martes, 3 de septiembre de 2019

Sobre el edificio Metrópolis (y II)



Retomamos el recorrido por la historia del edificio Metrópolis, iniciado el pasado miércoles, que hoy extenderemos también a su entorno, puesto que el final de su construcción coincidió con el inicio de las obras de la primera fase de la Gran Vía madrileña.

No conocemos más que unas pocas fotos tomadas durante la construcción del edificio. El fotógrafo Campúa (José Demaría López) es el autor de algunas que fueron utilizadas en un reportaje sobre las obras de la Gran Vía publicado en Nuevo Mundo del 17 de noviembre de 1910. Un artículo en el que se comparaba la situación en febrero de 1910, con el Metrópolis todavía completamente andamiado, con otra imagen tomada tras los derribos que se iniciaron con el simbólico "piquetazo" dado por Alfonso XIII el 4 de abril de 1910 en la pared de la llamada Casa del Cura (1). Este era el edificio donde vivía el párroco de la contigua iglesia de San José, templo que fue la última construcción que se libró de la demolición. Tras la imagen del monarca dado inicio a las obras, mostramos una versión de mejor calidad de las fotos anteriores, complementadas con una vista desde lo alto y otra en sentido inverso, tomada desde la calle de Hortaleza, también incluidas en el citado reportaje. 


Añadimos también una foto algo posterior, adviértase la cúpula del Metrópolis ya libre de todo andamiaje, en la que aparece vallado el solar del edificio Grassy, inicialmente conocido por el nombre de su promotor y primer propietario Luis Ocharán Mazas.

La propia revista Nuevo mundo había publicado en su número del 24 de febrero de 1910 una ilustración que anticipaba el aspecto que estaba previsto tuviera el primer tramo de la Gran Vía, conforme a lo proyectado por los arquitectos municipales José López Sallaberry y Fco. Andrés Octavio.



La realidad, inevitablemente, resultó algo distinta, como puede comprobarse en las siguientes fotos que son de 1916 y 1928.


Es notable que el ahora conocido como edificio Grassy, por el nombre del relojero suizo que se instaló en su bajo en 1952, fue construido en 1916 según el proyecto del arquitecto Eladio Laredo, con un aspecto notablemente diferente al previsto en la ilustración anticipatoria del futuro aspecto de la Gran Vía.

Ni que decir tiene que no se contemplaba entonces la llegada a Madrid de los rascacielos con el Edificio Telefónica (1928-1930, de tan solo 15 plantas) o, a la izquierda de la segunda imagen que sigue, el edificio La Unión y el Fénix Español (1928-1931), aún falto en esa foto de su escultural remate. Y es que cabe destacar que hasta el año 1921, el Metrópolis fue, con sus cinco plantas y 45 metros hasta la cúspide del escultórico remate, el edificio más alto de Madrid. Un honor que asumió entonces al Palacio de la Prensa con sus 16 plantas y 58 metros de altura, que en 1929 se vería desplazado de la cabecera de ese escalafón por el edificio de Telefónica que a continuación puede verse en construcción y ya finalizado.


Retrocedemos hasta el sábado 21 de enero de 1911 en que se produjo la inauguración del Metrópolis, un acontecimiento que tuvo un gran eco periodístico. Enlazamos las reseñas del día siguiente del diario Abc, las revistas Blanco y Negro y La Ilustración española y americana, más la ya posterior del semanario Nuevo Mundo fechado el día 26, cuya foto firmada por Eduardo Vilaseca  tiene un punto de vista más bajo que las anteriores que,al igual que la adjunta, son de Christian Franzen. En el siguiente enlace a Madridiario encontrarán una interesante galería de fotos sobre los detalles arquitectónicos del edificio.

Vamos a concluir documentando la única alteración sustancial de su aspecto exterior que ha tenido el Metrópolis a lo largo de su historia: la sustitución de la alegórica estatua de bronce original, obra del hoy bastante olvidado escultor René de Saint-Marceaux (sin artículo en español en la Wikipedia), que coronaba la cúpula con un grupo en que Ganímedes saluda brazo en alto montado sobre el Ave Fénix representativo de la compañía de seguros (cabe advertir que en el relato mitológico Zeus adopta la forma de águila, en otras versiones la envía, para secuestrar al príncipe troyano).

Como consecuencia de la venta del edificio en 1972 a la también aseguradora Metrópolis, que sigue siendo su propietaria aunque ya no ocupante, ese símbolo fue sustituido el 10 de octubre de 1977 por la Victoria Alada de Federico Coullaut Valera que actualmente sigue coronando el edificio. El Fénix original se encuentra ahora en el jardín de la sede de la Mutua Madrileña, en el número 33 del paseo de la Castellana.

Este edificio, que también fue propiedad de La Unión y el Fénix, alberga en su azotea una de las diversas réplicas, de dispar grado de literalidad, que pueden verse en Madrid y en otras capitales españolas de la escultura de Saint-Marceaux. Esa, en concreto, fue realizada a principios de los años setenta por el escultor Julián Lozano.

Una foto de Luis Ramírez publicada en Abc el 11 de octubre de 1977, que nos sirve de colofón, permite comparar las dimensiones de las dos esculturas que han coronado el edificio Metrópolis.








(1) La imagen del "piquetazo" no transmite bien el fasto de aquella ceremonia, por lo que nos parece oportuno añadir la doble página central de la revista Nuevo Mundo del 7 de abril de 1910. En la misma se muestra la tribuna montada junto con los detalles de otros dos momentos de la ceremonia: la firma del acta de inicio de las obras por parte del Rey y el momento en que el alcalde de Madrid, José Francos Rodríguez, despide al monarca una vez finalizado el acto. 







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