La extensión alcanzada por el CLIPDA del pasado lunes nos disuadió de extendernos más sobre el edificio Metrópolis. Pero la extensa colección de fotos que tenemos recopilada sobre su historia, unida a la colateral presencia en la misma del arquitecto asturiano, nacido en Cuba, Manuel de Busto, en uno de cuyos edificios ovetenses hay por esta redacción quien ha pasado bastantes horas, nos anima a dedicarle un apunte específico.
Vamos a comenzar por aproximarnos al emplazamiento del emblemático edificio, partiendo para ello desde la plaza de La Cibeles (conocida como plaza de Madrid hasta 1900 y de Castelar hasta 1939), cuando la diosa todavía estaba instalada un lateral que no abandonaría hasta 1895. La primera fotografía que sigue, obra de Charles Clifford, está fechada en 1857, mientras que la posterior, que presentamos seguida de una ampliación parcial de la misma, es de Jean Laurent. Diversas dataciones hemos encontrado para esta, mayoritariamente en la década de 1860, pero la presencia de un tranvía de mulas de un solo piso indica que tiene que ser posterior a la incorporación de esos carruajes en 1876.
Vamos a comenzar por aproximarnos al emplazamiento del emblemático edificio, partiendo para ello desde la plaza de La Cibeles (conocida como plaza de Madrid hasta 1900 y de Castelar hasta 1939), cuando la diosa todavía estaba instalada un lateral que no abandonaría hasta 1895. La primera fotografía que sigue, obra de Charles Clifford, está fechada en 1857, mientras que la posterior, que presentamos seguida de una ampliación parcial de la misma, es de Jean Laurent. Diversas dataciones hemos encontrado para esta, mayoritariamente en la década de 1860, pero la presencia de un tranvía de mulas de un solo piso indica que tiene que ser posterior a la incorporación de esos carruajes en 1876.
El estrecho edificio que ocupa el chaflán, la que fue conocida como la "Casa del atáud", es la que resultaría derribada, junto con otras fincas adyacentes, para crear el solar de 820 metros cuadrados en el que se erigiría la nueva sede de La Unión y el Fénix Español. Añadimos una imagen de 1905 (1), el año en que la compañía de seguros adquirió la esquina, en la que puede verse con mayor detalle el edificio preexistente. Debajo, una vista de la calle de Alcalá hacia 1906, ya poco antes del derribo, puesto que el 4 de junio de 1907 comenzó a construirse el nuevo edificio. Obsérvese el carruaje que desciende por la izquierda, una norma de circulación que no se cambiaría hasta 1926.
La Unión y el Fénix convocó en mayo de 1905 un concurso para elegir el diseño del emblemático edificio. Y es llamativo que, tras el fallo, la revista Nuevo mundo incluyera en su número del 12 de octubre una escueta reseña de la que presentaba como la primera casa de la Gran Vía, aunque su dirección es Alcalá, que invitaba a pensar que el proyecto ganador hubiera sido el de Manuel del Busto. Eso cuando la propuesta del arquitecto asturiano tan solo había obtenido un accésit (el dibujo ya había sido publicado en La Ilustración española y americana del 22/9/1905 con un pie que no hacía mención al concurso). Acompañamos otra imagen de mayor calidad del neogótico diseño coronado por unos esbeltos pedestales en los que reposaban las Aves Fénix que eran el símbolo de la propiedad.
El tercer premio, dotado con 3.000 pesetas, fue para la propuesta de Julio Martínez-Zapata, el autor del puente de María Cristina en San Sebastián (1903) en colaboración con el ingeniero José Eugenio Ribera. Un arquitecto que posteriormente edificaría varios edificios en la Gran Vía (nos. 16, 21 y 46). Llamativa, en todo caso, la perspectiva que invita a pensar en un edificio destinado a ocupar un esquinazo en ángulo casi recto.
También contamos con algunas imágenes de la propuesta del arquitecto francés L.M.C. Arnaud, un proyecto del que carecemos de cualquier detalle adicional. Pero es curioso que en el alzado frontal ocurre todo lo contrario que en el anterior y muestra un edificio que parece no abrirse en absoluto hacia el fondo.
Sorprendentemente, no se concedió segundo premio, mientras que el primero, dotado con 8.000 pesetas, recayó en la propuesta presentada por el parisino
Jules Février junto con su hijo Raymond. Un arquitecto, el padre, cura realización más notable era hasta entonces el Hôtel Gaillard (1882) de París.
Sin embargo, de acuerdo con el condicionado del concurso, la ejecución del proyecto se encomendó al español Luis Esteve Fernández-Caballero, que
lo llevó a cabo con notable fidelidad al diseño original. La diferencia más llamativa fue el avance hacia la fachada de la cubierta amansardada, que también se elevó un poco más de lo incialmente previsto, con lo que se ganó volumetría pero se restó gracilidad al tejado.
La comparación del alzado lateral del proyecto con una imagen fotográfica, permite apreciar, adicionalmente, como el director de la obra alteró la disposición de la secuencia de ventanales del que fue uno de los primeros edificios residenciales de España en que se utilizó el hormigón armado.
Y aquí lo dejamos por hoy, con el declarado propósito de continuar el próximo martes.
(1) Esa foto fue una de las incluídas en el reportaje sobre La Gran Vía publicado en La Ilustración española y americana del 22/2/1913. Apoya la datación la presencia de un anuncio del Quijote del Centenario, editado en 1905 por R. L. Cabrera. Añadimos un detalle del parcelario de 1880 incluido en ese número de la revista junto con una perspectiva del Madrid de 1650 realizada por Pedro Teixeira.
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