viernes, 31 de enero de 2014

Un par de anfibologías triples (y algunas dobles mas)

Se llama dilogía al “uso de una palabra con dos significados distintos dentro del mismo enunciado” (aquí la palabra no se repite como ocurre en la antanaclasis), un término que suele hacerse equivalente a la figura retórica conocida como anfibología que ”consiste en emplear adrede voces o cláusulas de doble sentido”. Cierto es que las palabras no son esclavas de su etimología y no es tan cuadriculado el lenguaje como para no admitir alguna vez que donde caben dos quepan tres. Así que podemos aplicar cualquiera de las dos denominaciones, nosotros preferimos la segunda, a una de las variantes mas ingeniosas de esta clase de juegos de palabras que son aquellos en los que se consigue crear equívocos entre mas de dos significados.

Nosotros no conocemos ningún caso en el que se superen los tres, pero un buen ejemplo de triple sentido que, además, contó con un esclarecedor apoyo gráfico se utiliza en la portada del disco del grupo Rush llamado “Moving Pictures” (1981). Ese título es una de las expresiones disponibles en inglés para referirse a las películas de cine, con frecuencia acortado simplemente a movie, pero también sirve para denominar unos cuadros que suscitan emociones (lo que emociona se dice que es moving) o una mudanza de cuadros. Estas dos últimas acepciones se representan en la portada en la que puede verse a unos operarios trasladando cuadros mientras algunos espectadores parecen emocionados por los mismos. El pero que podría ponerse a esa representación gráfica es que resulta tentador interpretar que el llanto está motivado por la marcha de los cuadros y no por el contenido de esas pinturas. Para completar el efecto, en la contraportada se incluye la representación de la filmación de la escena anterior. Podría decirse que es la imagen del rodaje de una “moving picture about the moving of moving pictures” (dicho así, sí que es una antanaclasis).

  
Aunque estamos a triples no nos resistimos a incluir en este apunte la canción que posiblemente es el mas brillante ejemplo de la utilización de un doble sentido para titular un tema musical. Nos referimos a "If I Said You Had a Beautiful Body Would You Hold It Against Me" (1979) de los “Bellamy Brothers” que utiliza como título una cita de Groucho Marx en la que se juega con que “hold against” puede entenderse como recriminar o como apretujar. Así que ese título puede traducirse como “Si te digo que tienes un cuerpo bonito ¿me lo recriminarías?” o “Si te digo que tienes un cuerpo bonito ¿lo apretujarías contra mi?”.

Vamos a completar esta breve incursión en los juegos de palabras de los títulos musicales con la canción de AC/DC incluida en el album “Dirty Deeds Done Dirt Cheap” (Se hacen cosas sucias muy baratas) que se denominó “Big Balls”. Esta expresión puede entenderse como “grandes bailes” o como “grandes testículos”. En el curso de la canción la cosa queda bastante clara (letra en inglés).

La primera acepción de “balls” es pelotas, ya se ve que los distintos idiomas son bastante similares buscando ciertos sentidos figurados. Un divertido juego con su doble significado fue utilizado en un anuncio del desodorante Axe que insertamos a continuación. Aunque está en inglés no es necesario dominar ese idioma para divertirse con la pícara ambigüedad.

El asunto de las pelotas es uno de los mas utilizados en el campo de la anfibología (1). El español, encima, utiliza la expresión "en pelotas", una desvirtuación por etimología popular del original "en pelota" que en realidad procede de pelo (en latín pilus). Así que caben anfibologías mixtas que se apoyan en imagen y texto como la que sigue:

La expresión francesa equivalente a "en pelota" es "a poil", allí se conserva el original "en pelo". La presentadora de Canal + francés Doria Tillier prometió que haría uno de sus pronósticos "a poil" si la selección francesa de fútbol  lograba su billete para Brasil-2014 en el partido de repesca frente a Ucrania.

El caso es que finalmente lo consiguieron tras remontar por 3-0 la derrota por 2-0 de la idaAsí que la buena (otra anfibología) de Doria tuvo que cumplir su promesa y, efectivamente, realizó la siguiente edición de su espacio "a Poil", esta vez con mayúsculas. Ahí la tienen en Poil, aunque no en pelota:

Pero esta decidida francesa no se parapetó detrás de esa oportuna anfibología y, finalmente, realizó su pronostico "a Poil a poil". La crónica completa de esta historia está recogida en el siguiente vídeo que esperemos no sea retirado por Canal + Francia como ha hecho con otros sobre esta cuestión colgados en Youtube:

Volvemos a las tripletas con un ejemplo cinematográfico. “The Boat That Rocked” es una película de 2009 escrita y dirigida por Richard Curtis que fue estrenada en España con el título “Radio Encubierta”. No era una traducción fácil. "To rock the boat" literalmente es "balancear el barco", pero en sentido figurado significa "tentar a la suerte". La película trata sobre las emisoras pirata que en los años 60, cuando la BBC sólo emitía dos horas de rock semanales, emitían desde barcos anclados lejos de las costas para eludir las limitaciones legales en vigor. Así que estamos ante un barco que emitía mientras era mecido por el mar (I), que tentaba la suerte desafiando las regulaciones radiofónicas (II) y que, además, emitía música rock (III) lo que en inglés también puede expresarse como “to rock”. Brillante triplete semántico.

