jueves, 16 de mayo de 2019

CLIPDA CCLXVIII: Hockney y el ingenuo error de Etnia Barcelona


En el CLIPDA CCVI: Biel Capllonch para Etnia Barcelona y en el CLIPDA CCXXXIX: Klimt convertido en anunciante de gafas se comentan, y documentan, las campañas publicitarias desarrolladas el año pasado, bajo el lema #Beanartist, por la citada firma catalana de gafas. Pero este 2019 no nos hemos apresurado con el comentario de la promoción de la siguiente temporada porque apenas nos disponíamos a reseñarla, cuando supimos que había sido retirada.

El cuadro de David Hockney titulado 'A Bigger Splash' (1967) es la artística fuente de inspiración de la campaña homónima en la que se recrea el ocio de una familia californiana de los años 70. Gentes, los Smith, aplicadas a disfrutar de una de las piscinas recurrentemente presentes en la obra del artista británico. Y es que después de trasladarse a vivir a California, Hockney mostró una cierta obsesión con esas acuáticas instalaciones que le maravillaba pudieran disfrutarse allí durante todo el año. De hecho, con anterioridad ya había pintado otras dos versiones del tema  tituladas 'The Splash' y 'A Little Splash'. Y aún seguirían unas cuantas más.

Debajo de una imagen adicional de ese cuadro en la que la presencia de un espectador permite apreciar las dimensiones del mismo, recordamos las parodias realizadas por Dave Brown (junio 2018) y Adams (febrero de 2016) ya reseñadas en el CLIPDA CCXVI: humor al arte de junio (2ª parte).

 

Añadimos hoy la viñeta del 11/2/2017 que Peter Brookes escenificó en un a réplica de esa piscina.

Vamos ya con las gráficas de la campaña publicitaria para ver como el fotógrafo británico Miles Aldridge hizo un impecable traslado de los colores planos característicos del inspirador cuadro. Como tampoco olvidó dar al trampolín el pertinente protagonismo.


Antes de proseguir con el trabajo de Aldridge, vamos a recordar 'Portrait of an Artist (Pool with Two Figures)' (1972). Un cuadro que combina dos motivos recurrentes del artista que nos ocupa: una piscina y un doble retrato. El personaje que permanece de pie al borde del agua es Peter Schlesinger, un estudiante de la clase de Hockney en UCLA que fue su amante desde 1966 a 1972. Y una vez que ya habían roto cuando ejecutó el cuadro, hay quien considera que el nadador sería el nuevo compañero sentimental de Peter, aunque también hay quien ve en la escena una metáfora de la ruptura de la comunicación con el artista.

Aprovechamos para recordar que en el CLIPDA CCXXXVIII: Humor al arte de noviembre (2ª parte) nos hacíamos eco de dos viñetas británicas, una nuevamente de Adams y otra de Ben Jennings, basadas en este cuadro que entonces acababa de situar en 90,3 millones de dólares el récord del mayor precio pagado por la creación de un artista vivo.  



Esta piscinera digresión viene a cuento porque nos maliciamos que fue la influencia de ese cuadro la que impulsó al fotógrafo a imaginar una representación de lo que podría haber ocurrido poco después. Pero una vez que se había decido no arriesgar y presentar una familia un punto convencional, no cabía darle a la situación una incriticable connotación homosexual. Así que lo más que cupo hacer con el elenco de modelos disponible fue lo que acabó plasmado en la adjunta pieza, que presentamos complementada con la foto original de la que fue extraída.

Ya solo faltaba que la Ley de Murphy aportara algún obseso, u obsesa, talibán o talibana que apreciara que la mirada de ese daddy cool canoso y estupendo estaba inequívocamente dirigida a la entrepierna de la blonde bobmshell (la terminología la extraemos del vídeo de presentación que pueden ver, junto con algunas piezas fotográficas adicionales, en el siguiente enlace). Y a partir de ahí ya era inevitable que las redes sociales acabaran por emitir una fatua decretando el inaceptable machismo de la campaña (verbigracia, Cómprate unas gafas para mirar chichis por Yolanda  Domínguez). Así que, como dicen por estas malhabladas tierras astures, a tomar polculo y a retirarla.

Lo cierto, étnicos gafistas, es que en el pecado ha ido la penitencia, porque a quien se le ocurre recrear a Hockney con escenas que no sean inequívocamente gays. Menudo lío por un chichi de más y un paquete de menos.






PS - Quizá ya sepan que El Corte Inglés fue la siguiente víctima del neotalibanismo, esta vez con el concurso de ese yermo amasijo metabólico de odio llamado Mònica Terribas.

Añadimos también un "hockney" de Dave Brown de enero de 2013 que hemos conocido con posterioridad.








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