lunes, 26 de septiembre de 2022

CLIPDA DLIX: Humor al arte de la semana 38/2022 (1ª parte)

 

Dave Brown dio cuenta el sábado del recorte de impuestos  anunciado por el gobierno de Lizz Truss, una medida sumamente  generosa con los más ricos, con una parodia del cuadro 'Androcles' (ca. 1902) de Jean Léon Gérôme (1824 - 1904). Un estudio de 30 x 40 cm, que forma parte de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires (enlace ficha), para una obra de mayor porte que el pintor francés no llegaría a realizar. El Chancellor of the Exchequer (Mº de Hacienda) Kwasi Kwarteng es quien interpreta el papel del legendario personaje en el acto de quitarle la espina al fat cat que suplanta al león del original.

La representada es una famosa historia de la literatura clásica que fue narrada en griego por Claudio Eliano y en latín por Aulo Gelio. También aparece entre las fábulas atribuidas a Esopo y, ya modernamente, en 1912 George Bernard Shaw adaptó la historia como obra de teatro que sería la base del guion de la película 'Androcles y el león' (1952). 

Cabe recordar que esa historia trata sobre un esclavo romano que se escondió en una cueva después de escapar de su amo. Un león que se había clavado una espina en una pata entró en la misma y el fugitivo, compadecido, se ocupó de sacársela.

Algunos años más tarde Androcles fue capturado y condenado a ser devorado por las fieras en la arena del circo. Pero uno de los leones resultó ser el animal al que había curado y, tras reconocerlo, le protegió del resto de fieras. Una sorprendente escena que propició que los espectadores exigieran que fuera liberado.

Adjuntamos en nota al pie [1] la transcripción de la edición de José María Regañón López (Biblioteca Clásica Gredos, Madrid 1984) de la 'Historia de los animales' de Claudio Eliano (enlace a los Libros I-VIII). 

Tampoco falta un "fat cat" en la viñeta de Martín Rowson  publicada en The Guardian sobre la citada rebaja de impuestos. Una versión bastante libre, como en ese dibujante es habitual, del icónico vuelo de 'The  Snowman' (1978) de  Raymond Briggs    (1934 - 2022), el dibujante y novelista gráfico fallecido en agosto a quien entonces dedicamos el monográfico CLIPDA DXLVIII.


Recordamos que Trickle-down (Efecto derrame) es la denominación de la discutida receta económica, convertida por Rowson en voladora micción, que propone reducir los impuestos a las empresas y a los ricos de la sociedad para estimular la inversión empresarial que a largo plazo acabaría por beneficiar a la sociedad en general.

Pasamos al humor navarro. No teníamos versión de César Oroz de 'La Libertad guiando al pueblo' de Eugène Delacroix en la extensa colección de recreaciones de ese cuadro albergada en loCLIPDA LXXXIVLXXXVLXXXVI (este es el que se ocupa del humor de prensa), LXXXVII LXXXVIII. Y hoy nos congratulamos de documentar que el pasado sábado quedó subsanada esa carencia.

El dibujante suizo Gérald Herrmann llevó llevó al Saturno de  Goya a su viñeta de Tribune de Genève del jueves (¿Le pongo un poco más?), por más que lo hiciera con el cómodo recurso a una reproducción facsimilar.  


Emilio Giannelli recurrió el viernes al Grito de Munch para representar en el Corriere della Sera a Giorgia Meloni que, paradójicamente, a tantos tiene hoy interpertando esa icónica pose.


Complementamos la sección pictórica con la reflexión del dúo Caín en La Razón de ayer sobre un debate que va arreciando conforme se acercan las celebraciones de 2023 del 50º aniversario de la muerte de Picasso (enlazamos una interesante intervención parlamentaria del diputado Guillermo Díaz). 

Vamos ahora con un poco de humor monumental. El Ángel de la Independencia  que se alza sobre la Avenida de la Reforma de la ciudad de México  que, como ya hemos explicado en otras ocasiones, por última vez en el CLIPDA DXXVIII, no es un ángel sino una Victoria alada, es un motivo habitual en los dibujos sobre la festividad que México celebra el 16 de septiembre. Junto a esta líneas recordamos el publicado este año por Ángel Boligán en el diario El Universal. Pero más llamativo nos ha parecido la viñeta titulada "Septiembla!" publicada por Nerilicon en El Economista del día 20, al día siguiente del tercer terremoto de gran magnitud, este último de 7,4, que ha sufrido el país mesoamericano en un 19 de septiembre. 