A falta de una alternativa que reprodujera todo eso en la traducción al español se optó por un calambur, otro tipo de juego de palabras basado en la reagrupación silábica. Así que se le dio el título “Radio encubierta”, "encubierta de la jurisdicción británica” y “en cubierta del barco" que se utilizaba para emitir. Brillante forma de replicar a un juego de palabras con otro.


No sabemos si la acumulación de significados del título original se consideraría excesiva para el mercado americano, el caso es que allí se estrenó con el título “Pirate Radio” bastante emparentado conceptualmente con el español pero falto del encanto del calambur. Los franceses, por contra, no encontraron ningún juego verbal así que optaron por una de las curiosas traducciones del inglés al inglés tan características del vecino país. Este asunto merece una entrada específica que desde ahora comprometemos. En este caso optaron por “Good Morning England”. Pero en esta película la utilización de títulos en inglés se convirtió en un fenómeno epidémico porque en Alemania se estrenó como “Radio Rock Revolution” y en Italia fue “I Love Radio Rock”. Ya se ve que el recurso al inglés como idioma de prestigio es un vicio bastante global.





(1) Algunos ejemplos, no de los mejores, en este enlace. En Dublín el barrio Pembroke  es popularmente conocido como Ballsbridge (así aparece incluso referido en los autobuses urbanos) porque el primer puente sobre el canal que lo atraviesa fue construido y explotado por Mr. Ball. Hay diversos chistes que explotan el anfibológico nombre como el que puede leerse en este enlace.

miércoles, 29 de enero de 2014

El reto de traducir juegos de palabras


Los juegos de palabras son uno de los mayores retos a los que se enfrentan los traductores, si no el mayor, y pocas veces es factible resolverlos sin recurrir a una nota explicativa. Una solución que raramente es aceptable cuando se trata de un título, por lo que en estos casos pocas veces se consigue emular la brillantez del original.

Uno de los más veteranos de esos quebraderos de cabeza es el que planteó Oscar Wilde en su obra “The Importance of Being Earnest”. Uno de los protagonistas de la obra se llama Ernest, nombre que se pronuncia igual que earnest, vocablo inglés que significa 'formal' o 'serio'. Se trata, pues, de una homofonía que en su versión escrita cuenta con el refuerzo otorgado por la práctica habitual en el idioma inglés de utilizar mayúsculas en todas las palabras de los títulos. Conviene añadir que ese uso no es ortodoxo en español.

La traducción más utilizada en nuestro idioma es “La importancia de llamarse Ernesto” en la que se prima la conservación del nombre del personaje, oportunamente españolizado, a costa de perder un doble sentido que, sin embargo, se conserva en propuestas como “La importancia de ser Severo” utilizada en la versión del mexicano Alfonso Reyes. La lengua catalana también encontró una solución interesante con “La importància de ser Frank” puesto que en ese idioma el nombre «Frank» y la palabra «franc» (honesto) son homófonos, aunque el precio pagado es que se desvirtúa la virtud aludida porque honesto no es equivalente a earnest.

El italiano, por su parte, aprovechó que en ese idioma la palabra franco, de significado similar al castellano, también se utiliza como nombre de pila y así resultó “L'importanza di essere Franco”. Nuevamente se cambia la cualidad aludida en el original por lo que, ya puestos, en Italia también se han utilizado títulos como “L'importanza di essere Fedele” o “L'importanza di essere Onesto”, por más que en este último caso se recurra a un nombre propio muy inusual. Lo mismo ocurre en español con “La importancia de ser Franco” que, sin embargo, aporta una interesante nueva dimensión a un doble sentido que pasa a ser triple. En un próximo apunte volveremos sobre estas escasas anfibologías triples.

A continuación se ilustra el diferente uso de las mayúsculas en los títulos que hacen el inglés y el español con una versión de la editorial mexicana Conaculta que tira por la calle de en medio al llevar a la traducción del título el nombre original del personaje en inglés. La verdad es que nos ha costado encontrar una edición de la obra de Wilde que no transcribiera el título exclusivamente mayúsculas. Feo vicio de nuestros editores.


Ya nos hemos referido en otras ocasiones a la intraducible dilogía contenida en el título de la serie de televisión “Hill Street Blues”. Los títulos cinematográficos, por la amplitud del público al que se dirigen, posiblemente son el máximo reto. Esto es así hasta el punto de que, en ocasiones, es demasiado tentador buscar juegos de palabras que no está claro que se pretendieran en el original. Este es en nuestra opinión el caso de la película “White Men Can't Jump” (Ron Shelton, 1992) que en Hispanoamérica fue estrenada como “Los blancos no saben saltar” mientras que en España se optó por el anfibológico “Los blancos no la saben meter”, una pena que no remataran la faena con el más correcto (y explícito) meterla

Hay quien defiende la pertinencia de esa traducción porque, efectivamente, jump tiene un no muy extendido significado de tener relaciones sexuales, que es más utilizado en subjuntivo y, en todo caso, como verbo transitivo (I want to jump fulano o fulana). Aunque el título es una burla que forma parte del diálogo en el que se hace mofa de la insuficiencia del salto del blanco para conseguir hacer “mates” (si bien finalmente conseguirá rematar un "alley-oop"), su uso con ese doble sentido no es patente incluso para muchos espectadores angloparlantes. En todo caso el debate sobre si se pretendía o no el juego de palabras nos llevaría a una discusión tan estéril como dilucidar si un hipotético título “El agujero negro” tiene segundas intenciones. Allá cada uno.


