sábado, 4 de agosto de 2018

Cosas de la lengua 31/2018 con un final 'coscorrón de Pascal'


La gramática no es la vida es un artículo que Amelia Valcárcel comienza evocando una polémica que, por más que la autora no cite el nombre de su bestia negra, lleva el inconfundible sello de Gustavo Bueno. Más simpática se nos hace la situación resuelta rezando la Salve.

Coincidimos con muchas de sus reflexiones, pero tampoco habría estado de más recordar que mal camino es la imposición de gramáticas desde el Boe. Y tratándose de una ovetense de adopción, habría resultado oportuna una referencia a tan veterana feminización como la que da título a la vetustísima novela 'La Regenta' de Clarín. Buen ejemplo de que cada época encuentra sus usos de los géneros lingüísticos. Sin embargo, la adjunta portada de Hermano Lobo nos hace pensar que se hacía con mejor humor que se hace en el crispado ahora que vivimos. Vean si no, la agresiva propuesta de la viñeta de JM Nieto en el Abc del pasado miércoles, por más que la haya focalizado en algunos afectados anglicismos.

Las polémicas con la feminización del lenguaje nos recuerdan que la semana pasada nos dejamos sin comentar el artículo Un monólogo de un minuto para desmontar la existencia del hembrismo. Un artículo en el que Álvaro Llorca apoya en el acelerado parlamento "Un día en la vida de una hembrista" de Sara Lauper la tesis de la inexistencia de esa especie de "machismo al revés" que hay quien denomina hembrismo. Pero lo que nosotros vemos en ese vídeo es una demostración de que el machismo, efectivamente, sigue muy vivo. Y entre poco y nada sobre la planteada negación. Lo que sí que nos gustaría tener es una denominación para quienes pretenden que Juana Rivas tiene que ser inocente por el mero hecho de ser la parte femenina de un penoso conflicto familiar. Esas son conductas que pervierten la palabra feminismo. Cuestión distinta es que el bien de esos niños justifique un indulto.


La misma temática encontramos en el Rinconte del día 30 titulado Lingüista y feminista firmado por Ana Belén Chimeno del Campo. Nos gusta su sintética afirmación 'criminalizamos la lengua, la politizamos y la hacemos responsable de nuestras miserias'. Y también lo de 'pretender cambiar la lengua para cambiar la realidad resulta tan pueril como afirmar que la solución de la pobreza en el mundo pasa por imprimir más billetes de quinientos'.

En la propia web del Cervantes Virtual (CVC), la elección del Martes Neológico fue ultramaratón. El desafío extremo para el homo corredor u homo runner que hace unos años practicaba el footing (o, si estaba más viajado, el jogging) y ahora llama a lo mismo running. Interesante la cita de 1912 de Mariano de Cavia que demuestra que el galicismo semántico footing significaba en origen ‘pasear’. Y oportuno apoyo final a la propuesta de inclusión de este neologismo en el diccionario el realizado por Mariano Quirós García por medio de unos versos de Ramón Alemán: «Hermoso, dulce, feo u horterada / si el término lo emplean regimientos, / un día el diccionario le da entrada».


Como ha ocurrido, por ejemplo, con las dos acepciones adicionales que se dieron a pírrico en el Drae 2001. Se asumía así el uso erróneo por parte de quienes ignoraban que ese adjetivo derivado del nombre del rey de Épiro llamado Pirro, que en el año 279 a. C. derrotó a los romanos en Ásculo, a costa de sufrir numerosísimas bajas, nació para describir los triunfos obtenidos con más daño del vencedor que del vencido.

Pues ni con esa manga ancha se consigue verlo bien utilizado. Porque en ninguna de las tres acepciones actuales encaja adecuadamente lo ocurrido en la votación de la SOF (Sociedad Ovetense de Festejos) que, aunque con ínfima participación, se resolvió por 44 sufragios a favor, dos abstenciones y ningún voto en contra. Ni daño para el vencedor, ni apretado margen, ni mucho esfuerzo en relación a lo obtenido. Pues vean como lo hemos visto, eso sí, muy entrecomillado, en La Nueva España



Ese resultado lo que puede y debe ser calificado es de mínimamente representativo. Lo que nos evoca como  fenómeno para el recuerdo que, a mediados de los años setenta, una ciudad que entonces contaba con unos 170.000 habitantes, consiguiera tener cerca de 30.000  asociados a la entidad organizadora de sus festejos. Los que hoy, además de poco involucrados, no llegan a 4.000.

Los padres que casan a los hijos tituló Álex Grijelmo su artículo del pasado fin de semana sobre una expresión que ve como lenguaje fosilizado que choca claramente con las costumbres de hoy. La verdad es que las pocas veces que la vemos utilizada, lo es con un toque de ironía (no pocas veces dirigida al "triunfo" que supone "sacar" a los hijos de casa). Como bien constata el periodista-lingüista, corren tiempos en que los hijos lo que dejan a los padres en esos asuntos, todo lo más, es la financiación del banquete nupcial.

Curiosa la afición del suplemento Verne de El País a los títulos largos. Como el Tenemos una nueva palabra en español y la han inventado en Andalucía: escutoide que dio Lola Pons Rodríguez a su última colaboración. Una exposición sobre el neologismo creado por el equipo liderado por el biólogo de la Universidad de Sevilla Luis M. Escudero, para denominar las formas con que se "abrazan" las células epiteliales.

