martes, 21 de mayo de 2019

El puente de Brooklyn en The New Yorker (más las cosas de un bromista escultor)


La última portada de mayo de la revista The New Yorker luce una ilustración titulada “Summer Hours”, que es la segunda cubierta de este año de Malika Favre. La anterior fue “Spring to Mind” (primavera a la cabeza), una creación reseñada en el apunte Revistas de marzo (4ª parte)junto con las otras seis tapas precedentes de esa ilustradora francesa afincada en Londres. La sutil representación del puente por medio de su sombra nos ha recordado la Torre Eiffel de Sue Williams para el número del 15 de junio de 1929, aunque en ese caso no se trata de una sombra, sino de una muy forzada perspectiva dentro de una compactísima representación de París.

 

Como es habitual en las creaciones de Favre, esta portada cuenta con una versión animada en la que se ve progresar al practicante de paddle surf que ha escogido para esa actividad tan poco recomendable lugar como son las inmediaciones del Puente de Brooklyn. Imaginamos que a la autoridad portuaria de la ciudad no le habrá hecho mucha ilusión esa deportiva sugerencia que, a buen seguro, alguien volverá a intentar (decimos volverá porque la artista manifiesta que se inspiró en una noticia aparecida el año pasado). 

Esa imagen del más famoso de los puentes neoyorquinos nos ha llevado a recopilar la presencia del mismo en las portadas de este semanario [1] en el que el mes pasado [Revistas de abril (3ª parte)] veíamos una muy peculiar versión de Bruce McCall titulada “Brooklyn or Bust” (Brooklyn o nada). La recordamos emparejada con la ilustración “Love Locks” (candados de amor) de Adrian Tomine, que fue la portada del primer número del año 2017.


Saltamos ahora hasta 1929 para ver la primera aparición del famoso puente en la portada de la veterana revista neoyorquina. Una vista aérea obra de Ilonka Karasz que muestra una frenética actividad portuaria. Eran tiempos en que los muelles del bajo Manhattan tenían un aspecto muy diferente al actual, según puede comprobarse en la adjunta foto de la época.

Mucho tráfico muestra también el nocturno de Adolph K. Kronengold  publicado el 22 de marzo de 1938, en el que el puente que aparece en primer término es el de Williamsburg, mientras que en un segundo plano puede verse el Manhattan Bridge seguido del que hoy nos ocupa, con la Estatua de la Libertad como apenas visible fondo.

 

Una vista contraria, con la famosa estatua en primer término y el puente de Brooklyn apenas visible en un lateral, es la que puede verse en la ilustración de John O'Brien del 9 de abril de 1990 que muestra un skyline con las Torres Gemelas.


Retrocedemos hasta diciembre de 1950 para retomar el orden cronológico con otro nocturno, una vista aérea de un Manhattan lleno de iluminados templos obra de Alain (Daniel Brustlein). A su lado otro nocturno con los puentes de la nuclear isla neoyorquina más visibles en una portada de octubre de 1930 obra de Theodore G. Haupt.





Proseguimos con una emparejada vista de las torres de suspensión oeste de los puentes de Brooklyn y Manhattan realizada por C.E.M. (Charles E. Martin) para el número del 17 de marzo de 1973.


Saltamos una década para admirar la vista inferior realizada por Roxie Munro para el ejemplar del 14 de noviembre de 1983 con un encuadre que también sería el motivo, esta vez con una invernal imagen nocturna, de la tapa de Eric Drooker fechada el 6 de marzo de 1995.


 

Tenemos que hacer un nuevo retroceso para reseñar la tapa del 9 de septiembre de 1991 en la que Kathy Osborn representó a John Augustus Roebling imaginando el puente cuyo diseño comenzó en 1867, pero no llegaría a poder ver el comienzo de las obras. Estas fueron dirigidas por su hijo Washington Roebling, que lo hizo por medio de su esposa tras sufrir un accidente descompresivo en los peligrosos cajones de cimentación utilizados.