Lo habitual ante dobletes intraducibles es decantarse por el significado más evidente como ocurrió, por ejemplo, en la película “Don´t make waves” (1967). El significado de la expresión "to make waves" es "causar problemas" o "poner dificultades". En este caso hace referencia a los enredos que se producen en el triángulo romántico que protagoniza esta película que transcurre en un típico ambiente playero californiano en el que resulta muy oportuna la referencia a las olas.


El español se quedó bastante solo con su traducción literal "No hagan olas" como podemos ver en un breve repaso comparativo de los títulos en francés ("Como triunfar en el amor sin fatigarse"), italiano ("Despacio, despacio, no agitarse") y alemán ("Los hechos desnudos").


Speech sirve en inglés para referirse tanto a un discurso como al habla de una persona. La película “The King's Speech” (Tom Hooper, 2010) narra la relación entre el rey Jorge VI y el logopeda que le ayudó a superar la tartamudez que tanto limitaba su speech. La película termina con la famosa declaración de guerra a Alemania de 1939 que fue retransmitida por radio, el discurso más famoso de este monarca, que es el momento de la película a que hace referencia el título utilizado tanto en español como en la mayor parte de idiomas. “El discurso del rey” se centra, por tanto, en una pequeña porción de la película, bien que medular, mientras que la anfibología inglesa permite integrar todo el hilo argumental que sigue el guión cual son los problemas de dicción de ese monarca británico.

  
La expresión “he’s the man” (es tu hombre) o en primera persona “i’m your man” quiere decir que el indicado es la persona idónea para la función que se pretende cubrir. Cuando se fuerza esta frase hecha para referirse a una candidata se mantiene invariante lo de ”hombre” por lo que pasa a formularse como “She´s the man”. Con ello se crea el paradójico segundo sentido literal “ella es hombre”, una dilogía muy apropiada para titular una trama en la que una joven recurre a travestirse para jugar en un equipo de fútbol. En España se optó por el calco “Ella es el chico” desvelando así la clave argumental, mientras que  para quien desconozca la historia el título original hace prevalecer el sentido figurado sobre el literal. Faltó sutileza en la solución utilizada para titular esta película dirigida en 2006 por Andy Frickman. Algunos otros títulos "revientargumentos" pueden encontrase en nuestro pasado apunte “Picores, comezones, tentaciones y viudos de paja” ).


No es raro que en algunos casos se opte por mantener el título original sin traducir, como ocurrió en Francia en la película anterior, no así en Quebec donde hay una notable aversión a los títulos en inglés y se utilizó el literal “L'homme, c'est elle”. 

En España cada vez es más frecuente dejar títulos sin traducir, pero un caso en el que el motivo claramente es la imposibilidad de reproducir un doble sentido es el documental “Spellbound” (2002). Este es un juego de palabras entre "spell" (deletrear) y "spellbound" (fascinado o maravillado) muy oportuno para una película que se desarrolla en uno de los concurso de deletreo que son tan populares en los países angloparlantes. Una consecuencia de que en su idioma no hay como en español una correspondencia unívoca entre la escritura y la pronunciación de las palabras.

En 1945 ya se estrenó otra película dirigida por Alfred Hitchcock con ese título que no pretendía entonces ningún juego de palabras con los deletreos. No hay ninguna conexión argumental. En España se estrenó como “Recuerda” mientras que en Hispanoamérica se utilizó el título “Cuéntame tu vida”. Referencias en ambos casos a la amnesia que sufre el protagonista que no se puede decir que empeoren el original. Y es que los títulos no eran el punto fuerte del "mago del suspense".


El cine español también produce títulos que no es posible verter a otros idiomas con todo su significado. “Opera Prima” (Fernado Trueba, 1980) fue titulada utilizando un juego entre la locución italiana utilizada por hablantes de muy diversos idiomas para referirse a la primera obra de un autor, ese era el caso de Trueba, y el punto de partida de un argumento que se desarrolla a partir de un encuentro en la madrileña estación de metro de Ópera del protagonista (Oscar Ladoire) con su prima Violeta (Paula Molina). La cinta conservó su título original en la mayor parte de los idiomas en que se estrenó en los que, evidentemente, no se captaba el juego de palabras. Y es que el español es un de los pocos idiomas que se quedó con la segunda parte del latín "consobrinus primus" que casi todas las lenguas romances, con la notable excepción del portugués, redujeron a variantes de la primera claúsula (cousin, cugino,..., nada que ver con nuestro primo).

Otro reciente reto traductorio de origen español es el que plantea la película de Pedro Almodóvar “Los amantes pasajeros” (2013). Su última palabra puede interpretarse como adjetivo, con significado de transitorio, o como el sustantivo que designa al usuario de un medio de transporte. En inglés habría cabido "The passenger lovers" para traducirr la primera acepción y "The fleeting lovers" para la segunda, pero como no había forma de conjugarlas se optó por “I'm So Excited!” (¡Estoy tan emocianad@!). El juego se mantiene incólume, en cambio, en casi todos los idiomas romances como el francés (“Les aimants passagers”), italiano (“Gli amanti passeggeri”) o portugués (“Os Amantes Passageiros”), mientras que en alemán (“Fliegende Liebende”) hubo que recurrir a que los amantes fueran “voladores”.


