Iniciamos un nuevo recorrido semanal con la navideña versión de JM Nieto del muro anunciado por Sánchez en su investidura. Un dibujo que incluye una sutil caricatura del promotor de tan peculiar forma de conseguir la España más unida que nunca que proclamaba en el mitin del domingo celebrado a dúo con Zapatero como se encargaba de recordar la tira de Gallego y Rey. Alsina también se divirtió con la impostura exhibida (extracto; monólogo completo). El desmadejado Frankenstein de Idígoras y Pachi completa nuestra magra selección de un lunes bastante soso en términos humorísticos.
Prologamos con un oportuna observación de Daniel Gascón , que hoy amplía en El País [1], el muro [2] de "Tierra firme" de Tomás Serrano del martes. La niña recitadora de poesías inconvenientes de JM Nieto [3] incorporó la grafía Chapote a nuestra colección de 'Txapoteos' humorísticos en la declamación de un poema de alcance político internacional. El recopilatorio que ya hemos dejado de actualizar con dibujos de JM Esteban del presidente ante el espejo es El narcisismo de Pedro Sánchez en el humor de prensa. En cuanto a la mentada, nos remitimos a nuestro comentario sobre los sofoquines de Dª Ursula del comienzo de La semana en viñetas 47/2023 (2ª parte).
El australiano David Rowe completa esta colección de 28 viñetas, más otras 6 en notas al pie, con al primer dibujo que hemos visto, el horario local ha jugado a su favor, sobre el fallecimiento de Henry Kissinger.
Las dos entregas las ha redactado Irene Lozano, “pensadora, autora y política” según su perfil en LinkedIn, responsable de obras como Lenguas en guerra (Espasa) o Son molinos, no gigantes. Cómo las redes sociales y la desinformación amenazan nuestra democracia (Península) y de un prólogo a los ensayos de George Orwell en Debate. Fue diputada en el Congreso por UPyD y luego como independiente en las listas del PSOE (donde figuraba como experta en “regeneración democrática”), y diputada del PSOE en la Asamblea de Madrid. Fue secretaria de Estado de España Global entre 2018 y 2020 y presidenta del Consejo Superior de Deportes de 2020 a 2021, y desde 2021 es directora general de la Casa Árabe, cuyo consejo rector preside el ministro de Exteriores.
Lozano tuiteó esta semana: “Se viene nuevo libro del presidente”. Parece naíf sorprenderse por la naturalidad con que aceptamos esta impostura narcisista, cuando los delincuentes participan en la redacción de las leyes que les afectan directamente, cuando ministros pasan al Tribunal Constitucional o la Fiscalía General del Estado, o cuando un gobierno democrático se somete a la fiscalización de un “mediador” desconocido en Ginebra tras comprometerse a borrar cientos de delitos a cambio de siete votos. Pero a veces uno recuerda que Sánchez llegó al poder por medio de una moción justificada por un caso de corrupción. En su primer Gobierno un ministro de Cultura tuvo que dimitir por una multa de Hacienda que ya había pagado y una ministra de Sanidad por plagiar un trabajo de fin de máster. Veremos si las memorias cuentan esa asombrosa travesía. @gascondaniel
Dicen que hay dos tipos de países, aquellos donde la gente normal no sabe el nombre de un solo juez (y la justicia funciona como un reloj suizo) y aquellos donde los magistrados son conocidos (y la justicia es vista como un reloj de sol en un día nublado). Pero España es un caso aparte. No es que tengamos, como en el pasado, algún juez-estrella (tipo Baltasar Garzón), sino que la lista de famosos de la judicatura y la fiscalía supera a las del fútbol o la prensa rosa.
Y desatan más pasiones. ¿Qué te provocan estos nombres? 1) Manuel García-Castellón, 2) Cándido Conde-Pumpido, 3) Manuel Marchena, 4) Dolores Delgado, 5) Pablo Llarena, 6) Fernando Grande-Marlaska. Probablemente, un carrusel de emociones en función de si son “pares” o “impares”. Si en un futuro te los encontraras en un tribunal, todos tratarían tu caso con imparcialidad, pero a unos los ves sesgados y a otros neutrales. Y es que los españoles tenemos una de las peores valoraciones de la independencia judicial de toda la UE.
Nuestro problema no es el lawfare o sesgo conservador en la judicatura, sino un politicofare que no entiende de ideologías. La raíz es un sistema de nombramientos judiciales que, empezando por el Consejo General del Poder Judicial, ha ido agriándose con los años.
Nuestro problema no es estar lejos del modelo ideal europeo que, para la elección del CGPJ, reclama un reparto más equitativo entre vocales elegidos por los jueces y por los políticos; sino que, en lugar de acercarnos a él, nos estamos distanciando. Como señala la experta Gisela Hernández, España tenía un sistema homologable con los estándares europeos en los años 80, pero reformas progresivas ―tirando de mayorías absolutas― tanto del PSOE como del PP han ido aumentando el peso de la lealtad política como criterio de relevancia para que un juez tenga una carrera profesional de éxito.
Nuestro problema no es tampoco de políticos contra jueces. Nos insisten en que hay que elegir entre politización (lo llaman “democratización”) o corporativismo judicial. Más bien al contrario, el poder de las asociaciones de jueces ha crecido de la mano de la politización. Son dos caras de la misma moneda: el poder del grupo. Lo contrario es el poder de la persona, de los jueces y fiscales que no quieren depender (tanto) de estructuras grupales. Los que no desean participar en la toga party. @VictorLapuente