Unas "citas" artísticas para comenzar la reseña de la, a los efectos de este apunte, muy productiva cuadragésima semana del año. Encabezadas por la comodona reproducción fotográfica de "La Meninas" utilizada por Asier Sanz Nieto en su viñeta del pasado lunes en el gratuito '20 minutos'.
Bastante más trabajada está la Miki y Duarte del martes, un dibujo en el que se recrean tres famosos besos plasmados utilizando diversas modalidades del arte. Los humoristas malagueños daban cuenta con los mismos de la sentencia impuesta al empresario que cometió la memez de simular besar a la dirigente andaluza de Podemos Teresa Rodríguez.
Más desapercibida puede pasar la cita de Ferreres, en su viñeta de ayer, del cuadro de Antoni Tàpies "Les Quatre Grans Cròniques" (1990) que preside la sala en que se reúne el Consell de Govern de la Generalitat. La acompañamos con una más completa versión anterior ya reseñada en el CLIPDA CLXXX.
Hacía tiempo que no veíamos recrear la icónica imagen de 'La voz de su amo'. El dibujante Glenn Le Lievre se apoyó en la misma para hacer referencia a la colaboración para desacreditar a Joe Biden solicitada por Donald Trump al primer ministro australiano Scott Morrison.
Se nos hace oportuno reproducir las explicaciones sobre el inspirador cuadro que se dan en el CLIPDA CXXI, un apunte que incluye un buen puñado de versiones de Dave Brown.
La famosa imagen de marca "La voz de su amo" se basa en un cuadro del que Francis Barraud pintó hasta 24 réplicas. En la adjunta foto del pintor inglés puede apreciarse, aparte del lienzo montado en el caballete, otro similar apoyado en la pared.
En su forma original, completada en 1899, la pintura mostraba al perro llamado Nipper escuchando un fonógrafo de cilindro. Y esa es la versión que fue remitida para obtener los derechos de autor bajo el título "Perro mirando y escuchando un fonógrafo". Pero tras obtener un seco "los perros no escuchan fonógrafos" como respuesta a su ofrecimiento a la Edison Bell Company, que eran los líderes del mercado de fonógrafos de cilindro, cuando consiguió vender el cuadro a The Gramophone Company, los adquirentes exigieron la adaptación al producto que ellos comercializaban. El que, en su caso, no utilizaba cilindros sino discos. Y a partir del uso como imagen de marca que ha prestado a diversas compañías en una enrevesada trayectoria empresarial es como llegó a convertirse en uno de los iconos más conocidos de nuestro tiempo.
También llevábamos tiempo sin ver viñetas basadas en el, en Norteamérica, muy popular "El espíritu del 76". Un cuadro del que Archibald Willard (1836-1918) hizo diversas versiones tras el éxito que obtuvo el original presentado en la Exposición Universal de Filadelfia de 1876, también llamada del Centenario (Centennial) porque se celebró para conmemorar esa efeméride de la independencia de Estados Unidos. Ahora ha sido Mike Luckovich quien ha asociado el patriótico pífano con el "soplo" de un whistleblower que ha sacado a la luz algunas feas maniobras de Donald Trump contra Joe Biden, que es el caricaturizado como miembro central del trío. Más recreaciones de esa icónica escena en los CLIPDA LIV y LV.
En La Voz de Galicia, Andrés Meixide convertía ayer en litera la cama del cuadro de Van Gogh 'El dormitorio en Arlés' (1888). Una tira en la que en que el cerdito Cholo interpreta un simpático porcino avatar del pelirrojo pintor neerlandés.
Y aunque la obra recreada con Boris Johnson y su asesor Dominic Cummings no tenga relación con ese film, si que lo hace con la película de gangsters Bullets or Ballots (Balas o votos, 1936) protagonizada por Edward G. Robinson y Joan Blondell, uno de cuyo fotogramas utilizó como modelo el pintor inglés a quien algunas teorías relacionan con Jack el Destripador.
Y como esta semana tenemos mucho arte, incluidos algunos homenajes a clásicos del humor, vamos a concluir por hoy, con el compromiso de continuar mañana, con la traslación al parlamento europeo que hizo Bob Moran de los chimpancés que protagonizan el ‘banksy’ titulado Devolving Parliament (Parlamento involucionado) recientemente subastado por 11 millones de euros.
Se trata de un óleo del año 2009, que mide 2,5 metros de ancho por 4,2 de alto, lo que le convierte en el más grande conocido del misterioso artista, que pertenecía a un coleccionista privado. Este cuadro fue inicialmente fue conocido con el título de Question Time (Hora de las preguntas), cuando formó parte de la exposición Banksy versus Bristol Museum que tuvo más de 300.000 visitantes.
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