¿Habrá algún lector que sea tan amable de recordarnos algún otro ejemplo susceptible de integrarse en nuestra colección de títulos anfibológicos?




Adenda 10/02/14: Ha sido nuestro fiel colaborador JAJ el primero que ha asumido la petición de colaboración planteada sugiriéndonos "Road to Perdition" (2002) estrenada en España como "Camino a la perdición". Se perdió así el doble sentido del original puesto que la casa de la playa situada a orillas del lago Michigan a la que huye Tom Hanks con su cinematográfico hijo está ubicada en un ficticio lugar al que se dio el oportuno nombre de Perdition. Lo llamativo es que en este caso el juego era perfectamente traducible con el simple recurso a españolizar el nombre del lugar: "Camino de perdición" (nuestro idioma tiene la desventaja de no utilizar mayúsculas en las iniciales de todas las palabras de los títulos, como ya hemos comentado que es habitual en inglés; pero no es problema en un cartel que, como puede verse, está íntegramente en mayúsculas).

La cuestión es, ¿se consideró inaceptable traducir un nombre propio (que no tiene relevancia en la película salvo para crear el juego de palabras)?, peores cosas se han visto, o ¿sería que el titulador no se había visto la película?

Es curioso lo ocurrido en francés. Mientras que en el vecino país también se perdía el doble sentido con "Les Sentiers de la perdition", en el francófono Quebec se optó por "La Voie de perdition" que aprovecha plenamente la homonimia entre la ficticia localidad y la palabra francesa para perdición.

Otra peculiaridad de la adaptación a nuestro mercado es que se consideró necesario hacer pleno uso del gancho taquillero de Tom Hanks dando visibilidad a su rostro en el póster promocional cuando en el original permanece oculto en la sombra. Se creó así una iluminación imposible porque una mínima coherencia habría requerido hacer lo propio con el niño.




Más complicado es el reto planteado por otro nombre propio en la película "(500) Days of Summer" (2009) que evoca un larguísimo verano, una metáfora de un periodo de gozo, pero que, en realidad, es una referencia a la duración de la historia de amor entre Tom (Joseph Gordon-Levitt) y Summer (Zooey Deschanel). Sin alternativa posible para trasladar ese doble significado en España se optó por "(500) días juntos" y en Hispanoamérica por "(500) días con ella".






lunes, 27 de enero de 2014

Lo que no nos escandaliza


Llevamos ya muchos días de cachondeíto, así que hoy toca ponernos serios. Si ha aterrizado con otro humor pinche en la etiqueta que pone Playboy. O en pareidolias. Que para eso están.

Ya vimos en Burgos la que se puede armar en España por un quítame allá unas plazas de aparcamiento. Un fenómeno para estudio de sociólogos que nos ha dejado ver una incomparable muestra del mas miserable ejercicio de la política personificado en la actitud del Psoe local que llevaba similar obra en el programa. Que nos ha mostrado un curioso movimiento “pro barrio” que en una de las asambleas sometió a votación dejar la zanja como estaba a modo de recuerdo de “la lucha”. ¡Eso es querer lo mejor para el barrio!  Que nos ha permitido contemplar la beligerancia antiproyecto de algunos medios de comunicación que, paradójicamente, suelen instruirnos sobre la maldad de las calles llenas de coches y la bondad de los carriles bici. Salvo en Gamonal, claro. (Aprovechamos para mostrar nuestra debilidad por el término eusquera bidegorri, camino rojo, que los vascos aplican a esos ecológicos viales).

Lo peor es que nos vamos a quedar sin saber cual era la opinión mayoritaria real del barrio. La violencia, nos guste o no, lo reconozcamos o no, amedrenta y, por ende, funciona. ¿Un vistacito al País Vasco?

Es llamativo, por contra, el escaso eco tanto mediático como popular que han tenido dos escandalosas noticias que hemos conocido la semana pasada. Empezamos por la de mas corto alcance, la petición de un indulto para el expresidente del Sevilla José Mª del Nido por parte de un montón de futbolísticos presidentes. Asumimos que la asociación de tales dirigentes es mas un club de negocios que cualquier otra cosa, pero no dejan de ser unos de los principales gestores del ocio nacional. ¿Serán parte de esa sociedad civil de la que se espera que lidere la necesaria regeneración? Pues así funcionan.

Recordemos que J. Mª del Nido ha sido condenado por robar los dineros del Ayuntamiento de Marbella en un delito continuado realizado en connivencia con los corruptos responsables municipales (para la memoria). Pues el Presidente de la Federación Española de Fútbol que se llama Angel Mª Villar y lleva la friolera de 25 años en el cargo, pasteleo va, pasteleo viene, en lugar de congratularse por desembarazar al fútbol de tan indeseable personaje, no ha tenido mejor ocurrencia que promover una recogida de firmas entre los miembros de la Junta Directiva del órgano rector del fútbol español en busca de apoyos para un indulto. Hasta donde sabemos, de los 21 miembros de ese órgano solo se han desmarcado públicamente los presidentes de Athletic, Betis, Málaga, Rayo y Osasuna. ¿Manifestaciones en los campos de los desvergonzados firmantes?, ¿asalto a los palcos?, ¿petición de dimisiones?  Nada de nada. Las broncas futbolísticas parece que solo se detonan con las derrotas del equipo. Gana partidos y llámame tonto debe ser el lema.

