Sanguino: ¿otro gol?

Luis Antonio Sanguino de Pascual (Barcelona, 1934) es un escultor que al igual que Juan de Ávalos, cuya obra ovetense hemos repasado en un reciente apunte, saltó a la fama desde el Valle de los Caídos. Con tan solo 18 años ganó con sus bocetos el derecho a participar en la decoración escultórica en la que es autor junto con a Antonio Martín de las imponentes figuras encapuchadas de los monjes-soldados que decoran la galería que da acceso al crucero subterráneo.

Sanguino vivió una extensa etapa artística en América cuyo fruto más conocido es el "monumento a los inmigrantes" emplazado en el muy concurrido Battery Park neoyorquino, una obra de 1973 que no fue instalada en su emplazamiento hasta mayo de 1983. Este bronce que muestra la diversidad racial de los inmigrantes que entonces eran reconocidos en el vecino Castle Clinton, más tarde esta labor pasaría a ser realizada en la Isla de Ellis, es una donación de Samuel Rudin en homenaje a sus padres que pasaron por ese trámite cuando llegaron a los Estados Unidos a finales del siglo XIX. La muerte del benefactor en 1975 fue la causa de la demora en la instalación de un monumento en el que ya puede observarse la metáfora de la rotura de las cadenas que volveremos a ver recreada por este escultor. Si decide visitar la Estatua de la Libertad sin reserva previa en un día turísticamente ajetreado tenga por seguro que tendrá ocasión de contemplar esta pieza porque la cola para embarcar hacia la famosa atracción llega con facilidad hasta ese punto.

Los Inmigrantes (1973)

Detalle de las cadenas rotas por la figura que alza los brazos

Los doce años que el artista vivió en México antes de volver definitivamente a España en 1986 justifican la amplitud de su obra en ese país. Entre los trabajos institucionales destaca su autoría de tres de las figuras de la "Calzada de los Presidentes" inaugurada en 1981 por López Portillo en terrenos de la Residencia Oficial de los Pinos, "La Moncloa mexicana". De los once representados son obra de Sanguino las efigies de Lázaro Cárdenas (mandato 1935-40), Adolfo Lopez Mateos (1958-64) y Miguel Alemán (1946-52).

Su obra más grandiosa en el país norteamericano (sí, México geográficamente es más norteamérica que centroamérica, por la misma razón posicional que nadie pretende que Colombia sea un país centroamericano) es la "Fuente de la Vida" de Monterrey, inaugurada en 1984 para conmemorar la finalización de las obras del Pan Hidraúlico de esa ciudad. Menuda necesidad de agua debían de tener esas gentes porque obsérvese con que alborozo sigue el pueblo, representado con una cuota femenina del 100%, al dios Neptuno que llega acompañado de un acuífero cuerno de la abundancia portado por una infantil figura. Sobre el motivo de la presencia del león en cabeza de la comitiva es necesario que pongan a prueba sus conocimientos de geografía. Monterrey, ¿capital de...?

Una obra mucho menos conocida por estar emplazada en la mediana autopista de Toluca a México, y además bastante oculta por el arbolado, es el "Monumento al caminero", o sea, a los obreros que realizaron esa infraestructura. La magia de Street View les permitirá acceder a un hueco del citado arbolado colocándose en las coordenadas 19.29090, -99.42772 (ojo con los puntos y las comas que estos de Google son muy americanos). De todos modos adjuntamos una foto por si no dan con la óptima colocación del "paisanín-puntero" y algún árbol diera en bloquearles la visión de la obra. 

A poco que el lector tenga paseado Oviedo, sobre todo por la parte de "La Losa" (oficialmente Avenida de la Fundación Príncipe de Asturias), seguro que esa figura le suena, lo que pasa es que por aquí es más conocida con el nombre de la "Libertad" que personifica. Vamos a ilustrar a nuestros visitantes foráneos, a la par que refrescamos la memoria de los locales sobre como se rompen las cadenas.

Imaginamos que en este punto ya tendrán algo más claro el motivo del título de hoy. Lo del "otro" viene a cuento de la ya comentada igualdad matemática Culis Monumentalibus = F:amputación (Homenaje a Santiago Roldán). Por lo menos Botero, como ya tenemos visto, no se corta y a los frutos del mismo molde suele darles igual título. De la misma forma que quien tiene un grabado numerado, pongamos 15/70, por muy ufano que esté por tener la niña bonita no deja por ello de ser consciente de que hay otros 69 por ahí.

Como desconocemos los entresijos de la adquisición de la comentada "Libertad", vamos a concederle a su autor el beneficio de la duda sobre el conocimiento por parte de los adquirientes de la originalidad de la pieza, aportando una imagen de la firma que dejaba bien claro que era obra añeja.

Sanguino es el autor de otras dos esculturas ovetenses, todas ellas colocadas en el año 1999, "Paz" situada a pocos metros de la ya comentada "Libertad" y "Vida", un homenaje a la "Hermandad de Donantes de Sangre" oportunamente situada en la plaza que esta encomiable entidad tiene dedicada en la ciudad.

Paz (1999)

Vida (1999)

Una buena parte de las obras españolas del artista barcelonés tienen temática taurina. En el entorno de la plaza de toros de Las Ventas tiene nada menos que tres creaciones: el monumento a "El Yiyo", José Cubero Sánchez, torero madrileño de adopción fallecido en la plaza de Colmenar Viejo cuando solo contaba 21 años a causa de un certero derrote del toro Burlero que también está representado en el bronce. Una segunda obra suya homenajea a Antonio Bienvenida, mientras que un mural titulado "El encierro" completa el conjunto taurino madrileño.

Terminamos este breve repaso de la obra de Sanguino con su monumento a ese gran aficionado a "la fiesta" que fue Ernest Hemingway. Su busto emerge desde 1968  de un bloque de granito para recordar junto al coso de Pamplona sus noveladas vivencias de los Sanfermines.

Y buen día es el de hoy para finalizar proclamando ¡Viva San Fermín!


P.S.- Si algún lector tuviera mano en el Ayuntamiento sería de agradecer que gestionara que les pongan unas plaquitas identificativas a "Libertad" y "Paz" para mayor ilustración de la ciudadanía. ¡Ah! y a ver si también se acuerdan de darle de vez en cuando un manguerazo a los bronces.