 

Continuamos con una portada de Kathy Osborn del 18 de mayo de 1992 en la que famoso puente pone el telón de fondo a una dual escena sobre la vida diurna y nocturna de un ejecutivo.



La estructura aparece repetidamente replicada en una ilustración de Bruce McCall del 3 de febrero de 1997 que la ofrecía de saldo, mientras que es utilizada como hamaca por la Estatua de la Libertad en la tapa de Peter de Seve del 25 de mayo de 1998. 




  

Pasamos a recordar una ilustración de diciembre del año 2000 (“A Bicyclist on His Way to Brooklyn”) ya incluida en el apunte Los ciclistas de Sempé publicado hace un año. A su lado otra pieza de Peter de Seve, esta de septiembre de 2004, en la que se evoca la promocional marcha realizada el 17 de marzo de 1884 por el empresario P.T. Barnum con 21 elefantes y otros animales de su circo, después de que el año anterior se declinara su ofrecimiento de aplicar esa peculiar prueba de carga animal antes de la inauguración del 13 de mayo de 1883. 

 

En este punto se nos hace oportuno señalar que el Brooklyn Bridge Park alberga una pieza escultórica del artista Joe Reginella conmemorativa de una supuesta estampida de elefantes que habría tenido lugar en el famoso puente el 29 de octubre de 1929. Pero quizá les suene que esa fecha es la del famoso 'crac' del 29, que es una de las elegidas por ese bromista escultor para asociar jornadas históricas con falsos acontecimientos.

Ese artista también tiene una menos creíble pieza pieza dedicada al hundimiento de un ferry de la ruta de Staten Island capturado por un pulpo gigante el 22 de noviembre de 1953, el día en que fue asesinado el presidente John F. Kennedy, y otra sobre un remolcador abducido por un ovni el 13 de julio de 1977, la fecha del famoso apagón de Nueva York.


Volvemos a The New Yorker para pasar a ver la recreación de Marcellus Hall de la expulsión del Paraíso en la ilustración “Unaffordable Eden” que realizó para la tapa del 7 de marzo de 2005. Una referencia a la expulsión de Manhattan que estaban sufriendo muchos residentes a causa de los elevados precios de la vivienda. Y finalizamos el recorrido con el autorreferente cine de verano al aire libre representado por Adrian Tomine en la portada del 24 de agosto de 2009 que tituló “Double Feature” (doble función). Quinto nocturno, más un todavía oscuro amanecer, de esta colección de 17 vistas del Puente de Brooklyn.

 



[1] Entre las apariciones en otras cabeceras resulta especialmente destacable la de número del 21 de mayo de 1881 de Scientific American cuya portada mostraba el tendido de las vigas del tablero. 


Esa revista ya había publicado en el mes de enero de 1874 un anticipo del aspecto que se esperaba tuviera la estructura una vez concluida. Una puesta en servicio que se estimaba mucho más próxima de lo que realmente resultaría. Debajo añadimos una toma fotográfica del encuadre con la Fulton Ferry House de Brooklyn.


Otra ilustración destacable es la que recrea la ceremonia de inauguración del puente celebrada el 24 de mayo de 1883, publicada en la tapa de Collier's del 27/5/1950.






Adenda 1/2020: el icónico puente a vuelto a ser portada de la mano de Christoph Niemann con la ilustración que lleva por título “Whiteout”.






Adenda 7/2020: no falta este puente en la visión de Christoph Niemann (@abstractsunday) del frente sur de Manhattan, una ilustración titulada "Voices of Change" en la que delimita la escena por el lado opuesto al que lo hace una peculiar representación de la estatua de la Libertad.







Adenda 5/2021: una vista desde Brooklyn en la portada de Kadir Nelson titulada “Homecoming”  (17/5/2021).





Adenda 1/2023: Malika Favre convierte por segunda vez al icónico puente en protagonista de una de sus portadas en “Connected”  (6/2/2023).




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