sábado, 11 de agosto de 2018

Cosas de la lengua (32/2018)


‘Deepfakees el título de la columna de Javier Sampedro  publicada el pasado jueves en El País. Un texto que no solo introduce al lector a los vídeos con falsos protagonistas creados con programas de síntesis de imágenes, sino que, sobre todo, es una reflexión, con metáfora animal de por medio, sobre la carrera en curso entre las tecnologías de falsificación y detección.

Leemos en la Wikipedia que el nombre de deepfake (faslificación profunda), creado por analogía con la técnica de aprendizaje de máquinas denominada deep learning (aprendizaje profundo), procede del nick que se asignó el anónimo usuario que en otoño de 2017 colgó en Reddit  varios vídeos porno falsamente protagonizados por famosas. Un fenómeno del que se hizo eco la revista Vice en su número de diciembre de ese año.

En el siguiente vídeo pueden verse algunas interesantes comparativas entre originales y falsificaciones.


Nos vamos al Martes Neológico que esta semana se ocupó del austericidio. Una denominación creada para criticar las medidas de recorte del gasto público. Pero Ivan Solivellas Ugena (sic, peculiaridades de la acentuación del catalán) prefiere la más larga explicación de que consiste en la aplicación de una serie de medidas orientadas a reducir la deuda pública, algo que supone un conjunto de recortes en educación, sanidad y otros ámbitos relacionados con el estado de derecho [ya será del bienestar, pero cuando se coge partidista carrera....]. Y todavía lo remacha con 'A raíz de estas políticas de recortes, muchas familias se vieron en una situación muy vulnerable: sin ingresos ni ayudas, rápidamente perdieron sus casas —recordemos la ola de desahucios que se produjo— y, a su vez, algunos casos desembocaron en el suicidio, bien porque la situación era insoportable, bien por las penurias que supone perder el hogar y no tener ni con qué alimentarse'.

Observa el autor en su análisis de esta palabra registrada por primera vez en 2012, la productividad del sufijo –cidio, que ilustra con ejemplos como arboricidio, biocidio o urbanicidio. Suficientes para poner de manifiesto el cambio semántico del mortal elemento compositivo, que también encuentra en el muy poco usado sincericidio, puesto que austericidio no significa ‘matar la austeridad’, sino ‘muerte por austeridad’.

Pasamos a Fundéu, que comenzó la semana recomendando las voces cabecera o introducción (y su acortamiento intro), como alternativas al cinematográfico anglicismo  opening. El que es habitualmente utilizado para hacer referencia a la inicial porción de metraje de películas y programas de televisión que se utiliza para presentar título, reparto y equipo técnico.

Un poquillo tarde nos parece que llegó la recmenación del martes. La que explica que las voces anti-VTC y anti-Uber se escriben con guion y sin comillas. Y no entendemos muy bien la ausencia de anti-taxi. Posición alimentada por la parte de ese colectivo que se ha mostrado inaceptablemente agresiva.

Prosiguieron los urgentes advirtiendo que  fotosensibilizante o fotosensibilizador, y no fotosensible, son los adjetivos adecuados para aludir a los productos que pueden acarrear efectos negativos para la piel de quienes se expongan a la radiación solar mientras los utilizan.

El jueves tocaron  unas claves de redacción para la V Cumbre del Caspio que se celebra mañana en la ciudad kazaja de Aktau. Con lo bien que viene ilustrar estas cosas con un mapa, lo urgentes despachan el grafismo de su apunte con unas torres petrolíferas. Ya entramos nosotros al quite.

Y como colofón semanal, un apunte sobre la ortografía de la expresión Alto Comisionado. Con mayúsculas y en masculino cuando se refiere a la institución, mientras que en minúscula y con el género que corresponda cuando se aplica a quien la dirige.

En el Laboratorio del lenguaje del Diario Médico hemos comenzado nuestro recorrido en la 63ª entrega de la serie Las apariencias engañan…. En la misma pueden descubrir el significado de leer en inglés, aldea en vasco, folletto en italiano y entornar en portugués.

José Ramón Zárate explica en Testamento vital: líos en las urgencias que los malentendidos con los documentos destinados a guiar la toma de decisiones al final de la vida son “sorprendentemente frecuentes”. Pero mejor cliquen y lean el artículo, porque el asunto tiene su complejidad.

Fernando A. Navarro repitió el jueves para acusar recibo de los comentarios recibidos a su artículo sobre la denominación del grupo sanguíneo 0, explicando en ¿Cómo se dice ‘cero’ en inglés? las tres posibilidades que ofrece ese idioma.

Y la entrada publicada hoy mismo se titula ¿Cuál es la palabra médica más bonita? Inspirado en el artículo «¿Por qué nos gusta el español?» publicado en el Abc Cultural el pasado 3 de febrero, en el que se pedía a dieciocho personalidades de la cultura que eligieran su palabra favorita, Fernando A. Navarro ha reproducido el ejercicio en el ámbito médico.

68 respuestas obtuvo a su tuitera encuesta, sobre las que realiza algunas unas interesantes reflexiones. Y termina comunicado que una posterior votación proclamó vencedora a la palabra apoptosis. Un fenómeno que, en dos palabras, podríamos definir como el shivaismo biológico.

Nos vamos de visita a la tele pública, donde ya se nota algún efecto de los cambios de gestión implementados. Así es que se ha escuchado llamar presos políticos a los etarras, aunque cierto es que medió una inmediata disculpa (más detalles). Son las malas pasadas que no es difícil juegue el subconsciente a quien tanto empeño muestra en dar las noticias vestida de amarillo.

Y no parece un muy desapasionada ejercicio del periodismo referirse al ciertamente controvertido Netanyahu, como el "'palmero habitual de Trump". Pero así lo hemos escuchado en las noticias de la madrugada del 8/8.

En el lenguaje del humor hemos encontrado en una viñeta de Caín para La Razón una curiosa paráfrasis de la más famosa frase de  Concepción Arenal (1820-1893): «Odia el delito y compadece al delincuente».

Tomás Serrano, por su parte, decidió dar un un giro de actualidad al refrán Dos que duermen en un colchón, se vuelven de la misma condición.



En cuanto a la viñeta que hoy publica Esteban en La Razón, es una irónica reelaboración de la frase Julio César que suele formularse como "No basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo". Pero lo afirmación que Plutarco pone en boca del patricio romano en sus 'Vidas Paralelas' (véase el contexto en IX y X) es “quiero que de mi mujer ni siquiera se tenga sospecha”.

Una dilogía basada en la polisemia del término acentuar, pronunciado a la canaria, fue la base de una de las viñetas de Morgan en el diario Canarias 7. La presentamos seguida por la final ilustración del neologismo sidreral ideado por algún anónimo plumilla de La Nueva España.







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