domingo, 19 de febrero de 2023

La semana en viñetas 7/2023 (1ª parte)


El sanguinario dictador sirio Bashir Al Assad hacía doblete el lunes en el humor catalán, concretamente en las viñetas de Kap en La Vanguardia y Ferreres en Ara, pero también Santy Gutiérrez se ocupaba en la prensa gallega (La Opinión A Coruña,...) de las penosas expectativas de los sirios afectados por el terremoto. El dibujante jordano Emad Hajjaj completa este primer bloque con una poderosa imagen de los rescates in extremis.


La exclusión de los perros de caza (que en realidad afecta a todos los de trabajo, incluidos los de la policía) de la Ley de bienestar animal coleaba en la viñeta de Ángel Idígoras en Sur y también en la que publicaba en El Mundo junto a su hermano Pachi.


Antón imaginaba en El Correo  las oraciones de Sánchez, pero nos sorprendió no encontrar  más que dos viñetas sobre la manifestación de Madrid. Vergara cumplió con su deber de publicar algo a pesar de estar un tanto falto de ideas (hoy reedita esa vista de la manifestación en la finisemanal tira que desde el lunes ya se intuía a qué iba a estar dedicada; nada bueno dice esa necesidad de repetirles tato las cosas sobre la opinión que eldiario.es tiene sobre sus lectores), mientras que Padylla apuntaba el obvio sesgo político de que las protestas en la calle se estén limitando a la Comunidad de Madrid. 


La icónica petición hospitalaria de silencio ponía imagen a la reflexión de Antón del martes relativa a que, en materia sanitaria, nadie está para presumir. Pero no  vemos muy atinado ese "libre de protestas" que, lo que es en la calle, están prácticamente restringidas a la capital. Más bien sería "libre de quejas".

Proseguimos con la visión de Peridis de la decisión del Tribunal Supremo de mantener la inhabilitación a Oriol Junqueras, una revisión de sentencia cuyas consecuencias en próximas elecciones trató Javi SaladoPuebla apuntó unas versiones judiciales de los tautológicos lemas de moda en una viñeta ya comentada en el apunte de ayer junto con otros juegos con el "sí es sí", mientras que Tomás Serrano abría el espectro de afectados independentistas para mostrar la frustración de lo vergonzosamente pactado con una mordaz comparación con una de las más sorprendentes consecuencias de la poco madurada, como casi todo lo que se está legislando, Ley de bienestar animal.


Cabe recordar que fue Manuel Gallardo, el presidente de la Real Federación Española de Caza, quien puso el viral ejemplo en su comparecencia del día 10 en la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso: «Si un ratón entra en la casa de alguno de ustedes y le causan una lesión, por ejemplo, la rotura de una pata, la pena que se impondría sería de 3 a 18 meses de prisión. Si tienen la mala suerte de matarlo, nos iríamos a una pena de entre 12 y 24 meses, pero si además le han dado con la escoba (instrumento) y han repetido el escobazo (ensañamiento) la pena sería la superior en grado y entraría directamente a la cárcel”

García Morán dedicó a esa cuestión su viñeta del martes en Gaceta de Salamanca, mientras que Eneko y Contreras aún seguían viendo galgos colgados en sus viñetas del día siguiente. ¿Alguien tiene idea de cuántos canes han podido aparecer así en los últimos años? Desde la personal experiencia de ver cómo adoran a sus perros los cazadores que conocemos, se nos hacen descerebradas excepciones convertidas en categoría.


La nueva norma todavía coleaba anteayer en la ironía de García Morán sobre la frustración de los invertebrados, mientras que Javi Salado daba una peligrosa idea a estas gentes tan amantes del ordenancismo.


El apunte del miércoles recoge lo más destacado de cuanto vimos en el abundante humor de San Valentín. Nos traemos, como muestra, la adaptación de Santy Gutiérrez al consentimiento que hay quien no se quita de la boca [1], una de los muchas intercepciones de Cupidos que se han publicado, la concluida en derribo del monero Alarcón, y una viñeta del quebequés André-Philippe Côté en Le Soleil que nos gusta como confronta con la prosaica realidad la, en tantos casos, empalagosa celebración (¡Te has olvidado de San Valentín! / ¡Tú te has olvidado de decirme que no lo olvidara!).


A falta de despedidas gráficas a José María Gil-Robles (1935-2023), un óbito que puso en evidencia el nivel de algunos periodistas que el confundieron con su padre fallecido en 1980, nos hemos traído la bicéfala representación con Joaquín Ruiz Giménez que gustaba hacer Peridis de la Democracia Cristiana que fracasó rotundamente en las elecciones de 1977 (enlace a la tira completa publicada en El País del 12/6/1977 y a la colección de retratos de Alberto Schommer de los líderes de los principales partidos que concurrieron a aquellas primeras elecciones en democracia).
 

Completamos la reseña del martes con la visión de Ferreres de la llegada de Laura Borràs, acompañada de su marido y su hija, al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Las significativas ausencias apuntan el convencimiento de su partido de que la condena es segura.


Puebla se ocupó el miércoles de la sanchesca operación de imagen convertida en "gatillazo de Parla" cuando se desveló que el ciudadano supuestamente de a pie elegido es hermano de un asesor con mesa en Mocloa. Y menuda incompetencia la del productor del publirreportaje que creyó que no iba a saberse ese detalle. Sigue la visión de Sansón sobre los contumaces ataques a la judicatura desde el ejecutivo por no plegarse al expresivo "no me vayáis por ahí" de Pachi López. Una viñeta que nos ha traído a la memoria la de Napi del primer día de este mes.
 

Peridis se hacía eco de la arremetida de Vox contra Feijóo por su posición no beligerante sobre el aborto, mientras que Fontdevila mostraba la indignación de la oposición a la oposición ante el hecho de haya gente que se diga de derechas sin oponerse al aborto. Aunque cierto es que al más moderado Sansón tampoco le gustó la elusiva formulación de su posición que hizo el gallego.


La viñetas de Ferreres y Ermengol del jueves dan expresivo testimonio del rebote indepe con la revisión de la sentencia del procés tras la supresión del delito de sedición pactada con Esquerra (con algunos detalles de bananera traca) a cambio de su apoyo a los presupuestos. Lluis Puigbert reflejó en su semanal viñeta en La República la frustración de expectativas y Manel Fontdevila suma hoy mismo, Lakoff encarece un ¡don't mention Nicola Sturgeon!, otra muestra de admiración a Marchena. ¡Jodida separación de poderes!


Insertamos aquí una pausa y anticipamos que la continuación, que no tardaremos en publicar, será un monográfico sobre los pagos del Barça al vicepresidente del Comité de Árbitros Enríquez Negreira. Así que la segunda parte generalista del apunte quizá quede para mañana.





[1] Impresiona la anticipativa lucidez de la columna de David Gistau del 12 de julio de 2018 que hoy vuelve a publicar El Mundo.






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