sábado, 28 de julio de 2018

Cosas de la lengua 30/2018


Extraño sentido de la oportunidad el del Martes Neológico del Centro Virtual Cervantes con su propuesta de esta semana: tarjeta black. Un mecanismo retributivo para directivos creado en Caja Madrid en mayo de 1988, aunque menos claro está cuando empezó a oscurecerse fiscalmente su uso. Perverso invento que saltó a los titulares en 2014 con el descubrimiento de que 86 directivos y consejeros habían gastado 15,5 millones de euros en lo que era una clara retribución no declarada a la Hacienda Pública.

El metafórico color negro de ese dinero negro se superpuso al que lucían algunas tarjetas de alta gama a partir del lanzamiento de las exclusivas black cards por American Express. Eso, una vez que ya era muchos los clientes que habían accedido a la modalidad oro, inicial símbolo de máximo prestigio, o a otras metálicas variedades como las denominadas platino. Por tanto, no era tan descarado como algunos podrían deducir, el recurso al color negro. Esas eran gentes que, como mínimo, bebían whisky de etiqueta negra. En cuanto al sintagma comentado, nos parece que nos muy es recomendable su uso, ni en inglés, ni español como propone Fundéu, lo que hay que promocionar es su total caída en desuso.

Tenemos que reconocer que hemos dudado si insertar la adjunta ilustración, pero ya ha quedado para la historia que las famosas tarjetas fueron utilizadas por Gallego & Rey en una de las necrológicas más brutales que hayamos visto (El Mundo 21/7/2017).

Advertimos a los sres. del Cervantes, por si ello pudiera inspirar algún próximo artículo, que el colaborador de Abc JM Nieto ilustraba anteayer el 'techo de cristal'. Un neologismo cuya acuñación atribuye la Wikipedia en inglés, con el apoyo de 3 referencias (entre ellas esta de la BBC), a Marilyn Loden, que lo habría utilizado ya en 1978.  La versión española sitúa, en cambio, el inicio de su uso en el artículo "The Glass Ceiling: Why Women Can't Seem to Break The Invisible Barrier That Blocks Them From the Top Jobs" publicado en marzo de 1986 en el Wall Street Journal por Carol Hymowitz t Timothy D. Schellhardt. Tremendo trabajo de armonización el que tiene por delante la Wikipedia.

Pasamos a Fundéu, que el lunes recordó que apoteosis es siempre femenino y que el adjetivo derivado tiene dos formas apropiadas: apoteósico y la raramente utilizada apoteótico.

Al día siguiente publicaron 7 claves de redacción sobre los incendios forestales. Explican cosas como que solo una parte de los incendiarios son los enfermos que llamamos pirómanos, o que la expresión incendio provocado es más amplia que incendio intencionado. En nuestra opinión, se muestran demasiado compresivos con el sustantivo efectivo del que tanto abusan los periodistas. Y nada dicen de ese perimetrar que no hace mucho que se ha puesto de moda, o sobre feas perífrasis como medios aéreos que tanto se utiliza en sustitución de aeronaves (a las que ahora hay que sumar los drones).

El martes hicieron doblete al recordar que Laos, y no Lao, es el nombre adecuado para denominar de forma abreviada al país cuyo nombre oficial es República Democrática Popular Lao. También señalan que lao, sin s, es el gentilicio de la etnia mayoritaria, así como el nombre de la lengua oficial, mientras que el gentilicio del país es laosiano.

El apunte del día de patrón de España estuvo dedicado al, para esa jornada, no especialmente oportuno término micromachismo. Lo definen como el conjunto de comportamientos, prácticas y estrategias [un poco excesivo esto] cotidianas con las que se ejerce el poder de dominio masculino y que atentan en diversos grados contra la autonomía de las mujeres. Y curioso que luego no prediquen con el ejemplo la indicación de que no es necesario destacar esta palabra con cursiva ni con comillas.

El jueves plantearon presentación de ventas como alternativa a la expresión inglesa sales pitch, que tiene variantes como elevator pitch y taxi pitch para enfatizar la brevedad requerida. No nos convencen los calcos que proponen para las medida de tiempo en base a los recorridos en taxi o ascensor. 

Como último apunte semanal, una aclaración de que acontecer es suceder, y no experimentar o presenciar. La verdad es que nunca habíamos dado con ese esperpento de 'estamos aconteciendo'.

El Laboratorio del lenguaje del Diario Médico publicó el domingo el artículo Jorge Molina y la ficción detectivesca, una breve entrevista al angiólogo que ha publicado la novela negra ambientada en Valencia titulada La navaja de Ockham.

Fernando A. Navarro subió el martes ‘Diccionario inglés-español de investigación clínica’. Una presentación de la herramienta para traducciones especializadas creada por María Verónica Saladrigas que en su versión 1.01 cuenta con más de 4.300 entradas.

El mismo autor explica en Abertura y apertura las diferencias semánticas que han adquirido en el registro culto esas voces que se traducen al inglés con el mismo término opening: la primera para lo que está abierto y la segunda para lo que se abre.

Ánfora ática fechada hacia el 490 a. C.
colección Petit-Palais
Alex Grijelmo tituló  “Consolador”, una visión masculina su artículo del pasado fin de semana sobre las denominaciones de ese juguete sexual que en 2014 fue acogido en el Diccionario académico. Los soberanos hablantes decidirán si procede abandondonar esa ¿machista? referencia al consuelo, con el anglicismo dildo y el griego olisbo como alternativas más pujantes. No le vemos mucho futuro a sus artificiosas propuestas del neologismo “gozador”, inspirado en el francés gode, o a su traductoria versión del olisbo como “deslizador”.

En el suplemento Verne de El País, Lola Pons Rodríguez  apoya en cinco bien trabados argumentos el título de su artículo La letra hache, ni muda ni inútil. En ese mismo diario, nos ha parecido divertida la ironía con el spanglish que desliza Jaime Rubio Hancock en su interesante coloboración Así son los 'El Mundo Today' de Europa: El Mundo Today, de España, ...  significa "The World Hoy".

Como título anfibológico de la semana nos traemos el ¿Qué leches hay en la botella? que hemos visto en La Voz de Galicia. Lo que no entendemos es qué leches está haciendo la administración catalana con sus últimas disposiciones sobre tan mamífero producto. Y encima hay quien quiere copiarles.


Curioso se nos ha hecho encontrar una viñeta, que firma Puebla en Abc, basada en la expresión “cuando habla sube el pan”, que se utiliza para hacer referencia al impacto que tienen las declaraciones de ciertos personajes públicos. De origen impreciso, se cree nacida de la acaparación de alimentos básicos, con la consiguiente subida de su precio, que durante la guerra provocaban algunas declaraciones.

Y como colofón, una triste adaptación del más famoso aforismo del pensamiento cartesiano, realizada por Caín en La Razón.






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