En España vimos ocuparse de esas matanzas a Idígoras y Pachi, Vergara, Anthony Garner, Manel Fontdevila y García Morán.
De lo mucho que se ha publicado en otros países, hemos escogido la expresiva cadena causal de Tjeerd Royaards, la sintética descalificación de algunas oportunistas justificaciones de Steve Sack, el dedo en la llaga de la Asociación del Rifle (NRA) de Thibaut Soulcié y la hipócrita culpabilización mutua de los políticos que no hacen nada en la visión de Steve Kelley.
Pero las responsabilidades entre los gestores de la cosa pública tienen distintos grados, y Ann Telnaes puso el foco en el líder de la mayoría republicana del Senado Mitch McConnell. Para entender mejor su viñeta del Washington Post conviene tener presente una imagen albergada en el Facebook del asesino de El Paso.
El francés Pessin (Slate.fr), dibujante al que citamos por primera vez en este blog, y el australiano Davir Rowe compartieron asociaciones con el muro, aunque aplicando bien diferentes enfoques.
Nos venimos ya a España, donde Peridis inició sus crónicas gráficas del momento político con una referencia a las investiduras de Chivite y Lambán, este a bordo de un visblemente cuatripartito bote. Que le sea leve.
César Oroz se reincorporó de su vacaciones con una muy aséptica referencia al lema turístico de Navarra. Así que, en relación con el gobierno de esa comunidad, fue Puebla quien se encargó de recordar el jueves desde Abc que serán los hechos los que hablen.
Vergara imaginó, por su parte, al único diputado del cántabro PRC, José María Mazón, convertido en candidato. La primera caricatura que recordamos haber visto de ese veterano político nacido en Oviedo.
La campaña para torpedear la investidura de Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid arrancó apoyada en sus vínculos con Aguirre y Cifuentes, para arreciar el viernes con la acusación de participar en una operación familiar de alzamiento de bienes. Movida semana, la que le espera a la candidata popular (1).
Oportuna la reflexión de Sansón sobre esta suerte de mociones de censura, previas a las investiduras, que se están imponiendo en los actuales usos políticos.
Muy hipócrita polémica la desatada por la, ciertamente, nada brillante campaña sobre la violencia de género de la Junta de Andalucía. Unas desmedidas críticas que, como oportunamente reflejó Puebla en Abc, no son sino la plasmación de la apropiación del feminismo ya manifestada por Carmen Calvo. Una pose que implica la consiguiente negación de que la derecha pueda aportar algo a la lucha contra la violencia de género. García Morán también centraba bien ayer en La Gaceta de Salamanca de que van, en última instancia, estas artificiosas polémicas.
(1) Al día siguente de publicado el apunte observamos que Peridis también mete a Ignacio González en su viñeta del domingo. Igual hasta vemos culpar a la sra. Ayuso del Tamayazo.
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