Ingredientes:
- 1 entendimiento transnacional
- 2 gustar es más fácil que convencer (añadir uno al derechas y otro al revés, no muy separados)
- 1 propuesta de sociedad abierta
- 1 espacio contracultural
- 1 discurso liberal conservador de gran angular que abarque convicciones desde una centrada moderación (si no lo encuentra entero, échelo troceado; no se nota la diferencia)
- 1 ejemplaridad en la gestión de lo público (es recomendable prescindir de este ingrediente al llegar a la tercera centena de encausados)
- 1 cucharada sopera (la más grande que encuentre) de conciliación familiar
- Id de brecha salarial
- una pizca de mainstream (de importación, por supuesto)
- economía de progreso, al gusto (esto es como la sal, indispensable pero en muy personal cantidad)
Preparación:
Mézclense con suavidad los ingredientes señalados en un procesador de textos. Si se utiliza uno moderno, con la corrección activada, podría observarse el rechazo del ingrediente mainstream. Ignórese toda advertencia, salvo que el plato vaya a servirse como menú del día en establecimientos de carretera, hogares de pensionistas o similares. Releer un par de veces y enviar al periódico de preferencia sin dejar enfriar mucho.
Desaconsejamos utilizar el ingrediente ‘Hacer política es más que detentar el poder’ de la receta tradicional, porque echa a perder el prestigio lingüístico de quien lo utiliza. En su caso, sustituir ‘es más’ por ‘es lo contrario’.
Adicionalmente, el uso de conciliar en vez de reconciliar aumenta la digestividad del preparado.
Como es un plato que llena más bien nada, recomendamos servir seguido de algo verdaderamente saciante, como ego de margallo a la precongresual (asegurarse de que no haya pasado a ser declarado especie en extinción).
Enlace a una presentación clásica de la ensalada Andrea.
Nota: Esta tarde subiremos el CLIPDA de todos los lunes.
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