El término escutoide, que ya tiene artículo en tres idiomas en la Wikipedia, tiene una “doble inspiración”: el apellido del jefe del equipo científico, derivado del latín scutum (escudo), junto con el hecho de que la estructura de esas formas recuerde las del tórax o scutum de algunas variedades de escarabajo. Bastó añadir el sufijo griego –oide, que significa ‘parecido a’, y listo.

Aprovecha la autora para recordar que las palabras con fecha de nacimiento y autor concretos son muy poco comunes. Fruto de un fenómeno que recibe el nombre técnico de ‘creación léxica’ u ‘onomaturgia’, que solo cabe considerar tal cuando se consigue su aceptación social y difusión de un neologismo. A nosotros nos lo va a decir, que no somos capaces de ver medrar fuera de este blog a ninguno de nuestros sofineologismos que, recordamos a los improbables interesados, cuentan con etiqueta propia en este blog.

Entre los casos de onomaturgia estudiados con detalle por el académico Pedro Álvarez de Miranda, cita perogrullada (Quevedo), intrahistoria (Unamuno), quirófano (doctor Andrés del Busto) o mileurista (Carolina Alguacil, en una carta a El País). Curioso fenómeno ese 'caer en gracia' lingüístico, que nos recuerda como Alex Grijelmo todavía se esforzaba la semana pasada desde su tribuna de ese mismo diario con propuestas como “gozador” o “deslizador”.

Comenzamos nuestro recorrido por el Laboratorio del lenguaje del Diario Médico con el muy enumerativo artículo de Fernando A. Navarro ¿Español o castellano? (I). Una duda que trata de despejar en una segunda parte en la que explica cuatro situaciones específicas en las que se aprecian diferencias claras entre ambas denominaciones de nuestra lengua. 

Retrocedemos hasta el lunes en que José Ignacio de Arana dedicó un artículo a las Gollerías, las cosas muy apreciadas, prácticamente imposibles de conseguir. Característica, esta última, que echamos en falta en las definiciones del DLE:

1. f. Manjar exquisito y delicado.

2. f. coloq. Delicadeza, superfluidad.


Lo que para la Real Academia es término de origen incierto, cuenta con una interesante explicación en los comentarios al Quijote de Diego Clemencín, que fue recogida por José Mª Iribarren en su interesantísimo 'El porqué de los dichos'. Dice el erudito sobre esa corrupción de ‘gullurías’ o ‘gollorías’: “diose este nombre por onomatopeya a unos pajarillos que anuncian la primavera, y por ser sabrosos y difíciles de coger, se miraban como manjar excesivamente delicado, que sólo podía apetecerse y buscarse por capricho y antojo. De aquí ha venido llamar gollerías a las pretensiones y deseos de la misma clase.”

Y aun añade Arana una interesante cita del libro 'Medicina española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua' (1616) de Juan Sorapán de Rieros sobre el uso médico de las gollerías originales.

El artículo de ayer de Fernando A. Navarro tiene el interrogativo título ¿Prefieren los científicos un estilo complicado? Y una muy bien escogida ilustración. Refuta la habitual excusa de que en la comunidad científica prima la precisión sobre la sencillez, basándose en los resultados de un experimento realizado por John Kirkman, el autor del libro 'Good Style: Writing for Science of Technology' (2005). Y apoya su conclusión de que el problema está en la enorme dificultad de  resumir y concretar con claridad, en una oportuna cita tomada de la correspondencia de Blaise Pascal: «esta carta es más larga de lo habitual porque no tenía tiempo de hacerla más corta».

Comenzamos el repaso de Fundéu con el apunte dedicado a señalar que la expresión incendio virulento es válida para aludir a los fuegos devastadores o que se propagan con rapidez, por más que esos desastres no tengan orígen vírico. El martes advirtieron que materno o paterno es lo relativo a la madre o al padre, mientras que maternal o paternal es lo propio del afecto, cariño o solicitud de la madre o del padre, respectivamente.


JJ Aós en Noticias de Navarra
Las altas temperaturas reinantes suscitaron la un tanto purista recomendación del miércoles de utilizar masa de aire cálido o masa cálida con preferencia a masa de calor.

Ya teníamos escrita nuestra crítica a la expresión 'día de la sobrecapacidad de la Tierra' de ayer, cuando leímos que los urgentes también prefieren 'día del sobregiro de la Tierra'. Tendremos que escribirles a ver si nos compran "Día de la sobreexplotación de la Tierra".

Y como último apunte semanal, el dedicado a difundir que tanto adecua como adecúa son acentuaciones apropiadas de esa forma del verbo adecuar. Una dualidad que comparten otros como licuar o evacuar.

Carentes de juguetones (con las palabras) titulares que reseñar, vamos a señalar que algunas crónicas nos han hecho reparar en la eufemística perífrasis 'incompatible con la vida'. La que, aplicada fundamentalmente a las heridas o lesiones, cada vez vemos utilizar más para evitar el adjetivo mortal. 

Metidos en atención sanitaria, también hemos descubierto la sonora denominación CHUAC que recibe el Complexo Hospitalario Universitario A Coruña. Un hallazgo que nos invita a ir coleccionando otras siglas sonoras u onomatopéyicas. Como la besucona MUAC que utiliza el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la ciudad de México.

Y como el procesador de textos nos advierte que hemos sobrepasado de largo nuestra extensión habitual, ponemos fin a este apunte reconociéndonos merecedores de un 'coscorrón de Pascal'






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