domingo, 30 de octubre de 2022

La semana en viñetas 43/2022 (1ª parte)

 

Las tropelías del CIS de Tezanos coleaban el lunes en la viñeta de Antón, mientras que JM Nieto dedicaba la suya a ese dubitable corredor verde que nuestros vecinos nos han cambiado por el Midcat. José Luis Martín  abundaba el jueves en el tramposo juego que se adivina en las  declaraciones de la ministra francesa recogidas el viernes en El País sobre una entrada en servicio no anterior a 2030. La incoherencia del planteamiento queda en evidencia cuando se aduce que Macron sostenía que los muy sobreestimados cinco años que llevaría completar el MidCat son demasiado tiempo. Basta con la aritmética de Barrio Sésamo


La reelección de Xi Jianping para un tercer mandato ocupaba ese primer día de la semana tanto Sansón como a Ferreres, este apoyado en la esperpéntica purga en directo de Hu Jintao, y el martes a los dos dibujantes de Abc y a Kap en La Vanguardia.


En Europa la atención estaba focalizada en el nombramiento de Rishi Sunak como primer ministro del Reino Unido, un asunto al que dedicamos el miércoles un entero apunte. Desde el mismo nos traemos la primera viñeta que vimos sobre esa cuestión en el humor español, que fue la de Pinto&Chinto en La Voz de Galicia, así como la expresiva visión de la sucesión de premiers tories publicada por Dave Brown en The Independent.


Asimismo queremos apuntar que llevábamos más de un año sin actualizar El catálogo humorístico de Ikea y Dave Brown presentó el jueves el "gabinete" SÜNÅK, un mueble que advierte sobre su riesgo de inestabilidad. El discordante pomo es la ministra el Interior Suella Braverman, un nombramiento muy criticado puesto que había dimitido un semana antes bajo la sombra de una brecha de seguridad en su manejo de la información del departamento.


Idígoras y Pachi daban cuenta en El Mundo del martes de que Pedro Sánchez será el primer español en presidir la Internacional Socialista y creemos que Batllori ni se imaginaba en que acabaría en pocos días el ponerse las botas de su tira de La Vanguardia que complementaba al día siguiente adherido al falaz argumentario oficialista que tan espléndidamente desmonta Daniel Gascón en el artículo 'De la sedición a la sedación' publicado en El País [1]. En cuanto al calvosoteliano "Antes facha que rota", nos remitimos a lo comentado en el apunte de ayer.

El jueves fueron Javi SaladoJM Nieto quienes se ocuparon de la reforma del castigo de la sedición, el primero con un tratamiento que califica a esa viñeta para acceder al apunte Pedrito y papi Pedro. [2]


Sobre el efecto que la reforma legal pueda tener en que Junqueras pueda presentarse a las próximas elecciones, recomendamos leer el interesante hilo del abogado Chema de Pablo sobre las consecuencias del concurso medial de otro delitos.

Retrocedemos al miércoles para comenzar la reseña del humor de esa jornada con una de las seis viñetas que coleccionamos sobre la caída de Whatsapp. Hemos optado por la visión de Miki y Duarte.


Puebla trató el desprecio a Alfonso Guerra, que solo fue invitado al 40º aniversario del triunfo electoral de 1982 después de que difundiera que no había sido invitado. Debajo, la visión de esa celebración de Javier Cuervo y Pablo García en La Nueva España, más la de Ricardo ya del viernes. Siguen tres viñetas de ayer: la actualización de la "foto del Palace" de Javi Salado, el recordatorio de Miki y Duarte del famoso "¡El que se mueva no sale en la foto!" que ya reseñamos en el apunte de ayer, intimidatorio aviso que también subyace en el "Photosoe" de hoy de Gallego y Rey, más la vuelta al humor, de la mano de Idígoras y Pachide uno de los famosos bonsáis de Felipe González. Completa este bloque la ilustración de Ulises Culebro para el artículo de Raúl del Pozo en El Mundo del viernes.


Pasamos a dar cuenta de la irónica visión de Nieto en Abc sobre Ciudadanos y la de Napi en Diari de Tarragona sobre el nacionalismo catalán con el oportuno fondo de unos retratos de Prat de la Riba y Lluis Companys.

Una vez que la colección de esta semana ha resultado bastante abultada, vamos a establecer aquí una pausa para continuar esta tarde la reseña a partir de lo publicado el jueves.





[1] De la sedición a la sedación

por Daniel Gascón (El País, 27/10/22)

Si la norma es anticuada o un fósil, convendría modificarla y adaptar su configuración típica para hacer frente a las amenazas actuales, no para dejar al Estado más desprotegido


En el año 2017, España sufrió un ataque a su orden constitucional. El Estado pudo parar el golpe y desactivar el asalto. Desde entonces, una de las actividades principales del secesionismo, además del habitual victimismo matón y de un uso partidista de las instituciones que excluye a quienes no piensan como ellos, ha sido despojar al Estado de los instrumentos que permitieron contener esa agresión: hacer que tenga menos recursos para defender los derechos de los ciudadanos. Es comprensible. Lo extraño es que quien está a cargo del Estado parezca dispuesto a ayudarlos en esa tarea.

Lo más lógico habría sido observar si hay que adaptar las leyes a los tiempos: no para que los perpetradores sufran consecuencias más o menos graves, sino para que sea más difícil que las acciones se repitan. En cambio, observamos una profusa chatarra argumentativa: la modificación nos permite homologarnos con Europa, por ejemplo. En primer lugar, es discutible: el Tribunal Supremo señaló que “la crítica al exceso punitivo del delito de sedición (...) no puede ser el resultado de la comparación semántica de esa figura con tipos penales vigentes en sistemas extranjeros”, y que hechos similares a los cometidos por los líderes independentistas acarrean condenas comparables o superiores en Italia, Francia o Alemania. En segundo, es uno de esos argumentos inspirados en los pimientos de Padrón, que, ya se sabe, unas veces pican y otras no: en ocasiones hay que homologarse con Europa (cuando le conviene al Gobierno) y en otras hay que distinguirse (cuando le conviene al Gobierno). Las leyes de los países, que tienen soberanía para establecerlas, también responden a unas circunstancias determinadas. Si la norma es anticuada o un fósil, convendría modificarla y adaptar su configuración típica para hacer frente a las amenazas actuales, no para dejar al Estado más desprotegido. También, si es una reforma tan importante y urgente, sorprende la manera en que se plantea: para sacar adelante unos Presupuestos en el tramo final de una legislatura. Y resulta obsceno que una reforma de una ley, que debería ser abstracta e impersonal, como ha escrito José Antonio Zarzalejos, se plantee de manera asombrosamente personal y concreta, para favorecer a unos aliados.

La rebaja de las penas por sedición que pide Esquerra Republicana a cambio del apoyo a los Presupuestos busca que actos como los de 2017 tengan menos consecuencias penales: ahora, y más adelante, si (o cuando) vuelvan a producirse, porque uno de los logros de la reforma puede ser convertir el pronunciamiento civil cantonalista en un instrumento de negociación.


[2] Un recordatorio de la guerra que los nens catalanes han dado a "papi Pedro": Fontdevila (Ara, 3/9/22), Kap (La Vanguardia, 30/8/2020) y doble aportación de JMª Nieto (Abc, 16/7/21 y 26/2/20).

  



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