sábado, 9 de mayo de 2020

La lengua en la semana 19/2020 (¡con 24 viñetas!)


No fue mucho después de la publicación de nuestro lingüístico apunte del pasado sábado cuando Álex Grijelmo subió a la web de El País 'La punta de la lengua' titulada Palabras que se harán más fuertes. Notable retraso, por tanto, el de esta reseñaEl periodista selecciona en ese artículo algunas voces que entiende saldrán reforzadas de esta pandemia. Como telemática, teletrabajo, videoconferencia, poscoronavirus o Zoom, esta en su condición de nombre de la app más beneficiada por esta crisis. De hecho, Paul Thomas especula hoy en el Daily Mail con el advenimiento de una generación que ya no distinga ese canal de comunicación de la televisión convencional. 

En cuanto a “infodemia”, el término formado por contracción de “información” y “epidemia” que suele ser utilizado con negativa connotación, plantea que bien podría decirse “bulodemia”. Y, ciertamente, la información nada tiene en sí misma de malo. Muy al contrario, por más que en su propio diario haya opiniones como la de Ana Fuentes.

Entre las palabras que espera no tardemos en usar mucho menos incluye “desescalada”, “confinamiento”, “test”, “morgue” o “mascarilla”. Una voz, esta última, que según apuntábamos parcialmente en la semana 15 a partir de una viñeta de Erlich, hemos descubierto tiene los equivalentes “barbijo”, “tapabocas” o, estas ya nos las descubre Grijelmo, “nasobuco” y “cambuj” (del árabe kanbúš, antifaz).

Desescalada fue precisamente la protagonista de la viñeta de Ricardo del pasado domingo. Una pieza basada en el anuncio de Scatergories tan querido por el humorismo [1] con que se ilustraba la tribuna de Emilia Landaluce 'Desescalada' quiere decir hostión (no la enlazamos porque solo es accesible a suscriptores, pero les remitimos a un muy amplio resumen).

Hace tan solo unas pocas horas que Grijelmo ha publicado la siguiente entrega de su lingüística colección: “Soy una médico”. Y sorprendente nos ha parecido que opte por la forma desterrada por la Real Academia en 2010 para titular un artículo que precisamente dedica a criticar la lenta consolidación del morfema femenino en algunas profesiones. Habrá que ver si con la "nueva normalidad"...

Por cierto que esta semana que contábamos con una ilustrativa viñeta publicada ayer por Puebla en Abc, no hemos detectado destacables polémicas relacionadas con el llamado lenguaje inclusivo. Señal de que no han abundado las buenas noticias porque, como bien apunta el humorista, esa espesante variante expresiva indefectiblemente desaparece cuando lo tratado tiene connotaciones negativas.

Volvemos a El País, porque Lola Pons publicó el jueves en Verne Ni nosotros ni alguien ni quienes: palabras que el español antiguo no tenía. En un complementario suelto final sintetiza lo explicado en los siguientes términos: alguien vino del occidente, nosotros y vosotros fueron pronombres empujados por la influencia del catalán y el aragonés, mientras que "quien", en singular, barrió en la Edad Media desde el occidente a la forma relativa qui entonces usada en el centro y oriente de la península.

El Martes Neológico más breve que recordamos es el que Elisenda Bernal ha dedicado esta semana a viejuno. Un adjetivo cuyo uso, en ocasiones sustantivado, suele conllevar un cierto tono despectivo. Competiremos en brevedad, pasando directamente a dar apoyo a su autorreferente ironía conclusiva: con el fin de que el diccionario no se convierta en un objeto viejuno ni obsoleto, abogamos su inclusión en el mismo, incluyendo la marca de coloquialidad correspondiente.

Pasamos a Fundéu, que comenzó la semana con la recomendación de utilizar silenciar, mejor que mutear, como equivalente adecuado en español para el verbo inglés to mute.

El martes recordaron que entre el sujeto y el verbo de una oración no se escribe coma, salvo que se intercale un inciso delimitado por esos símbolos de puntuación o si el sujeto termina en etcétera (o su abreviatura etc.)

El miércoles postularon seminario web o webinario como alternativas en español preferibles al anglicismo webinar. Al día siguiente se ocuparon de los matices que tienen los significados de distanciamiento físico y distanciamiento social, para alertar, acto seguido, del excesivo uso de la segunda expresión en ocasiones en que la apropiada es la primera. Ya advertimos contra ese vicio en La lengua en la semana 13/2020, aunque la alternativa que entonces defendíamos era "distanciamiento interpersonal".

Los urgentes concluyeron ayer su ciclo con la advertencia de que aforo no es afluencia: el primero es el número máximo autorizado de personas que puede admitir un recinto y el segundo la cantidad de asistentes a un acto.

