Entre los misterios del pensamiento humano no es uno de los menores el motivo por el que la dictadura castrista suscita la admiración de muchos que no soportan el más mínimo rastro de otras ni en el callejero. Pongamos por caso la de Franco.
El caso es que ambos "colegas dictadores", no olvidemos que Fidel decretó tres días de luto nacional por la muerte del español, ya comparten haber muerto en la cama. Ahora habrá que ver si los cubanos tienen la suerte de que ello también suponga el final del régimen que en su caso ni siquiera les llevó el desarrollo económico.
A la espera de que así sea nos hemos ido a nuestro archivo de portadas para repasar como ha visto la prensa a Fidel a lo largo del tiempo. Iniciamos el repaso con la que le dedicó Time poco después del triunfo de la revolución. A su lado hemos colocado una del año siguiente en la que, bastantes meses antes de la crisis de la misiles, el dibujante Herblock adivinaba el papel que iba a jugar ese descendiente de gallegos al servicio de los grandullones del comunismo.
De lo que no cabe duda es que Time prestó considerable atención a Fidel, tanto en portadas individuales como colectivas.
Pocas fueron las revistas que no le prestaron atención en alguna ocasión. Hasta en foto y dibujo llegó a verse la misma imagen.
Proseguimos con el "análisis lombrosiano" que le hizo el caricaturista Landrú (Juan Carlos Colombres) en la revista satírica argentina Tía Vicenta. Comparece emparejado con una referencia de mayo del 63 a la pasión por el imperialista béisbol en la también desaparecida Help!
Y casi siempre ese puro. Vamos con algunas otras muestras del tantas veces indisociable cigarro con cuyo humo recreó la valenciana Ana Juan en The New Yorker la que, probablemente, es la más bella portada protagonizada por Fidel.
El semanario neoyorquino le dedicó una segunda tapa con motivo de la visita papal del 98 de la que también se hicieron eco otras publicaciones como la francesa Charlie Hebdo. Una de tantas portadas que han ido observando el envejecimiento del líder revolucionario.
Objeto de sátiras de muy diversa índole, observemos en particular como la alemana Der Spiegel convirtió su rostro en metáfora de la represión de un pueblo, del mismo modo que la brasileña Veja buscó dineros cubanos en las campañas de su país.
La publicación humorística Sick le dedicó en 1961 la cubierta de su número 5 que daba continuidad en la contraportada con otros los líderes socialistas al supuesto éxito del "corte Kennedy".
Para no cansar a nuestros esforzados lectores, concluímos con unas muestras de las barbudas portadas anticastristas que se vieron en algunos "pulps" norteamericanos. Muchas batallas propagandísticas. Mucho Fidel.