martes, 25 de agosto de 2020

El oteador de portadas (54): flotadores


Ya es casualidad que en medio de la tuitera serie de emparejamientos de flotadores que venimos realizando, se haya producido el llamativo rescate de una niña que navegaba a la deriva a lomos de su unicornio, casi a media milla de la costa de Antirrio (Grecia). Pero ahí estuvo el ferry 'Salaminomachos' para solventar el susto (enlace vídeo).

Lo cierto es que el telefónico vínculo que reunió a la pareja de portadas de la revista The New Yorker que formamos el domingo, lo fue a costa de otra que cabe hacer, con los negocios en el agua como hilo conductor, con las de Harry Bliss (20/7/1998) y James Stevenson (19/8/1972).

  

Y aún hay otro caballero, este ya desentendido de su quehaceres profesionales, que ha aprecido en portada de esa cabecera a bordo de un flotador, según recordábamos en la pareja de ayer: el de la tapa Danny Shanahan (24/8/1992). Mayoritario protagonismo masculino, tan solo replicado por la acuática amazona de Rose Silver (11/7/1931).

 

Y es que, en contra de lo que ocurre en la cabecera neoyorquina, tradicionalmente han sido las mujeres quienes han protagonizado ese tipo de creatividades. A continuación la mostramos aplicada por cabeceras como Life (30/8/1929), un ilustración sin firma que probablemente sea de Russell Patterson, o en Blighty (9/8/1958).

 


Todavía camino del mar carga su flotador la protagonista de la ilustración de Gilbert Wilkinson (1891 - 1965) para el número del 2 julio de 1932 de la revista inglesa The Passing Show.



Y el ilustrador Pem (Maurice Pepin, 1890-1940) aporta una curiosa prueba de flotadores desde el semario francés Le Sourire del 17 de julio de 1930 y, aunque sea una contraportada, no podemos dejar fuera de esta colección la simpática ilustración de ese mismo artista aparecida en el número del 30 de julio de 1931. [1]


 


Reparto de sexos hay en otras dos veraniegas portadas de la revista The New Yorker en que, ya en papeles menos destacados dentro de acuáticas escenas colectiva, también se hace uso de flotadores de equino aspecto: William Steig (13/7/1957) y Julian De Miskey (30/8/1930). En esta segunda hay que fijarse un poco.

 

También hay otro par de portadas en que los flotadores aparecen sin ocupante, el formado por las de Charles E. Martin (5/9/59) y Mischa Richter (10/8/1968). No dejaremos que la noticia con que hemos comenazado actúe como "efecto ancla" que nos lleve a inquietantes suposiciones.

 

Un primer pequeño a lomos de un flotador ya fue llevado en 1929 a una tapa de la revista Liberty por Leslie Thrasher ('Ride Him Cowboy', 31/8/1929). Una cabecera que algunos años después   repetería el concepto con más adulta (y oronda, para pesar del caballo) protagonista de la mano de Arthur Crouch (14/7/1934). Completan el siguente bloque Childlife de julio de 1933 con una creación de Clarence Biers y Collier's del 5 de agosto de ese mismo año, ilustrado por el mexicano George de Zayas.

 
 

Este acuático motivo, interpretado sobre un muy convencional aro, también nos aporta una pareja para la serie en que confrontamos The Saturday Evening Post con The New Yorker. Piezas de Eugene Iverd (1/8/1936) y Mark Ulriksen ('Downtime', 9&16/7/2018) que ponen de manifiesto el gran protagonismo que los perros tienen en las tapas de la segunda de esas cabeceras.

 

Leslie Trasher se acordó en la ya doblemente citada Liberty (5/9/1932) de que esos lúdicos accesorios hay que inflarlos, mientras que Stevan Dohanos optó en The Saturday Evening Post (20/8/1949) por hacerlo en una gasolinera.

Un punto intermedio de esfuerzo encontramos en la británica John Bull del 6 de septiembre de 1958 en que el padre de familia tiene la precaución de acudir a la playa equipado con un oportuno inflador manual. Y el flotador que parece no pueda admitir muchos más inflados adicionales es el de la ilustración de Hal Rasmussoy en el numero de Collier's del 16 de mayo de 1942.

 

Un animal que ha hecho furor en los últimos años en versión hinchable ha sido el flamenco. El elegido, por ejemplo, por Michael Phelps para bañar a su familia en la revista Parents (julio 2019).

Acomañamos esa tapa con un par de ejemplos de los servicicios que ese tipo de hinchables siguen prestando en creatividades de corte sexy, como la interpretada por Gisele Bundchen en el nº 8 de la segunda época de la francesa Lui (julio 2014) a lomos de un cetáceo, según indica esa aleta caudal horizontal, o la de septiembre de 2016 de la desparecida edición española de FHM (el fotógrafo es Pascal André Heimlicher, pero desconocemos la identidad de la modelo). En El oteador de clichés en las portadas (24): aves de compañía (2ª parte) pueden verse algunos otros usos fotográficos de esos populares flamencos.

 

Jean Solé puso humorístico contrapunto en Fluide Glacial de septiembre de 1997 a tanto creativo diseño como se ha visto convertido en compañero de baño. 

Pero el incidente griego con el que comenzábamos pone de de manifiesto que son los unicornios los seres que ahora se imponen como flotadores. Y uno de ellos usaba Boris Johnson en la tapa de la revista New Statesman de hace un año que nos hemos traído desde el apunte El oteador de clichés en las portadas (38): unicornios para utilizarla como colofón junto con el posado del cantante Lil Nas X en una portada digital de ese mismo mes de la revista Paper.

 





[1] Una versión previa del concepto publicada en páginas interiores es la que sigue de Vald'Es [seudónimo conjunto de Louis-Denis Valvérane (1870-1943) y Georges D'Espagnat (1870-1950)] perteneciente al número del 31 de agosto de 1929.


Del año siguente es la visión de David Louis Ghilchick en la revista inglesa Punch: the perfect bathing animal, según el pie.






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