Volvemos al humor con el alternativo significado que El Roto dio a las siglas a.C. y d. C. Pero escritas en mayúsculas, como aparecen en su viñeta, más bien invitan a pensar en la denominación que el inglés da las corrientes eléctricas alterna y continua (alternate y direct current). Un significado que se encargó de popularizar un bien conocido grupo musical.

En el apartado de neología humorística contamos con la amable paronimia peluquerida aportada por 'La Tira y Afloja' de La Nueva España del martes. Más difícil disfrute, que no comprensión, tiene para los no asturianos el juego de anteayer con un, por aquí, bastante utilizado anagrama de alarma.


El propio jueves Postigo vio a Casado, un político que ha estado obsesivamente presente en todas sus viñetas de esta semana (igual eso ya no es humor gráfico), como un licántorpe. Con ese sufijo, sea lo que sea lo que le haga aullar, coincidimos. Debajo una muy expresiva metáfora gráfica de la "Líneas ICO" publicada por Javi Salado.


El dúo Caín propone hoy sociolismo desde La Razón, mientras que Julia Suits aportó desde The New Yorker una definición gráfica. Hemos emparejado esa una divertida versión prefotográfica del sexting con la paráfrasis de Ortifus de una bien conocida máxima orteguiana.



Retrocedemos al pasado domingo para advertir la dificultad traductoria del Macanudo de Liniers de esa jornada (publicado en España por El País). Tan solo hace dos semanas nos hacíamos eco de la recomendación de Fundéu de utilizar atracón de series o maratón de series como alternativas al anglicismo binge watching, pero ya se ve la difícil adaptación a esta pieza cuyo texto,  con toda seguridad, nació en inglés. Quizá el un tanto extenso "No puedo parar de darme un atracón con la (maravillosa) serie que es la primavera".


Otro ejercicio de traducción que ya dejamos enteramente a los lectores, es la bastante corrosiva ironía de Tom Gauld sobre el eufemizado lenguaje que algunos expertos utilizan en sus comunicaciones dirigidas al público general.

Todavía colea en el humor australiano la anulación de la condena impuesta por un tribunal al cardenal George Pell. David Pope recurría ayer a unos signos de puntuación para enfatizar la forma en que algunos pequeños detalles pueden cambiar las cosas.   

Volvemos al idioma español con la tira de Erlich en el diario Clarín del lunes. Un dibujo que aporta una versión porteña de "la vieja del visillo" en la que se incluye una variante local de la voz chisme. Un argentinismo cuyos matices explica Hernán Mondragón en el artículo De chismes y chusmeríos.


Pasamos a recorrer la presencia de la literatura en el humor. El dibujante francés Cambon, que se muestra en gran sintonía con nuestros intereses tanto literarios como artísticos, inició el pasado sábado una serie dedicada a "Los cuentos de hadas en tiempos de pandemia". Los rollos de papel higiénico reaparecieron tanto en su Pulgarcito como en el peculiar Guillemo Tell inmediatamente posterior. Las mascarillas fueron, en cambio, el guiño a esta crisis de su Cenicienta.



El propio dibujante galo enlazó una nueva serie, esta dedicada a los personajes de ficción. De momento ha incluido al capitán Ahab de Herman Melville y a Drácula de Bram Stoker.  Y curiosa la cantidad de pangolines que se ha visto en el humor francés (enlace al que fue portada de Charlie Hebdo), mientras que en el de aquí son rara avis


Finalizamos con la un poco apenada constatación de que Plantu también forma parte del nutrido club de incorrectos asociadores de versos y escenas de Hamlet. Un error, véase Humor que enseña teatro, que resulta más cantoso aún bajo el rótulo "Estado de urgencia cultural" de su viñeta de Le Monde del jueves. ¿¡Cómo le traduciríamos ese televisivo "un poquito de por favor"!?






[1] Algunos ejemplos de uso humorístico del anuncio de Scattergories

En la semana 28/2019  reseñábamos la versión de Tomás Serrano aplicada a la flexibilización de la postura de Vox en las negociaciones para alcanzar un acuerdo de gobierno en la Comunidad de Madrid.

Desde La semana en viñetas (5/2019) nos traemos la versión de Malagón referida al cambio de criterio de Podemos respecto a los posibles pactos postlectorales con 'Más Madrid', el partido impulsado por Manuela Carmena al que se sumó Íñigo Errejón.

En ese mismo apunte ya recordábamos la viñeta de Álvaro publicada en abril de 2018, que cuenta con el añadido detalle de incluir una artística cita de Picasso.


También tenemos registrada con esta etiqueta un a tira de Gallego y Rey publicada en El País del 8 de mayo de 2015 de la que, lamentablemente, solo tenemos una muy mediocre imagen. 

Como ilustrativo complemento, enlazamos un vídeo del anuncio de Scattergories que a comienzos de los años noventa popularizó la expresión aceptar pulpo como animal de compañía. Y también cabe recordar que el equivalente en la versión original en idioma inglés era el menos sugerente 'aceptar rinoceronte como animal de granja' (enlace al video).




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