Esperemos que el último revolcón del Supremo serene el furor indultador del Gobierno que, como ya hemos documentado anteriormente, no es muy superior a los del otro partido con el que se alterna en el poder desde 1982. Encima, hoy hemos tenido que reprimir el vómito escuchando al sinvergüenza brindar sus conocimientos, nada dijo de gratuitos, a sus hipotéticos futuros compañeros de prisión. Deplorable campaña de relaciones públicas, pero siempre hay buenas gentes que pican. Y todavía lo remata con un "pues devuelvo lo sustraído y pelillos a la mar". Este hombre entró en el derecho, pero está claro que el Derecho no entró en el.

Vamos a por la noticia de verdadero calado. La ong Oxfam ha publicado con oportuna proximidad a la cumbre de Davos un demoledor informe con el muy descriptivo título “Gobernar paralas élites. Secuestro democrático y desigualdad económica”.

Mas allá de que algunos datos puedan ser cuestionables, las conclusiones son brutales. La disminución de las desigualdades que los líderes políticos prometen en cada campaña electoral no solo no se están produciendo sino que el retroceso es espectacular. En 24 de los 26 países analizados el 1% mas rico ha aumentado su participación en la renta en los últimos años y en muchos de ellos la cuota de riqueza de esa élite se encuentra en máximos históricos. Cierto que España es junto con nuestra vecina Francia uno de los países en que el fenómeno ha sido menos acusado, pero el arreglo del escandaloso comportamiento de ese parámetro en Estados Unidos se lo dejamos a sus nacionales que gozan de otras ventajas compensatorias como una movilidad social desconocida por estos pagos.


Merece la pena echar un vistazo al gráfico de la monografía de Facundo Alvaredo, Anthony B. Atkinson, Thomas Piketty y Emmanuel Saez  para comprobar la magnitud del viaje de vuelta que se ha producido en la concentración de las rentas en los Estado Unidos. Así ha evolucionado la parte de la tarta de los ingresos que se lleva el 1% de estadounidenses mas ricos.

 

El estudio no incluye la evolución de España pero suponemos que se habrá movido en línea con lo que ocurre en el resto de Europa donde la regresión es mucho menos acusada. Pero regresión es.


Si ampliamos un poco el tamaño de la élite analizada encontramos que Roberto Centeno da en un reciente artículo (enlace) un dato bastante mas preocupante: el 10% mas rico de la población, que poseía un 26% de la riqueza en 1975, posee hoy el 48% y, además, el 70% de la riqueza financiera. Quizá seamos un país mas de fortunas que de megafortunas, Amancio Ortega aparte.

Una impactante muestra de la enorme “desigualdad” mundial en que vivimos es la que se plasma con la espeluznante “igualdad” 85 = 3.600.000.000. Esta aparente incoherencia expresa el número de puestos que hay que recorrer en el ránking de la riqueza mundial para igualar la que acumulan los situados en la parte alta y baja de esa clasificación. En efecto, 85 fortunas tienen tanto como la mitad de los pobladores de la Tierra.

La multinacionalidad del fenómeno deja claro que estamos ante un proceso difícil de combatir, pero entre nosotros el mal de muchos siempre fue lo que fue. Nada de esto sería posible sin la existencia de los paraísos fiscales que permiten a los mas ricos disfrutar de una presión fiscal muy inferior a la de las clases medias sometidas a la falacia de una progresividad que no alcanza a quien mas puede y debe contribuir. 

A veces, hasta se echa en falta un poco mas de populismo. Hemos visto como la entrada de unos bloques de hormigón dio pie a un severo endurecimiento del control aduanero realizado en “la verja”. Por cierto, ¿han vuelto a tener noticias? Pero los reiterados  incumplimientos de los deberes informativos por parte de las autoridades gibraltareñas ¿han oído que hayan provocado algo mas que escritos de protesta? Algo deben saber del Nido y su pandilla sobre las promesas de opacidad que hacen las entidades del Peñón a sus clientes.

Cuando es difícil dar grandes pasos a lo mejor hay empezar por darlos pequeños. ¿Qué tal saber cuáles de nuestros vecinos son residentes en el extranjero? O, sin ir tan lejos, mísmamente en otros municipios ubicados en Comunidades Autónomas de esta España cuya Constitución nos proclama iguales ante la ley. Esta deslocalización fiscal es un fenómeno imparable en esta depauperada Asturias cuyos gobernantes están empeñados, por ejemplo, en esquilmar las sucesiones de la clase media mientras que las transferencias de patrimonios verdaderamente jugosos encuentran acomodo en normativas mucho mas ventajosas como la madrileña. Idem. con otros impuestos, será que nuestros dirigentes faltaron a clase el día que se explicó la "Curva de Laffer". Así que esta especie de macrohogar del pensionista (y de ese increíble invento que es el prepensionista) se ha vuelto una comunidad llena de madrileños (y no de nacimiento precisamente) ante el pasmo (asombro que deja como en suspenso la razón y el discurso) de nuestros torpes gobernantes locales. Ahora léanlo otra vez, de tirón, saltándose los paréntesis.

