El apasionado debate que suscita la acentuación de la palabra «solo» sin duda es uno de los más pintorescos, y desproporcionados, que se hayan visto en nuestro país. No es de extrañar, por tanto, la relevancia informativa que ha tenido el acuerdo que matiza (‘despenaliza’ dice el titular de El País) la decisión del año 2010 de suprimir la tilde del adverbio «sólo».
Pero procede apuntar que la doctrina oficial aparentemente no cambia en esencia, por más que Pérez-Reverte discrepe y convierta su disidencia en la noticia más destacada de "La dos" de Abc. El caso es que lo que se ha hecho público, calificado como un clarificador "cambio de redacción" en la posterior matización de la Academia, es que la disputada palabra seguirá careciendo de acento ortográfico, tanto si es adverbio como si es adjetivo, aunque se ha pasado a admitir expresamente el uso de la tilde en caso de que se perciba ambigüedad y se considere que con la misma se evitará una posible confusión del significado (enlace a la nueva formulación de la regla y a la sintética explicación de la duda rápida). Nos permitimos recomendar las explicaciones de Javier Jiménez que considera que este asunto solo es polémico por la negativa de un sector de la academia a aceptar que "sus costumbres ortotipográficas" no tienen por qué ser el canon del español escrito.
Cuidadín, en todo caso, con chafar las versiones escritas del "chiste del café solo" que precisamente está basado en la ambigüedad. Eso mientras apenas suscita polémica la similar salvedad que también ha sido reconocida a los pronombres demostrativos este, esta, ese, esa, aquel, aquella y sus plurales.
Adjuntamos la calificación de "boomer beef" que recibe este asunto en la viñeta de Manel Fontdevila y la aplicación que también hoy hace Javi Salado.Pasamos a El País, diario en el que se adivinan enojosas experiencias personales como fuente de inspiración del artículo 'Invitaciones del revés' de Álex Grijelmo. Un fundado lamento sobre la poca consideración que tantas veces se pone de manifiesto con las frecuentes pretensiones de sacar gratuito partido al esfuerzo intelectual que concede relevancia pública.
No toca esta semana el quincenal artículo de Lola Pons en ese diario madrileño, pero no ha faltado la catedrática sevillana a su cita de los jueves en la Cadena Ser. 'Diccionario' se titula la que precisamente concluye con una constatación de la permanencia del significado de la locución adverbial que da nombre al matinal de Angels Barceló.
La referencia que hace la lingüista al 'Tesoro de la lengua castellana o española' de Sebastián de Covarrubias del año 1611 nos ha animado a traer el completo artículo que cita sobre la barriga.
Ahí tienen el "En nuestros tiempos se vio hombre que traya delante de si vn carretocillo de dos ruedas, en que lleuaua la barriga por no la poder sustentar".También vamos a complementar la mención de la versión digital, accesible por internet, del Diccionario de Autoridades de 1726, con la inserción de un enlace al mismo, así como de otro al muy útil Mapa de Diccionarios, este no citado en la radiofónica intervención, que permite analizar con facilidad la evolución de las definiciones en seis ediciones.
Comenzamos la habitual sección de lenguaje del humor con una muestra de la desleal competencia [por lo oscuro de la financiación] con El Mundo Today realizada desde el reptiliano digital El Plural. Gentes que pretenden hacer pasar por periodismo cositas como la adjunta. Estos si que necesitan llevar delante de sí un carretocillo. Y no para la barriga precisamente.Lo que ya es en el territorio del humor gráfico, Padylla se encargó el jueves de reseñar el neológico ‘diputeros’ aplicado a ese puñado de parlamentarios socialistas que por la mañana apoyaban la prohibición de la prostitución y por la noche escenificaban una seminífera burla (en la segunda parte podrán comprobar por qué estamos muy a semis) a la impostada disciplina de voto ejecutada por gentes como el ya ex-diputado (prefijado por las dotes de convicción del masivo Santos Cerdán y la infalible fórmula "de aquí no sales ...") que se ha convertido en renovada versión de "Esa persona de la que usted me habla".
En cuanto al mediador de canoras inclinaciones procede apuntar que ejerce de paronímico mierdador en la viñeta de ayer del propio dibujante de los diarios La Provincia y El Día. Sigue la viñeta de JM Nieto en Abc sobre los 'bolígrafos' de la jerga en clave de este lamentable caso Mediador. Pero quizá coincidan con nosotros en que carecen del escarnecedor meapilismo de los misales de Dª Ferrusola. Los recordamos en una viñeta de Tomás Serrano publicada en El Español el 9 de mayo de 2017. Un dibujo que forma parte de la colección sobre la materia reunida en una nota de 'La lengua en la semana 30/2022'.
Retrocedemos al domingo para dar cuenta de la antitética evocación de Miki y Duarte, con rama de olivo, de "tener una flor en el culo". Una expresión que no encontramos en el humor gráfico desde que Toni Batllori la llevara a su tira de La Vanguardia a finales de marzo del año pasado.
Concluimos esta primera parte con la magnífica parodia de JM Nieto, publicada en el Abc del pasado domingo, del famoso soneto de Quevedo "A una nariz" que, como seguramente sabrán, era la de Góngora. Enlazamos el comentario de texto de Ignacio Arellano.
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado;
era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egito,
las doce tribus de narices era;
érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.
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