas por la imposibilidad de dar salida a la nueva energía por el bloqueo de la construcción de la línea de lata tensión Sama-Velilla. No entramos en si el impacto ambiental era asumible o inasumible, es una cuestión difícil de objetivar, pero lo que no se puede es sorber y soplar.







No hay comentarios:

Publicar un comentario