¿Se quiere dar algún pasito? Tan fácil como exponer los censos electorales clasificados por dirección postal para facilitar que sepamos algo mas de nuestros vecinos. Es opcional colgarlos en los portales. A lo mejor hay quien echa en falta en los mismos algún vecino al que no le cuadran los necesarios días de residencia. Entretanto serán otros los que sigan pasando por embusteros. ¡Este Chumy Chúmez!



Una reflexión final totalmente al margen de lo tratado: ¿cómo podríamos sacar los aviones de transporte de autoridades de la Fuerza Aérea de la Marca España? Es que entre ellos y Sacyr nos la hunden.



sábado, 25 de enero de 2014

Rituales turísticos IV: más sobeteos (hoy los obscenos)


Retomamos nuestro repaso de los ritos monumentales frotatorios en el "Charging Bull" neoyorquino en que concluíamos la entrega anterior. Avisados como están por el título, de que hoy entramos en un territorio más lúbrico, nos permitimos completar la documentación gráfica con algunos otros ejemplos de lo que tiene que aguantar este bronce en cuanto la policía baja la guardia.


Ya puestos, vamos a incluir también algunas imágenes algo más descriptivas de los tocamientos aplicados al caballo de Andras Hadick a los que nos hemos referido en la segunda entrega de esta serie, así como de las consecuencias de los mismos sobre las partes de este noble bruto.


Aun más morbo que los equinos parecen tener algunos "paquetes" humanos. Destaca por su popularidad el monumento funerario del periodista Victor Noir del cementerio Père Lachaise de París. El bronce realizado por el escultor Jules Dalou, costeado por suscripción popular, representa el cuerpo inerte, pero con manifiesto priapismo, de este joven de 22 años cuando acababa de ser abatido a tiros por un primo de Napoleón III. Este mortal suceso, acaecido en 1870, se produjo en el curso de la disputa suscitada cuando acudió a fijar los términos de un duelo entre el director del periódico La Revanche y Pierre Bonaparte quien, finalmente, sería absuelto de asesinato en medio de un enorme escándalo. Como puede verse en la adjunta imagen, hay quien hasta ha tenido el descaro de hacerse todo un reportaje frotándose contra el bronce del malogrado periodista, como es el caso de la practicante del género burlesque conocida como Dita Von Teese.

El ritual que se realiza tanto en busca de un aumento de la fertilidad, como de la potencia sexual, establece que hay que colocar una flor en el sombrero tras besar la estatua en los labios y frotar sus genitales. Adjuntamos un detalle del rostro que pone de manifiesto los efectos de esa práctica sobre el bronce de la cara. Para otros detalles más morbosos les remitimos a las abundantes imágenes colgadas en la red.

La ciudad ucraniana de Lviv, anteriormente conocida por su nombre alemán de Lemberg, en español Leópolis, cuenta con un monumento dedicado a su hijo más famoso, el escritor Leopold von Sacher-Masoch con cuyo apellido se creó la palabra masoquismo. La obra del escultor Volodymyr Tsisaryk esconde dos sorpresas. Por un lado, en el pecho hay un visor que muestra imágenes eróticas clásicas, mientras que, por otra parte, el bolsillo izquierdo del pantalón es practicable. Así es que quienes meten su mano en el mismo, pueden llegar a palpar los genitales del representado, que ha quedado de esta manera sometido a una práctica que tiene no poco de masoquista: ¡que te toquen los huevos de por vida!


Hay otras estatuas que son sobeteadas ya en toda su desnudez. Una de las más populares es el joven representado en bronce en el Castillo de Praga. Una buena muestra que no conviene dejar penes a la altura de la mano, porque parece que crean tentaciones irresistibles. Esto es lo que también ocurre con la obra de Botero que no se tuvo la precaución de equipar con una peana en el centro comercial Time Warner de Nueva York.


En una exposición de bronces del artista Igor Mitoraj realizada en el Templo de la Concordia de Agrigento encontramos otro ejemplo de los peligros de dejar penes a mano de los turistas.

Y es que ni los milenarios relieves egipcios, tan faltos de protección, se libran del ansia tocona de los turistas, como denotan las huellas de los sobeteos de los atributos del dios de la fertilidad Min, particularmente en sus representaciones en el muy visitado Templo de Luxor. Y como puede verse a continuación hay quien no duda en colgar en la red la imagen de la "hazaña".


Algunas de estas tradiciones pueden adoptar un sesgo cruelmente irónico, como ocurre en la ciudad bielorrrusa de Minsk que erigió en la “Isla de las Lágrimas” un monumento a las víctimas de la Guerra de Afganistán. El ángel que llora a los caídos, paradójicamente se ha convertido en objeto de un ritual de acoso por parte de las parejas de recién casados. Parece que a los deudos de los homenajeados no les hace mucha gracia.

Este tocamiento tiene variantes en solitario y en pareja.

El rito turístico típico de la ciudad alemana de Bremen es pedir un deseo mientras se agarran con las mano la patas del burro del monumento dedicado a los "Músicos de Bremen", los protagonistas de un cuento de los Hermanos Grimm que se han convertido en el símbolo de la ciudad. Sin embargo, no lejos del mismo, las figuras de bronce situadas en la entrada de la cervecería Schüttinger, en la pintoresca y muy turística Böttcherstrasse, lucen marcas que dejan claro que allí se tocan tanto los genitales del joven como los pechos del torso femenino.


