Comenzamos este repaso del revistero de junio con un enlace a la recientemente anunciada relación de ganadores y finalistas del anual certamen de la ASME (American Society of Magazine Editors): Las mejores portadas de 2022 (quede claro que solo compiten las publicadas en Estados Unidos). Y tenemos que reconocer que, en su momento, no dimos cuenta de la finalmente elegida "cover of the year", porque lo cierto es que nos llamó particularmente la atención la fotoilustración de Pablo Rochat para el número de la revista New York fechado 29 marzo - 11 abril 2021.
Lo que no podemos dejar de celebrar es que la ilustración “Magic Formula” de la barcelonesa Luci Gutiérrez en The New Yorker del 11/10/2021, esta oportunamente comentada en El revistero de octubre 2021 (2ª parte), ha sido una de las finalistas de la categoría "Mejor portada conceptual".
Esa misma publicación ya había recurrido en su número fechado el 8 de junio al famoso icono del cómic que es la presentación de la aldea gala de Goscinny y Uderzo. Una imagen que aplicaron a los últimos resistentes a la auténtica "OPA" que presentó Mélénchon a la izquierda francesa de cara a las elecciones legislativas.
Morten Morland también inspiró en el cómic una tapa de semanario The Spectator, la fechada el 25 de junio, en la que recreó con Putin una de las dinerarias zambullidas del Tío Gilito.
Otra impactante visión de la perversa estrategia de Putin es la que Howard Mcwilliam llevó a la tapa del semanario The Week fechada a finales de mayo que nos dejamos fuera del comentario del mes pasado. La acompañamos con "El fabricante de frío" (Kaltmacher), una ilustración de Nigel Buchanan que presenta los contenidos del nº 26 de la alemana Der Spiegel.
La última portada fechada en junio es otro estreno de una artista en tan cotizada labor como es encargarse de una cubierta de esta revista. “Sidewalk Connoisseurs” es el título de la ilustración de Victoria Tentler-Krylov que entendemos como una muestra de vecinal cooperación entre comerciantes callejeros, quizá pareja (adviértase que el tatuaje del brazo del vendedor de comida reproduce el corazón flechado del puesto de arte). Un colaborativo concepto que nos recordó otras versiones que dejan más claro el intercambio que pueden verse al final del apunte The New Yorker vs. The Saturday Evening Post (IV).