Diversas evocaciones del Pensador de Rodin hemos visto con motivo de las sorprendentes declaraciones realizadas a Fox News (enlace vídeo) por el expresidente de Estados Unidos Donald Trump. Una entrevista en la que afirmó que los documentos incautados durante la redada en su residencia en Mar-a-Lago estaban desclasificados porque cuando ocupaba la Casa Blanca podía tomar esta decisión "diciendo que están desclasificados o incluso pensándolo" (más detalles). Como muestra nos hemos traído la versión de Kevin Siers

Concluimos esta primera parte con la visión de Dominique Mutio del parisino monumento al político francés Léon Blum.



[1] La historia en Claudio Eliano (fuente)

La memoria es una facultad que poseen también los animales; y la poseen como algo innato, y no por obra de ejercitación o aprendizaje que ciertos embaucadores proclaman vanidosamente haber inventado. Prueba de ello es el relato siguiente.

Un tal Androcles, esclavo para su desdicha, se escapó de casa de su amo, senador romano, por haber cometido una fechoría, no sé si grave o leve. Llegó a Libia y, procurando evitar las ciudades «cuyo emplazamiento señalaba sólo mediante las estrellas» como ordinariamente se dice, se dirigió al desierto. Achicharrado por el mucho y ardiente calor del sol, se sintió contento al refugiarse bajo una cóncava roca, donde descansó. La roca era el cubil de un león.

Pues bien, el león había regresado de su cacería maltratado por una robusta astilla que lo había atravesado, y, al encontrarse con el joven le dirigió una tierna mirada, empezó a mover la cola, extendía su pata y, de todos los modos posibles le suplicaba que le arrancase la astilla. El joven al principio retrocedió asustado; pero cuando vio que la fiera se comportaba mansamente y vio la herida de la pata, extrajo de ésta lo que estaba causando el dolor y libró al animal de su sufrimiento.

El león, contento con su curación, pagó al joven sus cuidados dispensándole un trato de huésped y amigo y le hacía partícipe de cuanto cazaba. El animal comía los alimentos crudos según la costumbre de los leones, y el joven los cocía. Y disfrutaban de una mesa común, cada uno según su naturaleza.

Durante tres años llevó Androcles este género de vida. Después, habiéndole crecido excesivamente el cabello y aquejado de un fuerte escozor, abandonó al león y se confió a su suerte. Después, unos hombres los apresaron cuando caminaba errante y, enterados de a quién pertenecía, lo enviaron atado a su amo.

Éste castigó a su esclavo por el daño que le había ocasionado y decidió entregarlo a las fieras para que lo devorasen. Pero sucedió que aquel león libio cayó en poder de unos cazadores y fue dejado suelto en el circo lo mismo que el joven, destinado a morir, que había sido compañero de casa y albergue del animal.

El hombre no reconoció a la fiera, pero ésta al instante reconoció al hombre y, moviendo la cola, le mostraba su afecto, al tiempo que, agachando todo su cuerpo, se echaba a sus pies. Al fin, Androcles reconoció a su huésped y, abrazando al león como a un amigo que llega después de una ausencia, lo acogió afectuosamente.

Como este espectáculo parecía cosa de magia, se soltó contra el hombre un leopardo. Al abalanzarse éste contra Androcles, salió el león en defensa del que lo había curado, del hombre con el cual había compartido su mesa, y despedazó al leopardo.

Como es lógico, los espectadores no salían de su asombro, y el ciudadano que ofrecía el espectáculo llamó a Androcles y oyó de sus labios toda la historia. Y el relato corrió por toda la multitud y el pueblo, enterado puntualmente, pidió a gritos que se dejara libres al hombre y al león.

Así pues, la memoria es una facultad congénita de los animales. Y hay una historia que concuerda con la expuesta y tiene el mismo desenlace ***. En Samos en frente de Dioniso de la Boca Abierta podría uno imaginarse que ve el cubil. Consúltese, además, para esto, a Eratóstenes, a Euforión y a otros que lo cuentan.



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