Hemos dado en Bremen con el "tocado de pechos", un ritual que tiene su meca en la ciudad italiana de Verona. Allí es costumbre sobar el derecho de la estatua dedicada a Julieta en la que realmente fuera casa de la familia Capuleto. Aunque es una sede históricamente veraz, el inmueble ha sido convenientemente acomodado a las expectativas de los turistas, con detalles como el añadido realizado en los años treinta de un balcón en el que también es costumbre posar.


La Casa de Julieta es una de las mayores concentraciones mundiales de rituales turísticos puesto que, inevitablemente, allí también se practica el colgado de candados del amor. Ello en una reja próxima a la sobada estatua del patio, mientras que la costumbre de dejar mensajes que tanto potenciara la película “Cartas a Julieta” (2010) ha tenido que ser severamente restringida a un espacio acotado. Y es que el hábito de pegarlos con chicle había convertido el lugar en una guarrería solo comparable al muro de Seattle que ya vimos en la primera entrega de esta serie.


La realidad no tenía nada que ver con la imagen mostrada en la película protagonizada por Amanda Seyfried. Los chicles utilizados para fijar los mensajes acabaron formando una antihigiénica costra que cubría las paredes.
La estatua de Julieta cuenta con algunas copias repartidas por el mundo, entre las cuales la más conocida es la emplazada en 1974 junto al Antiguo Ayuntamiento (Altes Rathaus) de Munich. Una figura en la que es costumbre dejar flores colocadas en su brazos. También luce el característico pecho sobredorado, pero no hay que perder de visita que las obsequiadas por el ayuntamiento veronés ya se instalan con ese distintivo atributo. Así puede comprobarse en las imágenes del estreno del ritual realizado por una pareja de novios durante la inauguración del regalo realizado a la hermanada ciudad de Ningbo. Esta localidad china cuenta con una tradición similar, la de “los amantes mariposa”, Liang Shanbo y Zhu Yingtai, que protagonizaron una historia pareja a la inmortalizada por Shakespeare. Como resultado del hermanamiento, Verona cuenta en los jardines de la Casa de Julieta con una réplica del monumento dedicado en la ciudad china a recordar la leyenda local.

La Julieta de Munich, la de Ningbo y réplica del monumento a los amantes mariposa Liang y Zhu
El caso es que el furor turístico no respeta ni los recintos sagrados, porque hasta en el gran panteón de los reyes franceses que es la Basílica de Saint Denis, próxima a  París, puede apreciarse el abrillantado seno que muestra María Antonieta en el cenotafio que comparte con su también guillotinado marido Luis XVI.


Con todo, en la capital francesa, los senos que se puso de moda tocar fueron los de la estatua dedicada a la cantante Dalida en la placita que lleva su nombre en el barrio de Montmartre en que vivió. Es una costumbre que parece haber decaído bastante, para alivio de las autoridades de ese distrito parisino. Pero siempre hay alguna ciudad dispuesta a tomar el relevo, como ocurre con la turística localidad croata de Makarska situada entre Split y Dubrovnik. La costumbre surgida en torno al bronce de una pareja ubicado en su puerto, parece indicar que allí se aplica el principio de que la cuestión es que se hable de uno. Desconocemos si, a imitación de las copias de Julieta, esta estatua ya fue colocada con algún incitador brillo.


Sin necesidad de brillos consiguió cierta notoriedad la ciudad rusa de Vorónezh que, por razones que desconocemos, está hermanada con León. Ese nudo ferroviaro situado a unos 500 km al sur de Moscú, en la ruta hacia Kiev, se sirvió para ello de una estatua equina de 3 toneladas de peso que, al parecer, simboliza el enfrentamiento entre la naturaleza y la civilización, pero que es famoso porque pasa por ser la mejor dotada del planeta. Desconocemos la actitud de las tradicionalmente severas autoridades rusas frente a posibles efusiones como otras que hoy hemos repasado. Si tuvieran ocasión de adentrarse en la Rusia profunda, tengan la precaución de preguntar antes de actuar.






jueves, 23 de enero de 2014

Un "falso amigo" escondido en el Diccionario


Cuando se escribe con una pestaña del navegador abierta en la página del Diccionario de la Real Academia no es difícil encontrar imprecisiones en el mismo. Y no siempre se tiene el humor de planteárselas a la institución encargada de velar por nuestro idioma en el formulario dispuesto al efecto por la Unidad Interactiva del DRAE (UNIDRAE).

Pero no deja de ser todo un hallazgo que, como quien “caza un medalla”, nos apresuramos a poner en conocimiento de nuestros lectores, encontrar un caso en el que la docta casa ha picado en un famoso “falso amigo” procedente del inglés, en concreto public school. La verdad es que se trata de uno de esas ocasiones en las que el inglés británico se disocia, no ya del americano, lo que no es infrecuente, sino del utilizado en el casi todo el resto del mundo con excepción de la India.

