La semana viene suficientemente cargada de lingüísticas custiones como para justificar el fraccionamiento de nuestro habitual recorrido. Comenzamos esta primera parte con Álex Grijelmo, que publicó el pasado domingo Breve diccionario filoménico. Un artículo en el que trata sobre alerta roja, bola de nieve, cadenas, carámbanos, embolsamiento, el nombre Filomena, helada, nieve y sal.
Y a la vista de que apenas que esbozada la tremenda historia de la mitológica Filomela, añadimos una imagen del Banquete de Tereo (1636/38) de Rubens para animarles a seguir los anteriores enlaces a efectos de indagar más sobre esa agraviada mujer, que acabó convertida en ruiseñor, crudelísimamente vengada por su hermana Procne.
Ya se ve que no le encanta, pero mucho más contundente estuvo Arturo Pérez-Reverte con su tuit: Bastó que un tonto con cargo oficial hablase de camiones "embolsados" para que todos empezaran a repetirlo en los medios informativos sin mirar el diccionario. Resultado: ya no hay vehículos bloqueados, concentrados ni aparcados. Ahora todo se embolsa.
En uno posterior complementó la alternativas con agrupados, bloqueados, inmovilizados o retenidos. Pero obsevamos que ha desaparecido otro mensaje en el que no salía muy bien parada la lingüística institución que es habitual objeto de nuestros comentarios:
Y como ven, ya empezamos: francotiradores de Fundeu-RAE tragando de todo y arrastrándonos a los demás. No sea que los acusen, por Dios, de no estar al día., Hoy es "se puede considerar", y mañana será correcto. Lo dicho. Somos gilipollas. Todos y todas.
Quien ha escrito eso en nombre de Fundeu-RAE (y lo dice uno de la RAE que acaba de hablar con otros compañeros de la RAE), miente por la gola. En ese sentido, embolsar nunca puede considerarse correcto. Lo diga un ministro, o lo diga quien lo diga.
Así es que procede concluir este apartado con un enlace al pronunciamiento de Fundéu que tanto irritó al académico.
La Rae asimismo publicó un artículo sobre la nieve en el que se recuerdan algunas voces poco usadas. Particularmente destacables, por lo poco habituales, nos han parecido las siguientes:
cellisca: temporal de agua y nieve muy menuda, impelidas con fuerza por el viento
espalar: apartar con la pala la nieve que cubre el suelo [1]
nevasca: nieve caída
torva: remolino de lluvia o nieve
Al margen de la anteriormente citada respuesta a una consulta, Fundéu no ha tratado en sus recomendaciones, al menos hasta hoy, el lenguaje vinculado con Filomena. El lunes señalaron que la acción de ‘aplicar, dar o hacer tomar un medicamento’ es administrarlo, no suministrarlo. Así que Pfizer suministra la vacuna contra la covid-19 y el correspondiente sanitario se la administra a los pacientes.
Observamos, por nuestra parte, que también se advierte considerable uso periodístico de inocular. Un verbo que, en el caso de las modenas vacunas de ARN mensajero, resulta poco ajustado a la definición de Introducir en un organismo una sustancia que contiene los gérmenes de una enfermedad. Tenemos pendiente de respuesta una consulta enviada a la Rae.
Los urgentes apuntaron el martes que la escritura rave, en cursiva, es la adecuada para el anglicismo que hace referencia a una ‘fiesta multitudinaria, generalmente de carácter clandestino, en la que se escucha música tecno’.
Ayer advirtieron que la conjunción y toma la forma e ante palabras que empiezan con i o hi con valor plenamente vocálico («chinos e indios», «torundas e hisopos»…), pero se mantiene cuando la siguiente palabra comienza por diptongo («frío y hielo»).
Hoy todavía no han publicado cuando subimos este apunte a la red. Y quizá pudieran dedicar uno de sus apuntes a comentar que en España ya no existe, desde el punto de vista jurídico, la zona catastrófica. Ello porque desde la promulgación de la Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil, cuando ocurre una catástrofe natural la figura aplicable es “zona afectada por emergencia de protección civil”. Una denominación que cumple el principio del lenguaje administrativo que establece que toda actualización sintagmática se realizará recurriendo a fórmulas de mayor extensión.
Dos finales pinceladas humorísticas. Un salado juego de palabras publicado en La Tira y Afloja de La Nueva España que dibuja Pablo García y la paráfrasis de un popular lema madrileño, muy asociado con La Movida, realizado por Javi Salado. El sábado más.
P.S.- Hoy hace 80 años que Victor de Laveleye, antiguo ministro de justicia y director de las emisiones belgas de habla francesa en la BBC entre 1940 y 1944, propuso el uso de la V de "victoria", inicial compartida por esa palabra en francés (victoire) y neerlandés (vrijheid), como símbolo de la resistencia a la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial (más detalles).
La idea prendió rápidamente y las uves empezaron a aparacer en los más diversos lugares, para irritación de las fuerzas de ocupación, que reprimieron esas acciones incluso con penas de cárcel. Como la de nueve meses sufrida por Kathleen le Norman y Lillian Kinnaird, cuya acción evoca la ilustración de Edmund Blampied que puede verse debajo. A su lado la de E. H. Shepard publicada en julio de 1941 en la revista Punch que pone de manifiesto la popularidad del símbolo que posteriormente ha sido muy asociado con la figura de Churchill.
[1] Con un día de retraso, a efectos de ilustrar esta entrada, ha llegado un ejemplo de uso de la poco utilizada espalar publicado por JM Nieto en Abc el 15/1.
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