En el Reino Unido las public schools son un grupo de costosos colegios de élite en los que tradicionalmente se ha formado lo más granado de la sociedad británica. Aquí public funciona como en la palabra pub (public bar) donde, salvadas las reglas que marque el derecho de admisión, usted será bien recibido pero en ningún caso invitado a las consumiciones. Público, pero de pago, igual que un teléfono público. Otro uso inglés de ese término que puede prestarse a confusión es “go public”, el proceso en el que las empresas ofrecen sus acciones al público (nuestra “Oferta Pública”), que es equivalente a privatizar cuando el oferente de esos títulos es el Estado.

Los siete primeros colegios (1) que vieron reconocida su independencia del Gobierno o la Iglesia en la Public Schools Act de 1868 fueron Charterhouse, Eton, Harrow, Rugby, Shrewsbury, Westminster y Winchester (todos se autodenominan schools menos Eaton que se titula college). Alguno les sonará, particularmente Rugby, porque en este se codificaron en 1845 las primeras reglas de una tradicional variante del fútbol en la que se permitía coger el balón con la mano. Es por ello que la escuela acabó dando nombre a ese deporte, como reconoce nuestra Real Academia en la correspondiente entrada del Drae que reproducimos a continuación:


Bien habría quedado la nota etimológica sin precisar el carácter de la escuela inventora, Pero, una vez puestosa especificarlo, hay que aceptar que, en castellano, escuela pública hace inequívoca referencia a la que es gratuita y dependiente de los poderes públicos. En cambio, llamamos concertada a la que cumple, y además parcialmente, tan solo la primera de esas dos condiciones. Pero el equivalente español a public school incuestionablemente es colegio privado.

Así es que, tanto porque escuela se asocia preferentemente en español con la formación primaria, y así lo reconoce la primera acepción del diccionario (¡qué empeño con lo de pública!, por cierto), como por todo lo anteriormente comentado, nos decantaríamos por dejar la explicación etimológica de la siguiente manera: Voz ingl., de Rugby School, colegio de Inglaterra donde se inventó. No parece que la inclusión del condado aporte información sustancial.

Quizá también fuera oportuno sustituir el término "inventó" por "reglamentó", dado que el origen de este deporte no está exento de polémicas. Es un hecho conocido que el fútbol se jugaba entonces con gran disparidad de normas que podían cambiar de un partido al siguiente. Aún así contamos para defender el origen de invento con el soporte documental de la placa instalada en el centro educativo epónimo. En la misma se atribuye a su alumno William Webb Ellis la primera carrera con el entonces esférico balón en la mano, un hecho que habría tenido lugar en 1823. Pero no intente defender esta teoría en un pub galés si ya ha corrido mucha cerveza.

«Esta lápida conmemora la gesta de William Webb Ellis quien haciendo caso omiso de las reglas del fútbol usuales en aquella época corrió por primera vez con la pelota en las manos dando así origen a la característica diferencial del juego de rugby .A.D. 1823».
 No es fácil encontrar un equivalente preciso de “
fine disregard”. Se admiten sugerencias.
  
Estrecha es la separación entre la gloria y el oprobio, porque mucho nos tememos que ese ínclito alumno que luego seguiría la carrera sacerdotal, bien podría haber acabado apaleado por sus contrincantes caso de haber realizado esa gesta en España. El caso es que desde 1991 incluso cuenta con una estatua conmemorativa sita en los jardines de la Rugby School.


Para finalizar, traemos el lema foot-ball del primer Diccionario Salvat publicado en la década que dio inicio al siglo XX. En el mismo puede comprobarse la pareja atención que recibían entonces las dos variantes del deporte descrito. Y es curioso que se haga referencia a la Universidad de Rugby en vez de al colegio, a más de datar la reglamentación en 850.

Obsérvese también la terminología en la que destaca que los franceses todavía no habían colocado el término melé (que entra en la próxima edición del Drae) para designar lo que entonces se denominaba fight (lucha) y en el inglés actual se denomina scrum. Ojo, por último, a la recomendada pronunciación futbalista del vocablo que todavía no se había impuesto plenamente a footballman


Hemos estirado el fragmento reproducido hasta el lema footing para que la lectura de hoy sirva también para comprobar la antigüedad de este término. Cabría encuadrarlo en una categoría de palabras que bien podríamos llamar "falsos hermanos" (en propiedad se llaman pseudoanglicismos o, con alcance más general, falsos extranjerismos) puesto que, a pesar de su aspecto inglés, se trata de un galicismo totalmente desconocido por los hablantes de la lengua de Gareth Bale (ya que estamos con el fútbol vamos a ser un poco coherentes) que denominan jogging al ejercicio de correr.

Y, por cierto, UNIDRAE nos informa en el acuse de recibo de nuestra sugerencia que las ahora recibidas ya no tienen posibilidad de entrar en la próxima edición del Diccionario y se toman en cuenta para la XXIV. Una Academia interactiva man non troppo.





( (1) Aquí hay un nuevo lío de "falsos amigos", porque school se aproxima más a lo que nosotros llamamos colegio, mientras que los colleges, en general, se asemejan más a nuestras facultades. De hecho, en Estados Unidos se accede a ellos desde la llamada high school. Cuando se trata de residencias de estudiantes equivalen a nuestros “colegios mayores”. Claro, que nosotros también tenemos “escuelas superiores” en las que tradicionalmente se forman los ingenieros. Un pequeño galimatías en el que hay que tener cuidado con los adjetivos elípticos, así que un estudiante de ingeniería dirá al salir a clase que se va a la escuela.